第二十八 !

807 97 27
                                    

" I'm sick of sight without a sense of feeling
And this is how you remind me "

—¿qué demonios haces aquí? —le pregunté cuando nos quedamos cara a cara en ese viejo, feo y oscuro lugar.

—lo mismo me pregunto yo —me dijo de mala gana.— de todas las personas en el mundo justo tenía que topar contigo. —le di una mueca molesta por lo grosero que estaba siendo y cuando estuve a punto de contestarle algo se oyeron ruidos de la parte de afuera.

Tape mi boca con ambas manos y vi como él se puso alerta a cualquier movimiento, se oyeron voces en la parte de afuera que no pude entender con claridad pero supuse que tanto a él como a mí también nos estaban persiguiendo.

—¿a dónde mierda se fue? —gritó una voz extraña.

—debe estar aquí dentro —dijo el segundo, por instinto Yoongi y yo retrocedimos de allí hasta quedar en el centro del pequeño lugar con solo una luz alumbrándonos en el techo.

La puerta comenzó a ser forzada y mordí mis labios buscando con la mirada algún objeto con que arrancar la puerta pero él se me adelantó cuando desbarató unos cables que tenían sujeto una especie de fierro para atascarla aún más y como si mi suerte fuera poca...

—¡alto! ¡Policía de Seúl! ¡Manos arriba delincuentes!
Yoongi retrocedió y nos escondimos detrás de un cargamento por si decidían entrar pero para nuestra grata satisfacción eso nunca ocurrió. Soltamos el aire retenido con una sonrisa.

—¿estás bien? —me preguntó mirándome de reojo.

—sí, ¿tú? —él asintió y nos reincorporamos.— ¿de qué huías? —pregunté.

—de las injusticias de la vida —respondió simple como una mala respuesta sarcástica.

—te has vuelto tan odioso —le dije cansino.— ya ni siquiera puedo mantener una conversación contigo sin que te portes tan grosero.

—bienvenido a la realidad cariño —me sonrió de mala gana.— esto es lo que soy y sinceramente me importa una mierda si te gusta o no, tú y yo no tenemos nada que ver.

—¡¿puedes dejar de ser tan rencoroso por un minuto?? —dije saliendo del lugar para quedar en el centro, justo donde él estaba.

—no me pidas idioteces, Jimin —me dijo serio empujándome un poco haciéndome retroceder.

—no me toques, ¡no vuelvas a tocarme!

—¡pero que raro que digas eso! Porque en la madrugada si que estabas bien a gusto manoseándome ¿verdad pervertido? —se rió.

—no es lo que crees —le dije con la mirada más seria.— solo por un segundo sentí lastima por ti. —traté de defenderme.

—no me hagas reír cara bonita —sonrió.— soy yo el que siempre la tuvo por ti.

Tras decir aquellas palabras el seguro de incendios se rompió haciendo que todo el lugar comenzara a mojarse de una manera descomunal, ambos nos quedamos inmóviles ante eso pero mi ira descendió tanto que ahora salía por cada uno de mis poros y... exploté.

—¡todo esto es tu culpa! —le grité empujándolo con toda la fuerza que tenía

—¡tienes razón hubiera dejado que te lleven! Eres un malagradecido —me dijo reincorporándose.

—¿por qué tratas de arruinarme siempre? ¡Estaba mejor sin ti! —mis labios formaron un puchero —arruinaste mi cabello recién hecho, tarde horas en hacerlo, mi maquillaje y sobre todo ¡mis hermosas botas nuevas! Carajo son costosas y las arruinaste —le grité con odio.— ¡arruinaste mi vida! —todo quedó en silencio.

Mélancolie! | メランコリア.Where stories live. Discover now