❌ Dope ✝️~Rusmex~

✧Descanso

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Desde entonces me encanta escuchar el latido de tu corazón

Narra México

Me sentía fatal cuando desperté solo había dormido por unos minutos, moría de sueño y me sentía débil, era la primera vez que casi no dormía nada. Y para empeorar las cosas a mi padre le valió completamente verga mi estado cansado, solo se enojo más conmigo.

- No tengo la culpa de que no duermas, así que deja la pereza y ponte a trabajar- dijo molesto cuando todos habíamos acabado de desayunar.

No tenía ganas de levantarme, de hecho me estaba quedando dormido durante el desayuno, pero los regaños de España siempre evitaban que por lo menos cerrara los ojos.

No podía decir nada, si no después me iba peor y por obvias razones no podía contarle el porque de mi desveló y ojeras en el rostro.

Cabeceaba cuando me encontraba lavando todos los trastes.

- México...- voltee asustado de que otra vez fuera mi padre pero por suerte solo era Venezuela.

- si?-

- Deja los trastes yo me encargo, mientras hazte un café -

- Pero...-

- andá lo necesitas- hablo antes de que dijera alguna otra cosa y solo asentí.

Puse la olla con granos de café y agua en la estufa, me espere asta que estuviera lista. El olor era muy agradable en todo momento, solo espero que España no se enoje por eso.

- Weon estás haciendo café de olla?!- Vino apresurado chile y se quedó a lado de la olla todo el rato.

- Es para el mex - contesto vene mientras seguía lavando los platos.

- cierto. Cómo estuvo tu declaración anoche tigre?- pregunto con picardía mientras me daba leves codazos en el brazo.

- Declaración?, escuchaste todo?!-

- Corrección, escuchamos querido hermano, lo gritaron ambos - Apareció ecuador asomándose por la ventana de la cocina. - Bolivia ven para acá al chisme!-

- VOY!!!-

No por favor.

- No puedo creer que lo llamaste pendejo y te declaraste al mismo tiempo - dijo chile y todos empezaron a reir, incluso el boliviano que ya se encontraba junto a ecuador.

- Y después que pasó?- pregunto Venezuela cuando estos idiotas ya se habían calmado.

Suspiré y simplemente fui a ver cómo estaba mi café, me serví en mi  poderosisima taza artesanal mientras mis hermanos esperaban ansiosos a qué respondiera. No quería decirles lo que había pasado después de eso, hasta recordarlo todavía me pone rojo.