Shawn Mendes Preferencias

Thirty Two • Estrés

Observaste a Shawn sentado en su puff con su guitarra, junto a muchos papeles esparcidos por el suelo y la pequeña mesa frente a él. Sonreíste, pero se borró tan pronto como escuchaste un suspiro cansado. Te acercaste a él y sus codos se apoyaron en sus rodillas, las palmas de sus manos se ubicaron en sus ojos, presionándolos. No te gustaba verlo de esa forma, tan estresado, cansado y con grandes ojeras. Estaba preparando un nuevo álbum y sentía presión porque también debía pensar en un tour. Levantó la mirada y te sonrió cansado. "Mmm...¿Quieres un masaje?" "Eso sería encantador" Dijo dejando a un lado la guitarra para luego tomar tus manos y darle un beso a cada una. Dicho y hecho comenzaste y pequeños quejidos salían de sus labios. Hiciste una mueca notando lo tenso que estaba al estar tanto tiempo pegado al suelo, prácticamente. No pudiste seguir ya que se levantó y giró hasta dar contigo. Con sus brazos rodeó tu cuello para acercarte a su cuerpo. Besó tu cabellera y sonrió. "Estas muy cansado" Sintió tu mirada preocupada y besó suavemente tu mejilla. Shawn sabía que ustedes casi no se habían visto estos días, y además de preocupación también sentía que querías pasar tiempo con él y no era estúpido, tenía que complacerte todos estos días. "Lo sé, ¿Luzco horrible no es así?" Arrugó su nariz tiernamente. Miraste la habitación con el desastre de hojas. "Que tal si vamos a la habitación un rato y te ofrezco palomitas o algo para disfrutar de una película" "Me parece perfecto" Y picó tu nariz. Dispuesta a ir hasta la cocina, fuiste interrumpida ya que tiró de tus caderas y robó un beso de tus labios. De un momento a otro te encontrabas sobre el sofá y con Shawn encima tuya dejando besos húmedos en tu cuello. Tus manos curiosas comenzaron a tocar su torso e un poco más abajo. Sus pequeños gemidos junto a los tuyos, le causaron escalofríos. "Definitivamente esto es lo que necesitaba" Una sonrisa pícara se asomó y te tomó de la cintura para cargarte y llevarte hasta la habitación. "Necesito a mi princesa, ahora mismo" Decía mientras te dejaba como si fueras lo más frágil, sobre la cama. Su boca devoró y succionó tus labios dejándolos hinchados. "Gracias por sacarme el estrés... Esta forma de hacerlo me encanta".