LOVE IS NOT OVER.「NEJITEN」

02.

Les recomiendo que escuchen la canción
que inserté aquí para que lean,
no es español, ni inglés,
pero no se necesitan de los idiomas para conectar con la música.  

Nunca había sido buena demostrando lo que sentía.

Ni revelando cosas mínimas de su vida como su color favorito o su programa preferido cuando era una niña. Y aunque sí que podía contar a las personas que sabían el nombre de su padre, le seguían sobrando dedos aun sumando ambas manos.

Casi podía asegurar que no había una sola persona en el mundo que conociera la historia que llevaba escribiendo desde que empezó a andar sola. Nadie, ni siquiera su familia. Pero eso para ella estuvo bien cuando no pensaba que le hiciera falta, hasta que sintió un peso enorme sobre sus hombros que no lograba quitarse de encima y mucho menos hacer ligero.

Se cuestionó muchas veces si era débil por querer tener a una persona con la cual liberarse y contarle que su pasatiempo favorito era jugar vídeo juegos, que por las noches tenía miedo de cerrar sus ojos porque sus sueños pronto se transformaron en pesadillas, y aunque no obtuvo la respuesta de esa pregunta, no dejó de desear aquello.

De pronto, unos brazos firmes que en un tiempo ella vio en formación, la sostuvieron cerca de un cuerpo que conocía de memoria, como si Dios hubiera escuchado sus plegarias. El abrazo era fuerte, protector, lleno de apoyo, y no pudo pedir nada más para que su cuerpo perdiera rigidez y llorara todo lo que no había llorado antes.

Mario Benedetti dijo alguna vez que él tenía la teoría de que cuando una persona llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas que no lloró en su debido momento.

Y justo en ese momento, fue que Tenten lo entendió. Se desahogó en su pecho y se aferró con más ahínco al cuerpo masculino y a esa peculiar fragancia. Fue ahí cuando quiso hablar y donde se sintió liberarse por primera vez.

Unos minutos más tarde, cuando logró calmarse y Neji le aseguró que nadie la había visto y tampoco escuchado, los dos caminaron hacia un columpio que sus abuelos tenían más al fondo del patio trasero.

Tenten suspiró con cansancio, alivio y nervios entremezclados. Neji no la apresuró para que hablara y la esperó pacientemente.

Lo menos que su amiga de la infancia necesitaba era que la cuestionaran y él ya lo había hecho de primera, por lo que no quería volver a repetir el mismo error y tampoco quería robarle las palabras aunque sabía de sobra que Tenten nunca las dejaría escapar de su boca. Se quedó a su lado, sentando en silencio, mirando al césped.

En ningún momento se sintió incómodo con su silencio, los dos en el pasado habían sabido valorar igual esos momentos en los que no se oía nada por su parte. Cuando Tenten se sintió todavía un poco más valiente, habló con una voz queda:

—Mi mamá te lo dijo, ¿no? —aunque el comentario era evidente, Tenten no había sabido como abordar el tema de otra manera que no fuera esa. Se sentía inquieta, miedosa. No podía controlarlo.

—Sí —respondió Neji de inmediato.

El castaño le lanzó una breve mirada a su compañera. Tenten nunca diría con palabras que algo le molestaba pero sí lo mostraría con acciones, así que se enfocó en buscar alguna reacción por su parte que la delatara.

La vio mirar hacia el frente con el mentón alzado y ese semblante entristecido, oscuro igual que las ojeras debajo de sus ojos que ayer había sabido ocultar bien con una alegría que pareció ser genuina, y desde luego, el poder del maquillaje. Parecía que buscaba encontrar fuerzas de alguna manera para no echarse a llorar nuevamente, lucía igual de preocupada, pero la molestia no la supo encontrar.