Explosiones Sudorosas

¡¿Qué?!

—¡Ah! ¡¿De donde sacaste esa mierda Deku?!

—¡NO TE HAGAS EL INOCENTE KATSUKI BAKUGO! ¡DIME LA VERDAD!— Deku estaba furioso, con destellos verdes comenzando a rodear su cuerpo, sudor frío bajaba por la frente del rubio que nunca había visto a su pareja tan enojado.

—¡NO VOY ACEPTAR ESA MENTIRA! ¡YO NO LO HICE!

<Maldición ¡¿Cómo llegamos a esto?!> 

-Unos minutos antes-

—Diablos, ese idiota de kirishima me retrasó bastante — veía preocupado la hora en su celular, extrañamente no le había llegado ni un solo mensaje de su novio, quien siempre le preguntaba si estaba bien cuando se demoraba en llegar.

Pasó comprando unas peonias aprovechando que la floristería de cercana a su departamento aún estaba abierta. Se apresuró a llegar, esta noche quería hablar con su novio, estaba harto de estar en abstinencia y si había hecho algo mal, era mejor aclararlo, disculparse y gozar del sexo de reconciliación.

Embobado pensando en lo mucho que disfrutaría esa noche, metió la llave en la cerradura de su puerta y abrió.

—¡Ya estoy en casa! ¡Maldición!— gracias a sus ágiles reflejos logró esquivar el objeto que voló directo a su rostro —¿Qué mierda te pasa Deku?— las flores que compró quedaron en el suelo, olvidadas.

-Actualidad :v-

<Ah sí, así>

Llevaba al menos media hora esquivando los ataques de su pareja quien entre lágrimas y gritos le acusaba de infiel.

—¡Cálmate Izuku! ¡Yo no he hecho ni mierda!

—¡¿ME ESTAS DICIENDO HISTÉRICO?!— El peliverde activó su quirk en todo su cuerpo.

—No, no, no, no... bueno... — no pudo terminar, Deku se lanzó hacia él preparado para darle en el rostro con un smash.

<La cagué> el rubio palideció, si su novio se ponía serio él también tendría que hacerlo y por todos los cielos ¡no quería recibir una paliza del símbolo de la paz!

—Vamos a hablarlo como  adultos amor— Logró esquivar el ataque de un furioso y lloroso Deku.

—¡NO TENGO NADA QUE HABLAR CON UN INFIEL!— Era la primera vez que escuchaba a Izuku gritar así.

<Me gusta... ¡pero me asusta!> Katsuki tomó a su novio por las muñecas aprovechando que este trataba de limpiar sus abundantes lágrimas.

—Escúchame Deku, yo no te he sido infiel ¡ni siquiera porque no me has dejado follarte en más de 15 días! ¡¿Por qué no confías en mi?!

Su orgullo estaba herido, recordó que en los últimos días había tallado como loco sus manos, creyendo que su sudor era la razón de que no lo dejara hacerle el sin respeto. Nunca cruzó por su mente que fuera por una tontería como esa.

—Incluso me hiciste dudar de mi mismo Deku ¡¿Sabes cuántas horas pasé como idiota intentando averiguar si mis manos olían realmente mal?!

—¿Ah?— Izuku levantó el rostro para ver a su novio quien estaba sonrojado por la vergüenza.

—¡Maldición Deku! Llegué a avergonzarme de mi quirk ¡YO UN BAKUGO, SENTÍ VERGÜENZA!

Izuku estalló en risas, olvidándose por un momento de la supuesta infidelidad del rubio y del último escándalo que vio en el programa de Mineta.

—¿Te creíste eso Kacchan?— las risas del pecoso hicieron crugir algo en su interior.

—¡¿QUEEEEEEÉ?!  DEKU TEME ¡¿ACASO NO ERA POR MI SUDOR QUE NO ME QUERÍAS DEJAR TOCARTE EL MALDITO TRASERO?!— Izuku dejó de reír recordando porqué había llorado toda la tarde y esperado tan molesto al rubio, que encima llegó tarde.

—¡NO! FUE PORQUE ANDABAS DE PERRO DETRÁS DE LA RUBIA ESA— de nuevo comenzó a llorar.

<¿Rubia esa?... ¡Diablos!> Sí, Katsuki Bakugo sabía de quien hablaba su tembloroso novio.