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¡¡DUDA RAPIDA!!

¿Si escribiera un one-shot de algún shipp de haikyuu cual les gustaria?

dejen sus comentarios aquí:

—Querido, que bueno es volver a verte —dijo la señora mientras acercaba una mano a la cara de su hijo

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—Querido, que bueno es volver a verte —dijo la señora mientras acercaba una mano a la cara de su hijo.

En ese momento, Kenma retrocedió y sus ojos se abrieron con sorpresa

Sentía que su corazón palpitaba demasiado rápido, sus manos comenzaron a temblar, todo su cuerpo comenzó a temblar

—Kenma, ¿quien es? —pregunto Kuroo, bajando las escaleras.

El contrario no podía hablar debido a que sentía que se le iba el aire, todo comenzó a darle vueltas y tuvo ganas de vomitar.

—¿Kenma? —pudo distinguir esa voz pero la oía lejana.

—Hey, cariño, ¿que sucede? —su vista estaba tan borrosa que no podía distinguir quién de los dos estaba parado frente a el.

Comenzó a respirar de forma agitada y cayó de rodillas al suelo, con sus manos aferrándose a el para no desplomarse por completo, por cada respiración agitada que daba sintió que moriría.

No podía pensar y su cabeza solo mareaba más, creyó que estaría a nada de desmayarse.

Haciendo asustar a los que estaban presentes, Kuroo fue el primero en tratar de ayudarlo, poniéndose de rodillas agarro su cara entre sus manos y comenzó hablarle.

—Bebe, mírame —le dijo a Kenma— estoy aquí, mírame, no pasa nada.

Kenma tenía sus ojos cerrados con fuerza debido a el mareo que tenía.

—Mirame, por favor —suplico y el rubio dejo las manos del suelo para aferrarse a los brazos del contrario lo hizo— bien, ahora inhala y exhala, hazlo como yo.

Kuroo le hizo un ejemplo, y Kenma haciendo lo que le decía, comenzó a calmarse poco a poco.

La señora seguía viendo la escena sin saber exactamente que hacer.

Estaba a punto de acercarse hasta que cierto moreno la detuvo.

—Señora no sé quién es exactamente usted, pero con todo respeto, necesito que se aleje un poco —mando el pelinegro, sin quitarle la vista a el menor.

Kuroo siguió repitiendo a Kenma las mismas palabras, hasta que el bajito comenzara a calmarse del todo.

Media hora después Kenma se recuperó y comenzó a llorar como si la vida se le fuera en ello.

—Ya paso, tranquilo —trato de seguir calmandole— estoy aquí ahora, confía en mí, todo estará bien.

La señora suspiró, sentada en el sofá y sintiéndose culpable, escuchando los sollozos de su hijo.

—Vino alguien a verte —siguió hablando, dejando un beso en su frente— ¿te sientes listo para hablar con ella o voy yo?.

Kuroo no recibió respuesta así que tomo eso como un: "no" y lo llevo arriba, Kenma camino, con su cabeza cabizbaja, sin poder pensar en nada.

—Te dejaré aquí un rato e iré hablar con ella —besó su mejilla— ya regreso.

Y ahora Kuroo tendría que hablar con ella.

Mientras Kenma tenía su mente hecha un lío.

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