De Mi Propiedad.

Posesión

Una cárcel... hay me encontraba. Expectante a las acciones de mi jefe el cual no dejaba de besarme sin parar, no le importaba nada, solo seguir besándome.

-Esto también te lo provocaba ese estúpido- se detuvo cuando nuestros pulmones comenzaron a exigir la entrada de oxígeno- por que no lo parece.

Me encontraba sonrojado, aturdido... estaba en shock. Me habían encantado cada uno de sus besos.

La magia se rompió al escuchar como alguien golpeaba la puerta. Dani se colocó la corbata y el pelo para dirigirse a abrir la puerta.

-Oye Daniel ¿me vas a tener esperando toda una eternidad? ¿Qué ha hecho mi hermano?- mi hermano entraba de nuevo al despacho.

-No ha hecho nada David, le estaba felicitando por su gran trabajo- me envió una mirada de "te he vencido estupido", y lo peor es que tenía razón, me había dejado seducir.

-Bueno yo... me voy. Tengo muchas cosas que hacer- nos vemos en casa hermano.

Salí corriendo al despacho de recursos humanos. Me encontraba acalorado y muy excitado, dios... necesito contarle esto a alguien. Cogí el móvil y llamé a Fran.

-Dime José.

-Fran... no se que estoy haciendo enserio.

-¿Qué ha pasado? ¿Estas bien?

-Si si, es solo que estoy en un triángulo amoroso.

-¿Enserio?

-Si... y me siento una gacela con la oportunidad de elegir que León la va a devorar. Es un sin sentido.

-Pero a ti, te gusta Jorge ¿no?

-Si es uno de los leones...

-¿Y el otro?

-Es mi jefe...

-¡No jodas Jose! Estas en problemas- se rió- a los jefes no se les puede decir que no.

-¡No te burles de mi tío!

-A ver es muy simple, tienes que elegir al que mejor te haga sentir- en ese momento se me vino solo uno de ellos a la cabeza. Un chico dulce e incapaz de hacer daño a nadie. Jorge.

-Tienes razón, muchas gracias guapo.

-De nada hombre, es que eres un drama king- nos reímos y colgué.

Por supuesto el que mejor me hace sentir es Jorge pero... no se, en realidad no puedo precipitarme y elegir a uno sin más... un momento, ¿Qué estoy haciendo? Me estoy metiendo en un drama peor que los que cantan en la ópera, yo no necesito elegir tan pronto al chico de mi vida joder, tengo que vivir, sí eso haré.

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Mi horario de prácticas acabo y comencé a recoger mis cosas para ir a mi casa, tenía que estudiar para un examen de psicobiología.

Salí de la oficina y delante de mí se encontraba Dani...

-¿A donde vas?- pregunto exigiendo una respuesta.

-A mi casa, tengo que estudiar para un examen- intente pasar por su lado pero me detuvo.

-Estás mintiendo, se que vas con el estúpido ese, y no me parece una buena opción- me agarro las muñecas- si vas a estudiar, te dará igual hacerlo en mi casa, ¿verdad?

Definitivamente este hombre era un acosador extremo, sin embargo no puedo negarme por que si lo hago... esto será muchísimo peor.

-Sin problema- le sonreí falsamente- pero los libros y mis apuntes los tengo en casa.

-No te preocupes por eso, vamos.

-Pero como se supone que voy a estudiar sin mis libros Dani- mientras le hablaba él simplemente avanzaba estirando mi mano y obviando lo que le decía.

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Habíamos llegado a su casa, estaba en las afueras de la ciudad y era enorme. Cuando giraba mi cabeza para observar a Dani este simplemente observaba el camino para entrar al garaje de la casa, le queda bien lo de conducir.

Sin más freno y salió del coche rápido hacia mi puerta... solo para abrirla, como no...

-No te queda bien ser caballeroso después de todo el número que has montado- ignore la mano que me tendía y salí del coche sin su ayuda, el simplemente sonrió y yo me dirigí hacia la puerta de la casa.

-¿No crees que te lo tomas todo con mucho drama?- se rió.

-Me tomo las cosas como debo tomármelas- abrió la puerta y me hizo pasar, era bastante bonita aunque me recordaba a un hotel.

-Bueno puedes elegir cualquier habitación para estudiar.

-Se te olvida que no tengo mis libros- le sonreí.

-Están en mi habitación.

¿Cómo se supone que van a estar ahí? No sabe las asignaturas que tengo ni nada por el estilo.

-Es la habitación al final del pasillo, la primera planta.

Me dispuse a subir a su habitación observando cada detalle de la casa, Dani iba detrás de mi. Mientras pasábamos el pasillo observaba los cuadros, eran prácticamente obras de arte, me detuve en uno y lo toqué, era un chico sentado en un columpio, observando la infinitud del mar en una puesta de sol.

-¿Te gusta?- se colocó detrás de mí e hizo que me sobresaltara.

-Si, la verdad es que es precioso- continúe caminando hasta la última puerta, la habitación de mi jefe. La abrí y vi encima de aquella enorme cama todos los libros necesarios para el estudio- me gustaría saber como sabías lo que tengo que estudiar.

El cerró la puerta de su habitación y se giró para mirarme... su mirada era escalofriante y... penetrante.

-Como ya sabes me gusta conocer a mis empleados- comenzó a acercarse.

-A algunos más que otros- lo miré.

-Me sorprende que creas que vas a estudiar- se rió.

-¿Cómo?- me exalte y me caí en la cama y él comenzó a quitarse la corbata dejándome una vista bastante sexy de él mismo.

-No te he traído aquí para que estudies un estúpido examen, sino para demostrarte a quien le perteneces- una sonrisa se formó en su cara... esto va a acabar muy mal.

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FIN DEL CAPÍTULO 10.