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La puerta de la habitación se abrió repentinamente, la cabellera roja de de la mejor agente de Shield, Natasha Romanoff, se asomó y observó el cuerpo sumido en sueño del chico veloz, notó su mirada levemente rojiza e hinchada, probablemente por el llanto.
La espía sintió su corazón hacerse trizas al verlo en aquel estado, había decidido tomarlo bajo su ala y acompañarlo cuanto le sea posible, dado a que Steve se había sumido en su propia miseria y siquiera se dejaba ver demasiado, por lo menos Pietro aceptaba su ayuda.
Caminó con paso lento y suave hasta llegar a su lado, donde se puso de cuclillas y acarició el cabello platinado del joven. Movió sin movimientos bruscos su hombro, hasta que él comenzó a removerse aún adormilado. —Pietro, niño, debes venir, tenemos reunión.
Se lamentaba en tener que despertarlo y obligarlo a que fuera con ellos, pero Rhodes opinó que él no la perdonaría si no lo llamaba. Pietro abrió los ojos con dificultad, la luz del sol comenzó a molestarle notablemente, pues los volvió a cerrar de inmediato. —¿Reunión de qué? Los vengadores ya no existen, literalmente.
—Carol cree que tenemos una oportunidad de remediarlo todo. —Aquello bastó para que, luego de varios días, él volviera a utilizar su súper velocidad para vestirse y estar listo en cuestión de segundos, aunque Natasha se viera obligada a hacerlo poner los pies en la tierra. —Pietro, no sabemos con certeza si esto funcionará, no te ilusiones por favor.
—No puedes pedirme eso, haré lo posible porque funcione, voy a traer a mi familia de nuevo. —Murmuró decidido, pues una pequeña gota de esperanza se había implantado en su pecho y nada ni nadie sería capaz de quitársela.
Natasha asintió, sabiendo que no había sido demasiado lista o rápida al elegir las palabras con las cuales comunicar la noticia, pero ya era tarde, así que no tenía otra más que rogar porque todo saliera acorde al plan que fuera que irían a armar en aquel instante.
Al llegar a la sala de reuniones, donde Danvers llevaba la delantera se encontraron con los únicos sobrevivientes del chasquido, que fueran parte de los vengadores y aliados. Aunque sin Tony Stark, quien había sufrido un ataque la noche anterior y el doctor Banner se vió obligado a cedarlo.
—Veintitrés días desde que Thanos llegó a la tierra. —Comenzó Rhodes, aunque Pietro comenzó a perder el hilo de la conversación cuando comenzaron a aparecer en un holograma los datos de los vengadores desaparecidos.