Nuestro secreto.

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Estaba en una cabaña oscura tanto que apenas y podría ver el suelo.

Comencé a caminar buscando una salida puesto que el oscuridad me daba mucho miedo. De pronto tropecé con algo; creí que eran unas escaleras porque comencé a rodar hacia abajo y me comenzó a doler la espalda cuando llegué hasta el suelo.
Me levante y subi de nuevo las escaleras sólo que cuándo terminaron topé con una puerta.
Cuando abrí esta puerta desperté.

Era de mañana. Las 5:30 para ser exactos.

Ayer mismo había acordado con mi mamá y me dio el permiso de irme sola caminando a la escuela y para que mi hermano no tuviera excusa de llevarme.

Decidí irme 10 minutos antes que ellos. Me duché, me alisté y bajé a desayunar y pronto dieron las 5:55 a.m.

Tomé mis cosas y salí de la casa. En la entrada de mi terreno estaba la camioneta de David.

En cuanto cerré la puerta él bajó el vidrio.

—Veo que te vas antes. Yo ya me iba. ¿Gustas que te lleve?

—¿Qué haces aquí?

—Sigues haciendo una pregunta qué ya respondí mi lady— dijo él.

—¿Estás aquí toda la noche cuidándome?— el asintió.

—Nunca se sabe. Sube.

Subí al auto y me puse el cinturón.

—¿Ya desayunaste?

—Si, gracias ¿Y tú?

—Yo si. Como faltan 30 minutos... ¿Te parece si vamos a un lugar?

—¿A dónde?— dije confundida.

El paró el auto y se veía un pequeño río. Sacó una caja de la guantera de la camioneta. Una caja de regalo dorada con un gran moño rojo.

—Toma, es para ti.

—¿Por qué?

—¿Necesito un motivo?— reí y abrí el regalo.

Había un libro y un collar.

—Gracias, pero no lo aceptaré, es mucho.

—Si lo harás— dijo poniendo los seguros al auto— deja la caja si gustas, para no levantar sospechas.

—El sobre tu lo dejaste en mi ventana, ¿cierto?— él sonrió victorioso asintiendo.

—¿Quién eres?— pregunté de nuevo— dime quién eres.

Comenzó a acelerar y llegamos a la escuela, llegamos por la parte trasera.

—Alguien que te quiere— respondió abriendo las puertas— suerte en tu día.

Sonreí no muy convencida de su respuesta, aunque me sonrojé, no era lo que buscaba. Después de bajar del auto y dirigirme si el salón de clases me topé con John a la entrada de este.

—Hey creí que no ibas a venir, tus hermanos llegaron y tú no estabas.

—Hola, no, lo que pasa es que ya no vendré con ellos, mi mamá me dio autorización de venirme sola así qué...— en eso entró Anahí—vine con Anahí, ella paso por mi— mentí, y ella entendió.

—Si, yo pasaré por ella en las mañanas y en las tardes la llevaré. No te preocupes.

—Bueno, me alegra que estés a salvo y no con gente que no conozcas.

—Si...— En eso tocó el timbre y entramos a clases.

Al término de la primera clase Anahí se acercó a mi.

✅Desde Las Sombras: Un Amor En El LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora