¿Por qué estoy triste?
Porque ya no recibirás mis pases ni pasaremos el tiempo juntos en los recesos. No podré escuchar tu risa ni ver tu mirada sorprendida ni sentir tu cercanía.
Porque ya no estarás conmigo, Bokuto.
—Porque te irás —le digo sin entrar en detalle.
—Sí, es un poco triste —me responde— extrañaré entrenar con el equipo. Las clases no las extrañaré. También voy a extrañar los campamentos de entrenamiento con el Nekoma, el Karasuno y los demás.
Asiento con la cabeza.
—¿Y... yo? —pregunto en voz muy baja, y apenas lo digo, me arrepiento.
—Por supuesto que a ti también te voy a echar de menos, Akaashi.
A pesar de que cierro los ojos con fuerza, no puedo evitar que un par de lágrimas caigan de mis ojos. Se me aprieta el pecho. Tengo mucha pena. No quiero que se vaya.
—Akaashi, no te pongas así —me dice colocando su mano sobre mi hombro.
Pero no puedo evitarlo.
—Hey, seguiremos siendo amigos —me dice.
Y me toma la barbilla para levantar mi rostro y poder mirarme.
Abro los ojos y me encuentro con los suyos.
Nunca los había visto tan cerca. Sus ojos claros, casi ámbar, de párpados caídos.
Me está sonriendo. Quiere que me sienta mejor.
Pero, ¿cómo me voy a sentir mejor si lo voy a perder para siempre?
Cuando él salga no solo no podré verlo todos los días, sino que ya no tendrá tiempo para estar conmigo.
Y nunca sabrá todo lo que siento.
Quizás sí deba saberlo.
Quizás este sea el momento.
Podría besarlo.
Nunca he besado a nadie y no he querido besar a nadie más que a él.
No sé si Bokuto ya habrá besado a alguien.
¿Me atrevería a ser su primer beso?
Si me rechaza... bueno, de todas formas lo perderé en dos semanas.
Y me acerco a él, rápidamente, hasta juntar nuestros labios.
Ojalá supiera qué está pensando.
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So nice, so smart
FanfictionBokuto siempre ha sido una estrella para Akaashi. Y no solo por su habilidad en el volleyball, sino que porque lo ciega completamente en todos los sentidos. Pero eso es algo que Bokuto nunca debería saber.