Capitulo 81

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Termino el momento y me sentí muy nerviosa así que sin pensarlo fui directo al baño, me vi al espejo y si que había perdido figura, estaba muy deforme y algo gordita, creo que si me tengo que aplicar al ejercicio por qué no me quiero ver mal, osea unos kilitos no le hace daño a nadie.

— te salió bien – dice Gio a mis oídos.

— gracias, estoy muy nerviosa – respondo mientas río.

Salimos del baño y regresamos con los chicos, realmente no estoy lista para ser mamá y es algo que me acabo de dar cuenta muy tarde por qué ya soy mamá, te tocará la difícil Ainara.

Al día siguiente (4/marzo - 10:34 am).

Estaba desayunando mientras que mis hijos estaban durmiendo, Paulo debe estar en el entrenamiento y pues me duele un poco la cabeza por la noche de ayer, creo que descartaré la idea de irme a vivir con Dybala ya que enserio, no me voy a sentir cómoda, las cosas cambian y creo que a esa casa no voy a regresar, pensaré en cómo decirle.

— señora ya el patio está limpio – dice la sirvienta y sonrió.

— gracias, puedes preparar el auto con las sillas de los nenes, en pocos minutos me voy a trabajar – susurro y me mira.

— como usted ordene – dice con una sonrisa y se va.

Termino mi desayuno y voy hacia mi habitación nuevamente, tomo uno de mis vestidos pero no me queda bien por lo que mejor me lo quito y me pongo un enterizo que se ve muy lindo paga ir a trabajar.

Me pongo mis tacones y justo cuando termino de hacerlo, Lina empieza a llorar, antes de que despierte a Lucca la tomo en mis brazos y empiezo a caminar con ella en mis brazos.

— me esperas un momento, no hagas bulla o tú hermano también despertará y ya sabes que es muy llorón – susurro mientras la dejo en mi cama.

Salgo de mi habitación y voy hacia la de ellos, tomo el coche de bebés y lo voy a dejar en la cajuela del auto, regreso a la habitación y tomo mi bolsa, los acomodó a los dos en mis brazos ya que será así hasta llegar al auto, la sirvienta me ayuda a acomodarlos y está todo listo para después de dos semanas volver a trabajar.

— que tenga un buen día – dice con una sonrisa.

— gracias, igual para ti – respondo.

Empiezo a conducir y los bebés van atrás en sus sillas, me encargué de que en la habitación de mi oficina pongan una cuna grande para los dos, que sorpresa se me vendrá hoy, pues nosé.

— buenos días señora – dice el encargado de estacionar autos.

Miró al gran edificio y me vuelvo a poner nerviosa, saco el coche de los bebés y les pongo a cada uno en su lugar, entramos y la recepcionista a lo igual que los demás trabajadores me miran con una sonrisa.

— señora, que lindos son sus hijos – dice Paula.

— gracias Pau, novedades – me mira y niega con la cabeza.

— se presentó un problema con la empresa de Colombia pero ya se esta encargando July, Sebastián te tiene algunas propuestas, dijo que tipo 4 iría a tu oficina a presentartelas y lo último es que Dani no podrá llegar hoy así que la junta se pasa para pasado mañana – dice.

— ay no, que aburrido, algún trabajo que tenga que hacer aparte de lo que ya se que tengo que hacer – reímos juntas.

— la empresa gano aún más dinero en estás semanas y es una suma demasiado grande, deberías invertirlo, comprar propiedades o alguna idea magnífica que se te ocurra – susurra y pienso en muchas cosas.

— de cuánto dinero estamos hablando – preguntó y me mira.

— 4 millones y medio de dólares – me sorprendo y sonríe.

— eso en dos semanas – vuelvo a decir.

— siii, y es solo de Miami, te imaginas como sería si juntamos todo lo ganado, osea todas las empresas.

— estamos teniendo una ganancia muy grande, pensaré en que hacer con eso, te aseguro que nos ayudará a crecer aún más – digo y Lucca empieza a llorar.

— claro que será así, deberías ir a tu oficina a atender a tus bebés, más luego te iré a ver – dice y asiento con la cabeza.

Empiezo a mover el coche y vamos hacia el elevador, Lucca no para de llorar y se que no lo va a hacer hasta que lo tenga en mis brazos.

Entro a mi oficina y cierro la puerta, voy hacia la habitación y los saco del coche.

— Lucca ya no llores, tu mamá tiene que trabajar – me quejo.

Osea soy una loca por qué estoy hablando con dos bebés que apenas y me escuchan por qué no me entienden lo que digo.

Horas después (15:56 pm).

Había terminado de pensar en que inversión o que podía hacer con ese dinero, obviamente tenía que ser algo productivo ya que no pienso hacer algún desperdicio.

Toc, toc, toc.

— adelante – digo y entra Sebastián con una sonrisa.

Sebastián es uno de los trabajadores de la empresa y también me ha sido de gran ayuda en estos días.

— sabes a lo que vengo – dice con una sonrisa.

— creo que si – reímos.

— tengo una propuesta muy interesante para ti – hablaba con una sonrisa de pendejo.

— y cuál es – digo y le miró directo a los ojos.

𝙹𝚞𝚗𝚝𝚘 𝙰 𝚃𝚒 - 𝐏𝐚𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐲𝐛𝐚𝐥𝐚Where stories live. Discover now