•• Reinas Piadosas ••
Desperté completamente sola en la habitación, sin duda se sintió nuevo tomando en cuenta que estos últimos días he tenido a Grace a mi lado y siempre despierto antes que ella. Ayer después de nuestra sesión sexual vespertina, me encerré en la biblioteca el resto del día y salí cuando la rubia ya se encontraba dormida así que se podría decir que ya no pude verla y es por eso que el día de hoy decidí que iremos a comprar el vestido de novia que usará ella y tal vez también el que usaré yo.
Buenos días -dijo su vocecita alegremente-
Hola -sonrei instintivamente-
Me senté sobre la cama notando rápidamente su bata de color rosa, su cabello está recogido en una coleta y rostro libre de maquillaje, es hermosa, pero mi atención se quedó fija en la comida que traía sobre una bandeja y me di cuenta de que ayer solo comí el almuerzo.
Ayer ya no comiste nada, ¿Verdad? -negue y ella me miró de forma incriminatoria- ¿Tenías mucho trabajo?
Si, unos planos y otras cosas que no quieres saber -la rubia suspiro mientras ponía la bandeja en mis piernas- hablando de eso, los cinco chicos que te quedaste ya están instalados en la mansión...
¡Genial! -sonrio- me hace mucha ilusión haberlos salvado de la mierda de futuro que les impusiste
Yo no les impuse nada, Grace -tome un poco de mi desayuno y lo meti en mi boca-
¿Y entonces quien lo hizo? -enarco una ceja-
Por lo que me digo Stephen la mayor parte de las personas que viste ese día fueron dados como pago de una deuda que tenían unos italianos con nosotros -respondi seria-
¿Por que usar personas como pago? -dijo con un destello de furia en la voz-
Dinero no me hace falta, tengo más del que gastaré en toda mi vida... -admiti- además, tengo proveedores de droga y armas de sobra así que no me hacen falta más, las personas nunca están de más
Una vez más suenas como una perra desalmada -afirmo-
Eso soy -sonrei- deberías irte acostumbrando...
No, prefiero a la arquitecta sería y elegante que conocí en Sapphire, la mafiosa maldita de Savagge me da un poco de miedo -dijo con seriedad-
Somos las misma persona, ángel -rei ligeramente-
Para mí no lo son -suspiro- en fin, ¿No tienes que ir a trabajar hoy?
No, anoche terminé los planos y ya solo queda enviárselos a mi jefa -afirme para después darle un sorbo a el café que trajo ella para mi- ¿Por qué?
No, nada en especial -afirmo-
Deberías arreglarte, saldremos en un rato -ella me miró curiosa-
¿Ah, si? -asenti- ¿Y a dónde piensa llevarme, señorita Harrington?
Confidencial -sonrei divertida-
¿Cómo debería vestirme? -enarco una ceja-
Con lo que quieras -afirme-
De acuerdo, iré a tomar una ducha... ¿Quieres tomarla conmigo? -me miró con malicia-
No, si la tomamos juntas no habrá poder humano que nos haga salir de está habitación -dije divertida-
Esta bien -se acerco a besar mi mejilla y luego se dirigió a la ducha-
Deje la bandeja de lado y me levanté de la cama, envolví mi cuerpo en una bata para tomar mi laptop y mandar los planos a Ashley, después de enviarlos por correo decidí llamarla para informarle que ya los envié. La castaña contesto casi de inmediato.

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Hasta El Último Latido
RomanceAlgunos amores tienen inicios turbulentos, pero con el pasar de el tiempo se transforman en legendarias historias de amor que sobrepasan barreras... Mi historia fue así... Ja desearía poder decir que si lo fue, pero la realidad fue otra. Ella, la fl...