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Observaba la entrada en la que rechazó a Yibo 15 años atras.

Aun podía ver con claridad a ese niño delgado que lo esperaba aun cuando el frío provocado por la lluvia hacía que las piernas le temblaran, o tal vez temblaba por su próxima confesión.

Salió de la oficina porque no soportaba verlo a él, seguía preguntandose como había terminado bajo el mismo techo y durmiendo en la misma cama.

Yibo le mencionó un par de amigos, debería buscarlos y hacerle varías preguntas, quizás les contó algo, pero desgraciadamente se conocía y sabía que la razón de que en su juventud solo contara con la amistad de un niño menor que él era que no era muy sociable que digamos, probablemente solo fueran sus conocidos cercanos y al final tampoco tuvieran respuestas.

Sus padres le dijeron que Zi Yi se mudó a Japón, sería mas difícil buscarla si estaba en otro país, pero no se rendiría, debía verla y hablar con ella.

Perdio mas el tiempo usmeando por todo el centro cultural y deportivo, todos lo saludaban y aunque él no recordaba a nadie les correspondia el saludo.

Ya pasaban de las cuatro de la tarde, el lugar que inicialmente estaba semivacío, pronto empezó a tener vida debido a la cantidad de madres y niños que empezarón a llegar para poder realizar sus actividades y tomar las distintas clases.

Llegó al lugar donde se prácticaba danza, al parecer la sala donde estaba mirando en ese momento era la sitió destinado a la danza contemporanea y ballet.

Detras de un cristal estaban abarrotadas las madres de los pequeños que prácticaban algo en ese momento, en esta misma sala Yibo aprendió a bailar.

Cuando Zhan comenzaba a trabajar en este lugar veía a la madre de Yibo a diario, ella venía a supervisar el avance de su hijo, pero cuando Yibo cumplió los diez ella se desapareció, Yibo empezó a venir solo a las clases y en algun momento él lo cuestiono por la ausencia materna.

El niño solo dijo que su mamá había encontrado un nuevo empleo y ya no podía venir con él.

Un par de semanas después todos se enteraron de la infidelidad del padre y como había salido de su hogar para vivir libremente con una mujer diez años menor. Luego, el inminente divorcio fue la comidilla de las madres que no hacían mas que chismear mientras sus retoños terminaban sus deberes.

Miraba aburrido, nunca le gustó la danza, cuando era mas joven prefería ir al ring de boxeo y ver como los niños mayores se golpeaban entre ellos, eso era mas entretenido.

Giró con toda la intención de bajar al primer piso, al levantar la vista vio que en el pasillo había diferentes fotografías enmarcadas, también había una vitrina con trofeos.

Se puso a curiosear, había fotografías de grupos de niños y adolescentes en lo que parecían ser competencias, también había personas mayores en ese historial, al parecer este lugar ya no era exclusivamente para estudiantes.

-Los padres pagan demasiado para que sus hijos aprendan alguna disciplina, pero los adultos pagan mas para poder hacer algo que les apasiona, despues de todo, tienen el dienero para poder hacerlo.

Giró y vio que quien le hablaba era el señor Peng.

Zhan le sonrió. -Digame tio Peng, ¿cómo terminó de nuevo aquí?

-Yibo me buscó, trabajé en este sitio 20 años antes de que lo cerraran, El dijo que nadie conocía el lugar mejor que yo, así que... bueno renuncié a la fábrica donde trabajaba y regresé a este lugar.

-Ya veo...¿fue su idea que aceptaran personas mayores?

-La idea fue de Yibo, un día estabamos pintando la fachada y un grupo de trabajadores de un callcenter cercano se acercaron a preguntar si esto sería un gimnasio, no lo sería, se supone sería lo mismo que antes, pero Yibo les dijo que si, que el lugar abriría en un par de meses y que corrieran la voz diciendo que próximamente se inauguraría.

-Vaya, así que eso paso.

-Consigió un prestamo en el banco para poder comprar equipo para el gimnasio, pensamos que los adultos solo permanecerían ahí, pero varios querían ingresar a las clases de danza o querían ocupar las canchas de baloncesto y la piscina. Terminamos dividiendo las zonas para poder separar a adultos de niños y adolescentes.

-¡Wow!, en serio parece que este lugar tiene éxito.

-Todo es gracias al esfuerzo que Yibo a puesto en el lugar, además la gran mayoría de adolescentes estan aquí por él. Todos quieren prácticar en el mismo lugar del que él es dueño.

-Y eso ¿a qué se debe?

-De verdad no recuerdas nada.

-No, nada de nada.

-Yibo no solo es un bailarín reconocido, tiene buena fama en Corea y aquí en China, sin embargo... eso no es su fuerte, se dio cuenta que una de sus pasiones eran las motocicletas, es un agran corredor, muchos niños de aquí lo admiran de verdad.

-¿Corredor?

-Corre en los mejores circuitos del país, aun no es temporada, pero te la pasas quejandote cuando no esta debido a las competencias.

-¿De verdad?

¿Cuándo Yibo se convirtió en alguien tan genial?, la vida era tan injusta, ¿por qué Yibo era alguien popular y exitoso, mientras que él terminó siendo un simple trabajador de restaurante?

-Tio Peng, ¿sabe usted por qué no soy abogado?

-No lo se, para ser honestos deje de verte cuando cerraron el centro, luego de eso, pasaron cinco años hasta que Yibo me buscó y entonces volvimos a encontrarnos.

¿Quién respondería sus preguntas?, debía buscar a la persona que las respodiera, tuvo que haberle contado  algo a alguien.

Asomo timidamente la cabeza en la oficina de la que salió un par de horas atras, no había nadie, al parecer Yibo había salido a algun lugar.

-Me gusta demasiado verte desde atras -Alguien le susurró al oído.

Saltó del sustó.

-¡No me digas eso, y no vuelvas a asustarme de ese modo! -Se cubría la oreja, aun sentía el aliento caliente de Yibo.

-Vamos a casa, terminé por hoy, el doctor dijo que no debo abrumarte, estara bien si volvemos y tomas un descanso.

Luego de comprar una pizza volvieron al departamento, era raro como sentía familiaridad en el lugar en el que había estado por tan pocos días, debía ser su cuerpo, ya que aunque su cabeza no recordaba nada parecía que llevaba bastantes años viviendo ahí.
















EXTRAÑOSWhere stories live. Discover now