Atypical [Extraordinary #02] 《Editando》

Capítulo ocho [Problemas y preguntas]

Sunflower- Post malone, Swae Lee.

— ¿Me dirás a dónde vamos? —La voz impaciente de Ares me hizo sentir más nervioso de lo que ya me encontraba.

Habíamos logrado salir hacia el campo de fútbol, sorprendiéndome un poco lo fácil que resultó salir sin cruzarnos con nadie. Me preguntaba cuántas personas se escaparían cada día de aquí sin que nadie se diese cuenta. El cielo está iluminando por la luna y las estrellas, tan brillantes que hicieron que pudiésemos ver bien sin necesidad de usar la linternas de los celulares. Caminamos un poco más hasta que llegamos a las gradas y nos sentamos en la parte superior de ellas.

El ambiente estaba muy frío así que agradecí el haber estado usando un suéter. Ares se estiró sobre la grada reposando sobre su espalda. De sus labios escapó un suspiro y mantuvo los ojos cerrados.

— ¿Mejor? —pregunto yo.

Él asintió.

—Respirar nunca se había sentido tan bien como ahora... Por cierto, lamento lo que dije hace un rato.

Lo miré un poco confundido. Él abrió los ojos y conectamos miradas.

—Lo de que tu vida es perfecta, no debí de asumir que es así. No estaba pensando muy bien antes, de hecho aún no lo hago.

Era gracioso lo mucho que me sorprendía que un chico como él se disculpase honestamente.

—Gracias, creo. Yo no debí de quedarme para escuchar esa conversación, lo lamento.

—Cierto, no debiste, pero quiero saber que tanto escuchaste. Y acércate más, quiero ver bien tu rostro para saber que no me estás mintiendo.

Suspiré y me acomodé de manera en que quedase frente Ares. Él también se sentó de la misma manera que yo. No estábamos lejos el del otro, de hecho estábamos cerca y como ahora había bajado un poco (Apenas un poquitito) la guardia con él, pude darme cuenta de dos cosas: Olía muy bien y por la forma en la que estaba sentado su pantalón se subía un poco en los tobillos mostrando unas bonitas medias rosadas.

—Me gustan tus medias —dije antes de contar lo que había escuchado y él se rió un poco.

—Hannah sabe que me gusta mucho el rosado y me regaló unos pares de medias la última vez que nos vimos, ya están un poco viejas pero aún me gustan mucho.

Quise preguntar respecto al hecho de porque habían pasado tiempo sin verse, pero sentí que no era lo correcto en ese momento.

— ¿Entonces te gusta el rosado? Pensé que eras totalmente dark y odiabas los colores alegres.

Ambos nos echamos a reír.

—Me gusta vestir de negro, pero mi alma es rosada. Soy como Blackpink.

—Y por lo visto también te gusta el K-pop—Inquirí.

— ¡No desvíes la conversación y dime que escuchaste! —Me exigió entre risas. Me hizo sentir un poco mal recordar su expresión al escuchar como esa mujer le gritaba aquellas cosas, pero él me pedía honestidad.

—Bueno... Escuché que ella estaba enfurecida porque estás aquí en el mismo lugar que Hannah, también dijo algo sobre que traes problemas y... creo que tú dijiste algo sobre que estás haciendo las cosas bien.

Su rostro era inexpresivo. No sabía decir si estaba triste, molesto o si simplemente no le estaba dando tanta importancia al asunto.

Tomó aire y suspiró.

—Ojalá tuviésemos con nosotros una botella de alcohol, sería genial —Oh, bueno. No me extrañó que haya querido cambiar así la conversación.

—Estarías bebiendo solamente tú, yo nunca he probado el alcohol.