Ella siempre a sido una Pogue. Una Pogue de corazón.
Morgan Herrera y sus amigos estan dispuestos a pasarla bien este verano, aunque creo que ir en busca de un tesoro no estaba dentro de sus opciones.
Aunque dentro de sus planes tampoco estaba darse...
-¿Entonces?- pregunté, una vez Pope y Kie subieron al auto de nuevo.
-Sarah no sabia nada, su padre la tiene encerrada.- informó Kie, poniendo en marcha el auto.
-Bien. ¿A dónde iremos ahora?- sentí como Morgan se removio sobre mi pecho. Acaricie su cabello, y esta suelta un suspiro antes de volver a dormir. Sonrío.- Morgie está dormida, hagamos silencio.
-Seguro también nos estan buscando a nosotros.- habló Pope, en voz bajo.
-Ya sé. Vamos al restaurante de mis padres, tal vez no nos busquen ahí.- Kie puso en marcha el auto.
-Sí... No lo sé.- dudé.
-Es la único lugar que nos queda.- Pope se notaba algo distante y seco.
-Bien.
Cuando llegamos al restaurante, todo estaba oscuro. Probablemente ya es muy tarde.
Tuve que cargar a Morgan en mis brazos para llevar adentro, esta se encontraba con la boca entreabierta respirando tranquilamente.
Los chicos se acomodaron cada uno por su lado, tratando de evitarse. Fruncí el ceño. Busqué un lugar para dejar a Morgan dormir, al encontrarlo la recosté dejandola domir tranquila.
Me senté a su lado, pensando. Es verdad que nuestras vidas dieron un giro total, y ahora John B está siendo perseguido por un asesinato que él no cometió. Y no puedo evitar preocuparme por él.
Me acosté y comencé a jugar con mi encendedor. Hasta que el cansancio se apodero de mí, y me quede dormido, escuchando a las patrullas en la calle.
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Morgan
Me desperté por el sonido de las sirenas de los autos de la policía. Me senté y troné mi cuello, incomoda. Miré a mi alrededor y me di cuenta que nos encontrabamos en el resstaurante de los padres de Kie.
-Seguro lo atraparon.- la voz de JJ me hace girar en su dirección y ponerme de pie, para estirarme,
-No. No seguirian patrullando si lo atraparon.- le respondió Pope, a su lado.
Camino un poco, hasta llegar al lado de JJ.
-Esperemos.
-Estábamos en ese auto. Quizá también nos estén buscando.- dijo Kie.
-Bueno, si seremos forajidos, podríamos ayudar a John B.- Pope se notaba raro.
-¿Lo encantramos antes que ellos?
Pope agarró las llaves de la moto, de la mochila de JJ.- ¿Pope?
-Traeré gasolina para el barco.- repondió.
-Oye, ten cuidado. ¿Sí?- le dijo Kie.
-Nos vemos en el muelle a las 3:00. No llegues tarde.- la ignoró, mirandonos a JJ y a mi.
