▪▪▪Siete▪▪▪

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Ya han pasado un poco más de cuatro meses desde la partida de Jihoon y yo sigo sin mirar el periódico para no saber de su muerte, aunque sé que si ya hubiera muerto, mi esposa, o alguien más ya me lo habría hecho saber. Aún mantengo la esperanza de verlo pronto, sé que él es fuerte y sobrevivirá a lo que sea qué hay allá.

Nuevamente fui visitado por ese teniente en la cabaña, estaba perdido en mis pensamientos, sentado en el sillón roto de la sala cuando lo vi abriendo la puerta y entrando al lugar. Nos miramos fijamente y él levantó una ceja al ver lo demacrado de mi cara, lo mal que seguramente me veo por no comer adecuadamente, por seguir trabajando horas extra, y por no descansar adecuadamente.

—Tu esposa está preocupada por ti— comentó como si fuésemos amigos.

—Hmm...— murmuré sin ánimos, dándole una calada a mi cigarrillo, ni siquiera sé cuándo comencé a fumar.

—Claro, ella no es de tu interés. ¿Qué tal si menciono a Jihoon?

—¿Qué sabes de él?— pregunté calmadamente.

Me sonrió como si esperara esa respuesta de mí —sigue vivo.

—Eso esperaba.

—Y está en el Capitolio— mencionó rápidamente, y continuó hablando sin dejar que yo dijese algo —he venido porque yo te prometí una audiencia con el presidente si Jihoon regresaba a salvo, así que siéntate bien.

Luego de decir eso, tiró un aparato al suelo, con el cual comenzó una llamada con el presidente. Pude ver su holograma, tenía una sonrisa hipócrita, esa que nos da cuando tiene malas noticias para los distritos pobres.

—¡Ah SeungCheol!— expresó amistosamente —habla el presidente del Capitolio: Im JaeBum. Sabía que no nos fallarías, Jihoon ha hecho un buen trabajo en la guerra, aunque aún nos falta años para acabar con ella, él dio un gran paso a nuestro favor. ¿Alguna petición que tengas? Tú y Jihoon pueden pedir lo que quieran.

—Quiero inmunidad para mi familia y para la de Jihoon...

—¿Sólo eso?

—No he terminado— dije con seriedad, el presidente asintió con algo de satisfacción, como si le enorgulleciera que tuviera esa postura firme —para Jihoon y para mí: nos dejarán ir al Capitolio y no nos molestarán nunca más.

—Excelente— dijo con una amplia sonrisa —así será. Para que veas que somos hombres de palabra, te llegará un contrato con lo que has pedido, condiciones y castigos en caso de que ustedes cometan una falta, ya sabes, lo usual— divagó en sus palabras —podrás discutir los detalles con el teniente, y en un mes que Jihoon sea libre, tendrán su recompensa.

—¿En un mes que sea libre?— pregunté incrédulo.

—Sí, no te preocupes, son cosas que necesitamos que hagan nuestros héroes: entrevistas, viajes por los distritos para animar a que más hombres y mujeres se unan a la causa, etcétera, etcétera... Pronto lo verás, así que no te anguistes. En fin, fue un placer hablar contigo, cambio y fuera.

Su holograma desapareció y el teniente recogió su artefacto —será mejor que te alimentes bien, y te bañes, ya viene tu amado— sonrió con arrogancia dando vuelta para irse del lugar —por cierto— dijo y dio media vuelta —me asombró tu petición, después de todo lo que han vivido, creí que sólo pedirías inmunidad para ustedes dos. Yo sólo la pedí para mi novio sin considerar a su familia.

¿Qué? ¿Por qué me estaba diciendo eso? ¿Por qué habló tan denigrantemente de nosotros como gays, cuando él también lo es?

—Vivirán bien en el Capitolio, y si alguna vez se meten en problemas menores o quieren saber información de su familia aquí en el distrito, pregunten por el teniente Lee Seokmin— me guiñó un ojo para luego salir de la cabaña.

Hope Is The Only Thing Stronger Than Fear [Jicheol]Where stories live. Discover now