EXTRAÑOS

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No recordaba bien como fue que ocurrieron las cosas. Sabia y recordaba que luego de que fuera examinado le informaron que solo había sufrido heridas leves que sanarían por si solas, en cuanto escuchó esto, salió corriendo de urgencias a buscar a Zhan. Ambos habían sido llevados al mismo hospital, pero se habían llevado a Zhan a otro sitio, había sufrido un golpe fuerte en la cabeza y estaba inconsciente.

Yibo también recibió un duro golpe, no literalmente hablando. Fue un golpe de realidad, como si la vida le quitara esa venda de los ojos para que pudiera ver con claridad.

Desafortunadamente fue demasiado para él, no supo enfrentar lo que ahora estaba presente en su cabeza.

Él también quedo inconsciente, ya que no era capáz de darse cuenta de las cosas que pasaban a su alrededor.

Zhan no desperto ese día, ni al siguiente, ni al siguiente, ni en una semana luego del accidente.

Comenzó a angustiarse, no quería ni imaginar que pasaría si Zhan no lograba despertar.

Buscó a sus padres y les explicó las cosas. Tal como si no hubieran escuchado nada, lo culparon a él del accidente y el padre de Zhan hasta lo abofeteó luego de insultarlo.

A pesar de esto, él les cedió una hora de visita de las tres permitidas a familiares, para que pudieran estar con él. Eran sus padres y sabía que su reacción era muy justificable, después de todo era su hijo el que estaba en una situación crítica.

No se presentaba al trabajo, su rutina en esas semanas se conformaba de sus idas y vueltas del hospital a su casa.

Eso, hasta que el dinero se terminó y tenía que seguir cubriendo los gastos médicos y el cuarto donde Zhan permanecía. No pudo pedirle nada a sus padres, ni a los padres de Zhan, su orgullo se lo impedía.

-Gracias por recibirme --El jefe y mejor amigo de Zhan, Yi Long, lo recibió.

Fue al restaurante donde Zhan trabajaba, necesitaba dinero y tenía cobrar el último cheque de este.

-Descuida, espero pronto despierte, ¿cómo se encuentra?

-Estable... es lo que me dicen todos los días.

-¿Cuándo podemos visitarlo?

-No lo se, sus padres vienen a diario, temo que si les niego verlo un día se molesten y hagan algo poco agradable.

Los raros momentos en que Yibo cruzó palabras con los señores Xiao ya había notado su hostilidad hacía él.

-Yibo... sobre ese cliente.

-Yi Long, no te odio, pero si vuelves a mencionar esto en verdad me vas a conocer enfadado.

-Es solo... Zhan te ama, no sabe como demostrarlo... no se porque te digo esto, creo que lo sabes mejor que yo.

-Entonces es cierto... él --no pudo terminar, las palabras se atoraron en su garganta.

-¿Piensas que te engañó? A veces oculta cosas, pero no creo que eso haya ocurrido. Yun Xi no sabe nada, y yo tampoco sabría de no ser porque ese hombre llamó un día para preguntar por él. Lo confronté, no me gusta que mis empleados se involucren con los clientes, Zhan dijo que no había nada, solo alguien tratando de obtener algo que él no estaba dispuesto a darle, yo le creo, pero no puedo exigirte lo mismo, despues de todo él te ha dado demasiados motivos para que dudes.

-¿Que sabes del hombre?

-Es unn cliente frecuente, esta casado; viene a comer con su esposa, maldito desgraciado.

-Me voy, siento que mientras mas hablo de él le doy una importancia que no debería.

-Haces bien, no le des importancia, no saldra nada bueno.