Capítulo 5

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Drew se sentó en el banco, entre Joey y Jonathan, mientras que Jordan servía los platos con jamón y huevos. Ella los analizaba frecuentemente, juzgando su humor, midiendo su reacción hacia ella, pero le parecían tranquilos.

Era como si ellos vivieran esta situación todos los días. Sacudió la cabeza mientras cogía con el tenedor otro trocito de huevo. ¿Cómo podía funcionar esa clase de relación? Los celos serían inevitables. Y las cosas serían más difíciles para ella que para cualquiera de ellos. Ellos tendrían sólo una esposa que satisfacer, ella tendría tres.

Tres hombres para satisfacer, conocer, y todos diferentes. La mera idea de las complejidades involucradas en la situación, le dio un fuerte dolor de cabeza.

Jordan, ciertamente, era el más fácil de los tres hermanos. Se sentía relajada a su lado. Era una reacción natural. Hasta donde sabía, Jonathan era el mayor, era tan claro como si estuviera escrito en su frente. Y, aunque hacía un gran esfuerzo para hacerla sentirse cómoda, sabía que él podía ser peligroso cuando estaba enfadado. Emanaba poder y autoridad, que lo cubrían como una manta.

Su mirada se giró hacia Joey. Era un enigma. El único de quien ella no tenía formada aún una idea. Era quieto y serio, pero aún más que eso, ella vio el dolor de sus ojos. Como ella, él había visto el lado oscuro de la vida. Apostaría hasta su último dólar en ello.

— ¿Estás bien? —preguntó Jordan.

Ella lo miró.

—Estoy bien, es solo una jaqueca—

Caminó hasta uno de los cajones, encontró un frasco de ibuprofeno, sacó varias píldoras y se las entregó. Solo un ejemplo más de cuidarla. La calentó y asustó al mismo tiempo.

— ¿Qué te preocupa, cariño? —preguntó Jonathan.

¿Era tan fácil de leer? ¿Podrían leer su mente y su alma? Sus dedos se tensionaron sobre el tenedor, y por un momento, ella pensó en negar que hubiera algo en su mente, pero la honestidad de Jonathan la obligaba a ser igual de honesta.

—La dinámica de esta relación que proponen es... es bastante confusa, no consigo entenderla —admitió.

Percibió las sonrisas triunfantes de los hermanos. Ciertamente, para ellos eso era una señal de que estaban haciendo progresos. Y quizá tuvieran razón, aunque fuera una locura, incluso contemplarlo.

— ¿Quieres discutir sobre algún aspecto en particular? —preguntó Jonathan. Suspiró y dejó el tenedor.

—Todo es muy extraño para mí. Ni sé por dónde comenzar. Continúo esperando que me digan que todo es un chiste, que están bromeando—Joey puso una mano en su rodilla.

—No es un chiste. Ahora, dinos lo que estás pensando—

Inspiró profundamente, se dijo a sí misma que estaba completamente loca y luego comenzó a decirles honestamente, lo que estaba pensando.

—Es lo siguiente: tienen una persona de la que ocuparse en esta relación. Yo tengo tres. Tres hombres dominantes, sobreprotectores, y bastante grandes. Y no veo cómo pueda ser remotamente posible que os complazca a todos al mismo tiempo—

Sonrisas engreídas y seguras adornaban los rostros de los hombres.

—No creo que ninguno de nosotros espere la perfección —dijo Jordan— Aunque —agregó, recorriendola con la mirada de arriba a abajo —No estoy descontento con lo que tenemos—

—Discutimos muchas veces el asunto —dijo Jonathan en tono serio— Sabemos que no siempre será fácil. Ni siempre fue fácil para nuestra madre y padres, pero si todos trabajamos juntos, no existe ninguna razón para que no podamos vivir en armonía—

Enamorada de Tres Hermanos [NKOTB]Where stories live. Discover now