Capítulo 6

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¡Enjoy!

Capítulo 6

~*~

Técnicamente estaba todo listo para el gran momento. Castiel y Rowena habían coincidido al elegir a una de las mejores doctoras obstetra para el nacimiento de los gemelos. Por lo que cuando el mayor Winchester les llamó para avisarles que era el momento, el ángel fue el primero en aparecerse en el búnker.

― ¿Tienen todo listo?

― Sí, sí. Solo llévanos, Cas.

El ángel sujetó el hombro del rubio, mientras el castaño estaba básicamente recostado sobre su cuerpo, apenas capaz de sostenerse con las rodillas a punto de vencerse. Aparecieron en un parpadeo en la clínica, Rowena ya estaba ahí. La bruja ha sido llevada por su hijo Crowley. Una camilla les esperaba, Sam fue acomodado en ella con cuidado mientras el grupo de enfermeros y enfermeras le llevaba directo a quirófano. Dean estaba medio confundido en medio de todo, sobre todo porque conectaron una serie de aparatos al cuerpo de su amante, pese a que él honestamente esperaba que simplemente le anestesiaran y abrieran su vientre para sacar a sus hijos.

― Tranquilízate, Dean. ― El susurro femenino de la bruja casi le hizo sentir relajado, o acompañado, de alguna manera, por la única figura que podría acercarse a la materna. ― Crowley y yo preparamos algunos hechizos con antelación, todos ellos están viendo a una mujer en labor de parto, que no podrá dilatar y por ende será sometida a cesárea. La identidad de Sam está a salvo. Y después Castiel hará lo propio para el papeleo respecto a los pequeños. Ahora, si quieres estar ahí, también necesitas prepararte.

― ¿Qué? ― El rubio parpadeó, honestamente aturdido entre tantas cosas sucediendo simultáneamente.

Rowena sonrió con ternura. Consciente, más que nunca, de cuán humano y padre primerizo era Dean Winchester.

― Si quieres ver la cesárea en el mismo quirófano, y cortar el cordón umbilical de cada uno de los gemelos, debes vestir la ropa adecuada, por ahí. ― Explicó, señalando con un gesto el lugar adyacente al quirófano donde un par de enfermeras le estaban esperando para ayudarle a prepararse.

Las neuronas del rubio todavía tardaron al menos un minuto en comprender. Luego caminó con ansiedad hacia ahí, siguiendo las indicaciones para higienizarse y permitir que le colocaran el equipo adecuado, bata, guantes y cubrebocas. Era raro, casi sofocante, podía notar el martilleo de su corazón en las sienes. Está nervioso, asustado, emocionado de tal manera que apenas escuchaba murmullos a su alrededor.

Y es que ahí está su Sammy, acostado en una plancha, con el enorme vientre al descubierto y una sonrisa boba en la cara mientras la anestesia hace efecto. El sonido de los aparatos que vigilan su ritmo cardíaco y los de sus bebés, probablemente otros signos vitales que el rubio no entiende, hace eco en la sala.

Luego todo es charla entre los doctores y las enfermeras, durante algún momento de claridad, Dean escucha que le ofrecen cortar el cordón umbilical del primer bebé fuera del vientre, él todavía no sabe si es Samantha o Dariel, pero ya está llorando con fuerza. Con pulso tembloroso, el rubio usa las tijeras que le ofrecen y hace el corte, después el bebé es llevado a un costado, donde le limpian y hacen otras acciones que el rubio no conoce, pero asume que verifican su peso, estatura y signos vitales. A los pocos minutos corta el cordón umbilical del segundo bebé, que llora con la misma fuerza que su hermano, o hermana.

El rubio no alcanza a registrar el sexo de sus pequeños hasta que, no sabe cuánto tiempo después, está junto al castaño en otra habitación, con un biberón en su mano mientras alimenta a Samantha y Dariel recibe su propia mamila en el pecho del castaño.

A FAVOR FROM HEAVENWhere stories live. Discover now