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Cuando son casi las diez, me dirijo al ascensor, donde ya nos está esperando Effie con un traje de color morado oscuro que combina muy bien con su pelo rosa. Katniss no tarda en aparecer y nos desplazamos a las sales de entrenamiento, que están en el subsuelo, debajo de las plantas donde nos alejamos. Estoy bastante nervioso e imagino que Katniss también, por su manera obsesiva de morderse las uñas. Este momento será cuando nos reuniremos con todos los demás tributos para entrenar justos, profesionales incluidos.

Al llegar, descubrimos que el centro de entrenamiento es enorme, con infinidad de puestos donde practicar diferentes habilidades. Nos reunimos alrededor de un círculo donde ya están dispuestos todos los demás tributos y un avox me pone un dorsal con el número 12 a la espalda. Mientras nos explican las normas que debemos seguir, me fijo en los demás tributos. No puedo evitar sentir pena por aquellos a los que se les marcan los huesos en la piel y que miran asustados al suelo sin dejar de temblar. Me obligo a mi mismo a ponerme derecho e intento aparentar serenidad, supongo que podría intentar parecer algo más amenazador, pero creo que no lo voy a conseguir. Es cierto que mi falta de altura queda compensada por mi fuerza y mis músculos, pero no me veo capaz de aparentar agresividad, no estoy acostumbrado a enfadarme. No sé puede decir lo mismo de los tributos profesionales, que han puesto su cara más amenazadora mientras nos miran con superioridad y desprecio a los demás. Seguro que están deseando echar mano de las armas más mortíferas para empezar a divertirse. Finalmente, acaba la explicación y nos dejan ir al puesto que queramos.

-¿A dónde te gustaría ir?-Pregunto a Katniss. No sé me ha olvidado el echo de que tenemos que entrenar justos.

-¿Y si atamos unos cuantos nudos?-Sugiere.

-Buena idea.-Supongo que los nudos servirán para las trampas con las que cazar animales o incluso tributos, así que aprender puede ser útil.

Empiezo haciendo unos nudos sencillos y sorprendentemente descubro que no sé me da del todo mal, así que el entrenador nos enseña una trampa que puede dejar a un tributo colgado boca abajo por una pierna y los dos la practicamos hasta que Katniss la domina y yo soy capaz de hacerla medianamente bien.

Nos damos una vuelta por el centro de entrenamiento investigando los demás puestos hasta que veo uno que me llama la atención. Me dirijo hacia allí y Katniss me sigue. Es el puesto de camuflaje y lo que me ha gustado a sido ver todos los mejunjes que hay allí dispuestos, de todos los colores posibles. En seguida noto lo feliz que me hace este puesto, porque llevo demasiado tiempo sin pintar, así que cojo unos cuencos de lodo, arcilla y jugo de bayas y me olvido de todo lo que me rodea, incluyendo miedos y preocupaciones, y me concentro en mezclar los colores sobre mi piel. Es un árbol lo que me viene a la cabeza, y me dedico a intentar pintar en mi brazo la imagen que tengo en la mente. No sé cuanto tiempo pasa, pero no paro hasta que quedo satisfecho con mi trabajo, he jugado con las luces y las sombras en mi obra y me agrada decir que me ha quedado bastante real, parece de verdad un árbol. Cuando finalmente salgo de mi mundo y aparto los botes de materiales a un lado, estoy de mucho mejor humor, incluso feliz. El entrenador me felicita mientras admira mi trabajo y Katniss me mira asombrada.

-Yo hago los pasteles-Confieso con una sonrisa.

-¿Los pasteles?-Pregunta ella.-¿Qué pasteles?

-En casa. Los glaseados, para la panadería-Explico. Es probable que ella nunca haya podido permitirse comprar ninguno de ellos, pero si que los debe de haber visto expuestos en el escaparate por la cara de reconocimiento que pone.

-Es encantador, aunque no sé si podrás glasear a alguien hasta la muerte.-Dice al fin. No sé si ha hecho su comentario con intención de ofenderme, pero estoy de demasiado buen humor como para que me importe, así que le contesto alegremente:

-No te lo creas tanto. Nunca se sabe lo que puedes encontrar en el campo de batalla ¿Y si es una tarta gigante que...?

-¿Y si seguimos?-Me corta ella molesta. Sólo intentaba hacerla reír aunque está claro que no lo he conseguido. La verdad, ahora que me fijo, apenas la he visto reír un par de veces. Me encojo de hombros y me dedico a seguirla, ya se ha ido sin esperarme.

Así "Lo-Ve" Peeta (Los Juegos Del Hambre)Where stories live. Discover now