X - ¡Final!

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CAPÍTULO 10

¿Tienen idea de cuánto pesan las palabras? BaekHyun no sabía las consecuencias que le traería una sola frase: "Te ayudaré".

El solo pensó que sería algo simple. Algo que no modificaría su vida, pero es tan fácil suponer. La vida siempre nos engaña, llámenlo karma o destino, hay incluso quienes dicen que es la bendición de Dios, cualquiera de las tres opciones dan el mismo resultado. Al final obtuvo lo que merecía.

(...)

Estaba triste por la ruptura de su relación, pero escuchar canciones de desamor no calmaban su corazón, y se odio por eso ¿por que no le dolía su ruptura? ¿Tan mal novio era? Por supuesto, le puso el cuerno a su novia y con un chico. Debió sentirse fatal. Entonces ¿por qué el no se sentía igual?

Estaba demasiado confundido. Y lo único que pudo hacer fue ir a confesarse con su madre. Hubo lágrimas y disculpas. Pero al final, su madre le dio su apoyo, "si te van las chicas o los chicos, no me importa, eres mi hijo y te amo como tal".

Quizás no aceptaba sus sentimientos por miedo del qué dirán, por miedo a decepcionar a su madre, por miedo de no ser correspondido, las inseguridades eran el peor enemigo.

—Si te gusta ese chico, ve por él.

—Mamá...— Minseok la miró con lágrimas en los ojos, sorbiendo su nariz.

—Te ayudaré, Minseokkie.

El peso de las palabras. Cuánto alivio o dolor podían traer un par de palabras.

Es por eso que ahora estaba ahí. Frente a JongDae quien lo miraba un poco confundido pues nunca lo había ido a buscar a su casa, Minseok respiró hondo, abrió los ojos, lo miro decidido y dijo:

—Por favor sal conmigo, JongDae.

La paleta de hielo que sostenía en su mano izquierda cayó al suelo, su mano derecha aún sosteniéndose del marco de la puerta mientras su cara reflejaba sorpresa, sus ojos y boca abiertos sin saber qué decir.

—¿Q-Qué? Es decir... ¿hablas enserio?

Minseok se mordió el labio, bajando la mirada para evitar revelar su rostro rojo, ¿y si era rechazado? Comenzó a sentir miedo, sentía las lágrimas en sus ojos, las voces en su cabeza comenzaban a llenar de dudas y miedo, sus piernas le gritaban que corriera lejos, y cuando estaba a punto de hacerles caso, sintió las manos tibias de JongDae en sus mejillas, levantó la vista, el pelinegro le regaló una brillante sonrisa antes de juntar sus labios con los propios.

Se sentía tan bien que dejó escapar un suspiro de alivio, cerró sus ojos correspondiendo al beso y disfrutando del momento.

Abrió la boca permitiéndole el acceso a la lengua del contrario, sintiendo el suave sabor que la paleta de fresa había dejado en la boca de JongDae. 

"Te apoyare, Minseokkie", Escucho la voz de su mamá en su cabeza, y no pudo ser más feliz.

(...)

Chanyeol estaba tan concentrado revisando el libro que había encontrado en su casillero, que no notó nunca cuando alguien se había recargado en el casillero de alado. Solo hasta que cerró la puerta, pegó un brinco al encontrarlo tan cerca de él.

—Al fin te veo, Chanyeol.

—¿L-Lucas?

Chanyeol dio un paso hacia atrás, mirándolo con un poco de miedo, por que;  ¡Oh Dios mío! ¡Seguro va a golpearme por haberle robado a BaekHyun! ¡Soy demasiado guapo como para que me desfigure la cara!

Te ayudaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora