Capítulo 21

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•• El Vestido Y La Novia ••

Dicen que las mujeres solo soñamos con ser esposas y madres, yo jamás he tenido ese sueño... Y sé que hay muchas otras que tampoco lo tienen; casarme jamás había estado dentro de mis planes y entro en ellos no por gusto o decisión propia sino por qué mi futuro depende de eso... Admito que adoro a la chica que elegí como ni compañera, Grace es una chica fascinante de pues a cabeza, pero si tuviera opción... La verdad es que jamas me casaría ni con ella ni con nadie.

¿Que piensas de este? -pregunto la rubia mostrándome su vestido blanco, ajustado a su delgada figura, sin escote en la parte de enfrente, con cuello alto y un pronunciado escote en la espalda-

Luces preciosa -afirme-

Eso has dicho de los últimos tres, Nicky -dijo malhumorada-

Grace, sigues tratando de complacerme con tu vestido y yo lo único que quiero es que te veas como tú quieras -admiti-

Dejaste que toda la boda sea sobre mi, al menos quiero complacerte con mi vestido... -me levanté de el sillón donde me encontraba y me acerque a ella-

Te verás hermosa con lo que sea que decidas usar -afirme- usa una bolsa de papel si quieres y de igual forma vas a lucir como un jodido ángel -bese su la labios efimeramente-

No entiendo cómo puedes no estar enamorada de mi y decirme esas cosas -admitio-

No es necesario amar a alguien para notar lo maravillosa que es o lo hermosa que se ve -le sonreí antes de regresar a mi asiento-

La rubia regreso al probador a seguir con su ardua labor de comprar un vestido de novia, yo por mi parte elegí un traje blanco, no es nada ostentoso, más bien es muy sencillo, pero es con lo que me siento cómoda y creo que eso es lo importante aquí. Pasaron unos minutos antes de que Grace volviera a salir, este vestido es sencillo, ajustado, sin tirantes y con la parte de arriba hecha de encaje... Mentiría si dijera que no me robo el aliento.

¿Este te gusta? -pregunto con curiosidady una bonita sonrisa en los labios-

Te dije que no me preguntarás -sonrei- pero este es mi favorito... Te ves perfecta, creo que jamás te viste tan hermosa

También es mi favorito -admitio-

Entonces, ¿Esta decidido? -la rubia asintió ligeramente- de acuerdo

No tardamos mucho más en ese lugar, pagamos por el vestido y en ese mismo momento pudo llevárselo. Subimos al auto y así empezamos el camino a la mansión de mi padre.

¿A dónde vamos? -pregunto curiosa-

Vamos a la mansión, pensé que te gustaría ver a tus compras -sonrei burlona-

No los llames así, ellos son personas como tú y como yo -dijo molesta-

Si... No lo creo -admiti sonriente-

Eres una maldita cuando te lo propones -desvio la mirada hacia la ventana-

Decidí ya no decir nada más por qué realmente no quiero discutir con ella. Admito que está relación me resulta bastante extraña, solo una vez estuve en una relación y eso no salió nada bien, y de hecho, mi relación con Grace es muy diferente a la que tenía con esa chica.

Entramos a el territorio de la casa sin mayor problema, adentro nos recibió un Stephen bastante golpeado, lo mire risueña.

Ay, primo... Debiste defenderte -sonrei-

Cállate -dijo de malas- ¿Que quieres aquí?

No me tientes, puedo pedir que terminen el trabajo -afirme divertida- quiero que los lleves a la sala... -dije despectiva- vamos, Grace... -tome la mano de la rubia y la conduje hasta la sala-

La casa es enorme, demasiado si tomamos en cuenta que aquí solo vivíamos mi padre, Steph y yo... Pero no tanto cuando se ve que esta no es solo una casa, es el refugio de una familia de criminales. Tome asiento y la rubia se quedó de pie a la espera de sus nuevas responsabilidades, no paso mucho para que aparecieran los cinco chicos, todos son atractivos... Más que nada las chicas tienen una belleza bastante distinta a la que suelo ver, dos de ellas son de cabello negro y piel morena, mientras que la otra es castaña pero igualmente es morena aunque un poco menos que sus compañeras, poseen lindos cuerpos curvilineos y a decir verdad tienen bonitos rostros, en cuanto a los chicos... Ellos son lo normal en cuanto a atractivo masculino se refiere, altos, de piel blanca, cabello castaño y facciones simétricas. Al final me acerque a las dos chicas pelinegras que me dieron algo de curiosidad.

¿Cuáles son sus nombres? -les pregunte-

Yo... me llamo Carine y ella es Lara -dijo una de ellas señalando a la otra-

¿Son familiares? -Carine asintió lentamente-

Somos hermanas -afirmo-

¿Que edad tienes? -me acerque a Lara y la mire curiosa, parece ser muy joven-

Tengo... Dieciséis -afirmo-

¿Y tú, Carine? -la chica me miró nerviosa-

Veintiuno... -susurro-

Deja de interrogarlas, Nicky -pidio mi prometida-

Bueno, te dejare con ellos, si me necesitas estaré en el despacho -sin más me alejé de ellos con dirección a el despacho de mi padre-

Camine rápidamente, al llegar al lugar abrí la puerta y de inmediato me llegó el aroma a cigarrillo que aún está encerrado en el lugar, me senté en la silla que alguna vez ocupo mi padre y que fue testigo de sus últimos minutos de vida... ¿Que tan malo sería decir que me alegra que haya muerto? No tanto si tomamos en cuenta que hizo cosas horribles, me volvió como el, asesino a mi madre y apreso a miles de personas en estás paredes... El no merecía amor, ni mío ni de nadie más y sin duda yo tampoco lo merezco por que no soy mejor que el, por el contrario, pero aún así creo que el pensó que su imposición sobre el matrimonio fue su forma de darme otra oportunidad de ser normal y ser feliz, el no contaba con que soy mucho más lista y que supe resolver todo con gran facilidad.

Mi mente se vio interrumpida por unos golpes en la puerta.

Adelante -la puerta se abrió y apareció Steph- ¿Qué?

Llegó alguien y... pensé que desearías verla -sonrio ligeramente-

¿Quién es? -pregunte seria-

Julietta Blake -dijo con diversión-

Ese estúpido nombre... SU nombre lo jodió todo.

Hasta El Último Latido Where stories live. Discover now