Capitulo 25

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Nos despertamos tipo 17:35 PM y nos vestimos lo más rápido y nos dirigimos hacia el aeropuerto por nuestros boletos para viajar a Argentina, después de eso regresamos y preparamos la cena entre los dos y nos fuimos a comer en el sofá y a ver películas y algunas cosas más en Netflix, paso el tiempo y decidimos irnos a dormir y subimos a la habitación y después de unos minutos ya estábamos bien dormidos.

Al día siguiente

Me desperté a las 9:56 am por la simple razón de que recibí una llamada.

Videollamada entrante de Gio

— joder, que si no te llamo, no me llamas – empezamos a reír.

— lo siento, te iba a llamar pero después de levantarme, como estás – pregunté limpiandomé los ojos.

— pues bien, estaba viendo TV y poom apareciste tu junto a Paulo, una de las parejas envidiables del mundo, por cierto – bajo la voz – y Paulo.

— aquí está – mostré el celular a dónde estaba Paulo durmiendo.

— jaja aún no despierta – pregunto.

— now, y por cierto como está Madrid – pregunté cómo pendeja.

— Madrid está esperando a que tú regreses, a lo igual que yo – reímos – y cuando van a Argentina.

— nuestro vuelo sale mañana a las 2:05 am, tan madrugado, pero bueno – reí y suspiré.

— ahora entiendo por qué Paulo duerme, ya prepararon maletas – pregunto Gio.

— no, aremos eso más tarde – cerré mis ojos.

— joder, si tú fueras yo estuvieras corriendo de lado a lado preparando las maletas – empezamos a reír y Paulo despertó – como te decía, felicidades por la película que esta buenasa.

— gracias, míralo ya se despertó – indiqué el celular y Paulo se tapó la cara.

— hola – susurro con voz dormilona.

— hola – respondió Gio y yo solo reí.

— bueno, te dejo por qué tengo cosas que hacer y ustedes también – nos despedimos y colgamos la llamada.

Fin de la llamada

Bloqueé mi celular y lo puse en la mesita de noche y me di la vuelta y abracé a mi lindo esposo.

— holaaaaaa – susurré y le di besitos por toda su cara.

— hola, como amaneciste – pregunto.

— pues acostada y durmiendo y voz – empezamos a reír.

— igual, bueno es hora de levantarse por qué Argentina nos espera – tomé la otra almohada y me tape la cara.

Paulo se retiró de la habitación y yo me metí a la ducha y después salí y me vestí, con ropa abrigada por qué hoy me levanté con frío.

Después de unos minutos los dos ya estábamos desayunando y tiempo después estábamos preparando nuestras maletas para el viaje, al anochecer preparamos la cena y después estábamos viendo TV para minutos después irnos al aeropuerto.

Al día siguiente

Llegamos a Argentina donde estábamos en el aeropuerto rodeados de periodistas y flashes, pasaban los minutos y con ayuda de los guardias del aeropuerto logramos salir y afuera nos esperaban mis sobrinos pendejos, Dolores y Lautaro, ni medio llegamos nos subimos al auto y nos retiramos.

— boludos, casi ni salen de ese aeropuerto – reímos por el comentario de Lautaro.

— sii gracias a ustedes también salimos de ese aeropuerto – respondió Paulo.

— creo que alguien no anda con bueno genio – reímos todos menos Dybala.

— Dybala – hablé a Paulo.

— mandé – respondieron dolores y Lautaro.

— son pendejos, estoy hablando con mi esposo, Dybala, no ustedes – reímos.

Minutos después llegamos a la casa que Paulo tenía en Córdova, era al frente de la casa de la madre de Paulo o mejor dicho nosé, no conozco.

Loli y Lautaro nos ayudaron a bajar las maletas y meterlas a la casa y después de eso fuimos a la casa de en frente donde estaban todos los Dybala esperándonos.

— bienvenidos sean – hablo Mariano mi cuñado.

— los estábamos esperando – hablo Mariano.

— hola mis niños – apreció la señora Alicia.

Empecé a saludar a todos con abrazos y lo mismo hizo Paulo, solo que el estaba de mal genio.

Horas después

Ya era de noche y después de cenar regresamos a la gran casa y fue donde hablé.

— se puede saber que te pasa – pregunté muy enojada.

— nada, que mañana ya empiezan los entrenamientos y nada – respondió casi gritando.

— nosé quien te hizo enojar y tampoco me interesa, lo que si te digo es que no me hables cuando andes con ese humor – salí yendo a la cocina.

— Ainara – hablo siguiendomé.

Ignore lo que dijo y busque algo en esa casa y solo encontré un paquete de gomitas con forma de gusanos y lo tome y los empecé a comer.

— perdón – apareció atrás mío.

— no molestes – susurré.

— no fue mi intención enojarme y mucho menos contigo, yo te amo – dijo mirándome desde la puerta.

— y no lo dudo pero lo que si no te paso es que te paces enojando conmigo y yo que no hago nada – reí por lo que dije – y enserio no hago nada.

Me volví a poner sería y después que me di cuenta ya estaba a mi lado comiendo gomitas y lanzándome su mirada que me derrite.

— el asesinó de mis padres está suelto – susurré.

— que dices – me miró confundido – cuál asesinó.

— no te lo quería decir por qué no te quería preocupar pero desde hace meses atrás estoy recibiendo mensajes de un número desconocido y se la pasa diciéndome cosas que me dan miedo – dije y me miró – al principio no me lo tome enserio, pensaba que era alguien que solo quería asustarme, pero veo que no.

Saque mi celular y el lo tomo y empezó a revisar los mensajes de ese número desconocido y me miró muy sorprendido.

— por qué no me dijiste – hablo – te dije muchas veces que estás en peligro y que lo mejor es que te pongamos guardaespaldas.

— Paulo, no, no lo entiendes, no podemos confiar en nadie, estamos en peligro, tanto tu como yo, nos tienen vigilados, cada cosa que hacemos, cada movimiento que damos esa persona sabe – grite muy seria.

— tranquila lo vamos a solucionar, no te preocupes – tomo mi celular y salió de la cocina.

Pasaron los minutos y el continuaba hablando por teléfono y nosé con quién.

5 minutos después

— Mandé a rastrear los mensajes y ese número, tranquila vamos a salir de ésto – me devolvió el celular.







𝙹𝚞𝚗𝚝𝚘 𝙰 𝚃𝚒 - 𝐏𝐚𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐲𝐛𝐚𝐥𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora