00.

237 23 16
                                    

Todo había cambiado, y a la vez, parecía que nada lo había hecho.

Esa persona parada a unos cuantos metros delante suyo seguía siendo impuntual como alguna vez había sido, trayendo detrás de ella una excusa para su retraso, con esa sonrisa avergonzada pero que por dentro no guardaba remordimiento, y tú sin saberlo, aceptabas con empatía.

Le habría encantado decir que ver a esa persona no le perturbó, sin embargo, fue todo lo contrario desde que su mejor amigo, Rock Lee, le avisó de su llegada a Japón.

Aunque ya se lo esperaba, verla abrazando a Lee y saber que estaban compartiendo el mismo techo le supo amargo, melancólico. Pero no lo mostró.

No podía mostrarlo, en primer lugar porque nadie ahí sabía que durante un tiempo muy remoto Hyuga Neji y Tenten habían tenido una relación amorosa. Una relación que resultó incontrolable, más intensa que un huracán y que después de haber hecho su desastre, dejó emociones dolorosas que parecieron ser eternas hasta que cesaron. Y en segundo lugar porque la persona con la que ahora compartía una relación bastante sana y a la que, para ser francos, no le faltaba nada, no merecía ser atormentada por un fantasma del pasado.

El pasado jamás debía de ser tocado, jamás debía de hablarse de él como si fuera parte del presente, como si se pudiera cambiar algo. Como si aún fuera importante.

Y como si no la hubiera visto, regresó la vista a su novia, que de manera automática lo miró de vuelta. Los dos se sonrieron con cariño. Fuu pasó sus delgados brazos por la cintura de Neji y él la pegó a su cuerpo, rodeándola por la espalda baja. Los ojos almendrados de Tenten repararon en la feliz pareja al mismo tiempo en que ellos compartían un casto beso que parecía ser más dulce que el chocolate, y una chispa en ella se encendió.

¿Ese realmente era Neji?

—¡Bienvenida, Tenten-san! —gritaron Naruto y Kiba, sacando de su estupor a la castaña y robándole una sonrisa genuina.

La castaña se acercó a ellos a zancadas para saludarlos con todo el placer que había estado guardando dentro de su ser por más de cuatro años.

—Mucho tiempo sin verte, Tenten-san.

Tenten fue abrazada por todos, elogiada por sus amigas y despeinada por sus amigos, atiborrada de preguntas cuyas respuestas eran largas, nada pensadas pero que no le apetecían responder por el momento. Afortunadamente, Rock Lee había sido su salvación a ello, alejándola de los demás con disculpas seguidas de un: "Tienen tiempo para conversar con ella." Mientras la acercaba a lo que sería el encuentro más incómodo de su vida.

Lee le pasó un brazo por encima del hombro a la par que con el otro abrazaba de la misma manera a Neji. Tenten no supo de que otra forma reaccionar teniéndolo tan cerca por la fuerza que Lee había ejercido para rodearlos a ambos con toda la alegría que podía poseer en ese instante, y por lo que pudo notar, Neji tampoco supo qué hacer.

Sus miradas se detuvieron en el rostro del otro después de mucho tiempo.

Y aunque debió de haber sido un evento alegre, justo como Rock Lee lo percibía, ellos dos no pudieron tomarlo así.

Durante un tiempo, exactamente el mismo tiempo que Neji y Tenten habían sido novios en secreto, junto con Lee habían sido un trío de amigos inseparable. Pero aunque se consideraban mejores amigos, ninguno de los dos había tenido la osadía de contarle a Lee que ellos dos eran una pareja amorosa más que de buenos amigos, así que cuando terminó, Rock Lee tampoco supo que no había sido en buenos términos y que todo lo bueno que pudo haber tenido aquella relación, ya fuese amistosa o amorosa, no existía más.

Tenten pudo percibir, después de aquella mirada inconforme que Neji le dio, que no estaba dispuesto a quedarse estancado en el pasado con algo que había ocurrido cuando ellos apenas tenían dieciocho años, así que, despeinando el cabello de Lee, le apretó una sonrisa dirigiéndole una mirada a él.

LOVE IS NOT OVER.「NEJITEN」Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt