Amor Salvaje (CONCLUIDA)

Capítulo 10: "¿Confias en mi?"

Narra Brock:

No pude dormir mucho anoche, me quede despierto pensando en Bo. Cundo la alarma de mi celular sonó, me levanté de la cama y vestí. Cuando salí de la casa noté que hacía mucho calor así que me lleve mis lentes oscuros. Eso me dio una idea, corrí un poco hasta una heladería y pedí helado para llevar. Sabía que no resistiría el viaje hasta la casa de Bo, así que lo metí en una hielera junto a unos refrescos. Me puse una de mis trajes de baño favoritos y traje uno de repuesto.Puse uno hilos dentro de la hielera y me dirigí al bosque.

Narra Bo:

Me desperté algo sudado, vi alrededor de la habitación. Salí para ver si seguían durmiendo los niños, un olor delicioso capó mi atención y me dirigí hacia él. Vi a los niños sentados en la mesa esperando mientras jugaban entre ellos, de espaldas, estaba Brock cocinado.

-Miren quien despertó -dijo feliz-.
-Buenos días papá -dijo Leon y me sorprendí-.
-¿Dormidte bien? -preguntó Nita-.
-Se despertó tarde, yo diría que sí -los tres se rieron-.

Todo era de ensueño, perfecto. Brock luego de servir el desayuno se sentó al lado mío, me abrazó el brazo y me miró por unos momentos. Me puse muy rojo y cerré los ojos. En ese momento volví a despertar, estaba en mi habitación de vuelta. Toqué mi frente, estaba sudada, salí de mi cuarto. Los niños seguían durmiendo y nadie estaba en la cocina. Me pellizque el brazo para comprobar que no estaba soñando, efectivamente, no era así. Hice ejercicio antes de preparar el desayuno.

Narra Brock:

Luego de dejar mis zapatillas donde siempre, camine hasta la Bo y toqué la puerta. E unos instantes, me abrieron.

-Buenos días Bo.
-Buenos días -me abrió la puerta y se hizo a un lado- por favor, pasa.
-Gracias -pasé- ¿donde puedo dejar esto?.
-¿Qué hay dentro?.
-Helado, refrescos y hielo -lo deje en la mesa- hoy hace mucho calor.
-¿Qué es... helado?.
-Créeme, cuando lo pruebes, lo vas a amar.
-Está bien -se puso a cocinar-.

Mientras hacía esto, me senté en una silla y charlamos. Al cabo de un rato, los niños se despertaron. Al verme se quedaron quietos por un segundo, pero luego saltar hacia mi.

-¡Brock! -gritaron los dos y los abracé-.
-¿Durmieron bien?.
-Se despertaron tarde, así que yo diría que si -dijo Bo y reímos los tres-.
-Estuve escuchando la música que nos diste.
-¿De verdad, cuales fueron sus favoritas?.

Los niños se sentaron a la mesa y comenzaron a hablarme sobre sus canciones favoritas. Pasamos tanto tiempo hablando que no nos dimos cuenta de que Bo había terminado de cocinar; sirvió el desayuno en platos y nos los dio. Lo probé, estaba muy bueno, se notó en mi expresión.

-Me alegro que te haya gustado -dijo con una sonrisa-.
-¿Qué estás usando Brock? -preguntó Nita con la boca llena-.
-Nita, modales -dijo Bo-.
-Es mi traje de baño, pensé que como hoy hace mucho calor, podíamos ir a la cascada.
-Ese era mi plan.

Ayude a Bo a lavar los platos, luego de eso, me ayudo a llevar la hielera hasta la cascada. La dejamos a un costado, los niños corrieron a toda velocidad y de un salto ya estaba dentro. Me quite la remera y deje los lentes en el pasto. Salté para luego nadar un poco y poner en mis hombros a Nita. Leon se puso algo celoso, pero en ese momento Bo se quitó su chaleco y camino hacia nosotros. Se desató el pelo para luego nadar hasta nosotros, me puse muy rojo. Leon se apresuró a subirse a su espalda Pat estar igualado a Nita, los niños comenzaron a forcejear para ver quien caía primero. Bo y yo reímos un poco. Después de pasar un buen rato nadando y jugando, salimos a descarnar un poco.

-Miren esto chicos -abrí la hielera y les di un helado a cada uno-.
-¿Qué es? -preguntó Leon-.
-Es helado, tienen que lamerlo, no... -Bo le dio una mordida y se tapó la boca- precisamente hacer eso.
-No lo sabía.
-Tienen que hacer así -comencé a lamerlo- y luego lo pueden aplastar contra el paladar.
-¿El que? -preguntó Nita-.
-Él paladar -abrí la boca y les indique donde estaba- aquí.
-Oh ya veo -Leon lo lamió y se sorprendió- esto sabe muy bien -lo hizo de vuelta y se emocionó aún más- de verdad.

Comimos el helado hasta que se terminó, Leon y Nita fueron a la sombra para matar un poco más el calor. Yo me fui a tomar sol con mis lentes. Pasamos todo el día allí, cuando fue tarde me despedí de todos y me fui con la hielera. No me acompaño hasta los árboles.

-¿Nos vemos mañana a la tarde?.
-Desde luego.
-Buenas noches.
-Bo... estuve pensando... deberían venir a visitar el pueblo.
-¿Qué?.
-Ya sabes, ya conozco dónde vives tu, pero ahora es mi turno.
-No lo sé -dijo pensativo-.
-¿No confías en mi? -me reí un poco-.
-Claro que si.
-Te dejo para que lo pienses -me atreví a abrazarlo- hasta mañana en la tarde.
-Hasta... mañana -se puso un poco rojo-.

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