Capítulo 3

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"Ride the Lighting"

Grecia, Athenas.

Mayo, 02 de 1747

Una suave mordida sobre su labio inferior le arrancó un leve suspiro, mientras sentía como ese cuerpo cálido, fuerte y masculino se apegaba más al suyo mucho más pequeño y frágil, rodeándola de esa fragancia tan característica y que había aprendido a reconocer. La obligó a que abriera los labios, con una breve presión de sus dedos en la parte trasera de su cabeza sujetándola con un puñado de su rubio cabello platinado en su mano. Al tiempo que invadía el interior de su boca para saquearla de una manera tan ardiente e intensa que llegó a sentirse mareada, mientras lo único que podía hacer era intentar seguirle el ritmo aferrándose aquella armadura negra.

El roce de su cálida y exigente lengua contra la suya era simplemente un mar de sensaciones, sin embargo, llegó un punto donde la falta de aire se hizo demasiada necesaria y quiso apartarse para respirar. Pero él se lo impidió, sujetando su nuca con más fuerza intensificando aún más aquel beso que amenazaba con hacerle perder la conciencia.

Cuando pensó que realmente se desmayaría por la falta de oxígeno...

Se despertó.

Jadeante, Daeryn abrió los ojos con la respiración acelerada, su cuerpo tembloroso y acalorado por las intensas emociones que aun hacia retumbar su corazón como si se le fuera a salir del pecho en un momento a otro. Aun podía recordar a la perfección y con sumo detalle lo vivido de aquel sueño y lo que este le hizo sentir... pero eso es lo que predominaba la mayoría de sus sueños desde que aquel Espectro prácticamente proclamara que era suya. Y la verdad es que cada vez que el Juez regresaba una parte de ella se encontraba un tanto expectante de lo que él haría... Minos tenía un carácter demasiado voluble, a veces la miraba con frialdad y posesión, tal y como lo haría con un simple objeto que estaba mirando de a rato, para el segundo siguiente tomarla de la cintura y empujarla contra su cuerpo masculino para hacerse posesión de sus labios. Antes de soltarla y decirle una vez más que le pertenecía en todos los sentidos.

Honestamente ya no sabía que pensar con respecto a todo ese asunto, puesto que no podía negar que se sentía atraía por él, muy a pesar que era un Espectro, y uno de los Jueces del Inframundo cabía destacar...

Y muy lejos de sentirse ofendida por ese trato hacia su persona, estaba sorprendentemente a gusto.

Debía estar perdiendo la cabeza o algo estaba mal en ella, pero debía de admitir que Minos no le había hecho realmente daño, más bien todo lo contrario; si tomaba en cuenta que la ayudo en su recuperación, aunque fuera indirectamente. No le importaba el hecho de que la viera como una posesión, un títere que podía disponer cuando quisiera, en el fondo sentía que era algo un poco más profundo, y eso se había manifestado en las pocas ocasiones donde el hombre de ojos amatistas se quedaba cerca de ella simplemente observándola, junto con uno que otro comentario sarcástico de su parte, solo disfrutando de la presencia del otro, aunque este nunca lo admitiera.

Por lo menos así lo era para ella.

Suspiró suavemente mirando el techo de su habitación, antes de posar su vista en la ventana donde la claridad de aquella mañana fresca iluminaba la estancia, sentándose lentamente en su cama preguntándose si estaba bien sentirse de esa manera a su alrededor, disfrutando en secreto cada vez que se le acercaba para besarla de esa manera tan arrebatadora. Ni siquiera sabía con exactitud del por qué el Juez seguía haciéndolo, pero esa era otra cuestión que dejaría para otro momento, porque sabía que no conseguiría una respuesta pronto.

Dark ThreadWhere stories live. Discover now