El Pianista de Ojos Grises || MARKJAE

Capítulo X

Dos semanas después...

La investigación de la policía era cada vez más inconclusa, de hecho los padres de Mark estaban bajo custodia y no podían salir de su casa, en ese entonces Mark y Juliette vivían una nueva vida con su tía.

La recuperación de Mark había sido tortuosa para él debido a infecciones menores que habían aparecido en su sistema y que no pasaron más allá de gripes que le atacaban, se la pasaba en su cuarto pero era cuidado por su tía y la amiga de su tía, que entre conversaciones era más que obvio el noviazgo que mantenían entre ellas.

Aquel día Mark se había levantado por su cuenta en la mañana, ¿Y cómo no? Era un día importante, hoy seguiría la competencia de su hermana, y no fue para menos que mientras Mark hacía el desayuno para sus tías y hermana éstas hayan estado en el cuarto de Juliette, arreglándola como Mark solía hacerlo en los camerinos.

El dolor en algunas heridas de Mark había desaparecido y eso podía notarse mientras se movía a lo largo de la cocina para hacer el delicioso desayuno que tendría listo en menos de media hora.

Mark no planeaba perderse el recital de su hermana, pero su tía no estaría, en cambio su "amiga" cuyo nombre es Claire, sí les acompañaría, y no era para menos, hoy era el día en que la tía de Mark se presentaría ante la comisaría para ganar la custodia de los niños, y no podía tenerlos en la casa a riesgo de que los padres o alguien fuese por ellos.

Las tres mujeres salieron del cuarto de la menor entre todos y vieron a Mark que estaba sentado y ya vestido en una de las sillas de la mesa, desayunando.

— Buenos días, Mark.~

Fue lo que dijo su tía antes de dejar con delicadeza sobre su cabeza un beso, sonriendo al notar la grata sorpresa que éste les había preparado, sorpresa la cual todos dispusieron a comer.

— ¿Está segura de querer ir sola a lo de la policía?

Preguntó Mark luego de minutos de cháchara sin importancia, la tía sin tardar asintió con una expresión tranquila, transmitiéndole esa tranquilidad a Mark.

— Sí, no te preocupes, yo estaré bien, y ustedes también lo estarán, se los aseguro, todos llegaremos sanos y salvos a la casa al final del día.

Aunque Mark estaba inseguro decidió creerle y en poco tiempo ya todos estaban listos para irse. En el camino todo se hizo tranquilo y no era para menos, la música relajante de fondo le daba un toque tan pacífico al asunto que Mark solamente admiraba el como la pequeña rosa de su dije se movía producto del movimiento dentro del auto, era una sensación tan tranquila que no notó cuando habían llegado, de hecho, fue su hermana la que movió su brazo para que bajara del auto.

A diferencia de otros días habían llegado a buen tiempo y Mark no debería ayudar a Juliette con su apariencia, debido a que sus tías se habían encargado de ello, un alivio que llevó Mark hasta su asiento que estaba entre las primeras filas y junto a Claire.

El recital no pudo empezar mejor cuando en los ojos de Mark se reflejó la figura de aquel chico pelinegro, de piel delicada y blanquecina, piel cuyo tacto había olvidado, pero que la rosa le hacía pensar en la suavidad de los pétalos, suavidad que había en la melodía que se dedicaba a tocar y que a los oídos de Mark encantaba.

En las fases de la competencia en que Mark no pudo asistir el chico se había extrañado, estaba preocupado, quizás fue por eso que la letra de la canción que ahora su voz cantaba hablaba sobre una persona que quería recuperar, el corazón de Mark daba vuelcos cuando en una nota alta el grisáceo se los ojos de aquel chico se clavó sobre los de Mark, su voz, era impresionante, su habilidad no era solo de pianista, era tan increíble, tan magnífica.

Quizás no se dió cuenta cuando fugitivas lágrimas habían abandonado sus ojos, cayendo por sus mejillas en el momento en que aquella melodía la acompañaba el violín perfecto de su hermana, sus oídos eran llenados de un melifluo constante que hizo a su corazón palpitar como si fuese la primera vez que sentía el latido contra su propio cuerpo.

La manada de aplausos que se hicieron presentes cuando acabó el acto fue más que suficiente para que Mark se levantara al igual que los demás presentes, aplaudiendo a aquel acto que más que belleza, había traído felicidad a la casa de Mark, casa que se encontraba en su anatomía.

Había pasado el momento de júbilo y la sonrisa de Mark no desaparecía de su rostro, le era imposible de borrarla, y agradecía a la oscuridad de aquel teatro en que se encontraban, ya que cualquiera le preguntaría la razón de su sonrisa y sus labios no darían más que responder "El pianista de ojos grises".

Su corazón se hayan gritándole en todos los idiomas que volteara un poco su rostro, quizás así se daría cuenta de que la razón de su sonrisa se había sentado con tranquilidad junto a él mientras las demás presentaciones tomaban su lugar en aquel escenario de roble.

Sin embargo su corazón agradeció que fue el suave tacto del pianista el que le hizo voltear, Mark al notar aquella mirada sintió como el tiempo se detuvo y el mundo se concentró en la punta de un alfiler, los astros se alinearon y de sus labios huyó un suspiro bajo y enamorado, o al menos eso pensaría cualquiera que lo hubiese escuchado.

— Hola.~

Dijo aquel chico pelinegro que observaba a Mark con aquellos ojos de luna llena, en donde el brillo se hacía presente.

— Ho... Hola, la presentación estuvo preciosa.

Alcanzaron a decir las palabras suaves de Mark que salían sin más y que consentían a los oídos de aquel chico que entre tanteos imperceptibles había vuelto a sentir el tacto de su mano, que aunque tenía cicatrices de aquel incidente, conservaba la calidez que había extrañado.

— Entonces lo hice bien.

Aunque Mark no entendió las palabras que el chico le había dicho no hizo más que asentir, sonriendo en amplitud mientras su corazón se volcaba al igual que su estómago, cosa que le hizo apretar muy suavemente la mano tan delicada y suave de aquel chico que se limitó a devolverle aquella sonrisa de plata mientras su cabeza se recostaba sobre el hombro contrario, teniendo su mirada fija en el acto de otra academia.

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¡Hola!, Últimamente actualizo ambas historias (Ántrax y El Pianista De Ojos Grises) el mismo día así que aquellos que lean ambas espero les guste ésto, en fin, gracias como siempre por el apoyo. 🖤