La Misión

Capítulo 2

Intenté dormir, pero me fue imposible. Aproximadamente unas 2 horas después de acostarme las pesadillas atacaron haciendo que me sea imposible pasar una simple noche **aunque esta no tiene nada de simple**. Miré la hora con los parpados pesados por el cansancio y noté que el escaneo ya debería estar listo. Así que desperecé y fui directo al estacionamiento.

Una vez allí vi una gran luz azul iluminar la noche Wakandiana, era el proyector que Tony le había puesto al Hulkbuster.

En el se veía a Steve sollozando junto a una lista de varios nombres

// # sargento James Barnes # Wanda Maximoff

# Sam Wilson # el Rey Tchala

# Sharon Carter # Scott Lang //

Toda nuestra familia había desaparecido, y tras varias horas por fin el rubio estaba descargado lo que sentía, toda la angustia que llevaba en su corazón...

La ficha del historial de Carter se abrió ocultando su rostro, ahí caí en la situación, las lágrimas no eran solo por nuestros amigos, el también la había perdido a ella. Una extraña sensación se apoderó de mi pecho, como si se tratase de una punzada...

Tras unos segundos veo que salió del traje

-por mas que lo negases, era obvio que la amabas- dije algo melancólica por verlo así.

-si. No. No sé... no la amaba como pareja, pero si como persona, fue mi mejor amiga-

-auch Rogers... eso fue un golpe bajo- bromee por lo que acababa de decir, aunque muy en el fondo me generaba un escozor.

-tu eres más que eso, eres mi familia- respondió con una hermosa sonrisa, sacándome una enorme sonrisa la cual me costó contener.

-ah sí?, ¿y se puede saber quién soy para ti? – pregunté imitando aquella pregunta que le hizo hace años mientras huíamos de HYDRA y logrando que su rostro se torne de un tierno color carmesí.

-emm yoo... un momento, como sabias que estaba leyendo sobre Sharon??- repreguntó cambiando de tema

-usted sr Rogers activó el holograma externo del traje- habló la inteligencia artificial.

-gracias, desactívala entonces-

-y tu respuesta Rogers? - volví a la carga con una extraña sensación en el pecho.

-sir Rogers, lady Romanoff. El señor Banner los llama con urgencia- gritó un joven guardia interrumpiendo el momento.

-enseguida vamos- contestó el rubio mirándome confuso antes de que ambos acompañemos al joven hacia el ascensor, el cual bajó en el piso de las barracas dejándonos solos.

-qué crees que pase- preguntó el rubio intrigado.

-no lo sé, pero por lo cansado que estaba el chico, algo me dice que Hulk volvió- bromee dándome cuenta de lo peligroso que eso sería.

Al llegar nos encontramos a Buce frente a un gran ventanal.

-no hubo "código verde"- le digo riendo aliviada por haberme equivocado.

-Steve, Natasha, Que suerte que llegaron... recuerdan el aparato, ya descubrí que es...- habló el científico con la preocupación marcada en su rostro.

-y...? - preguntó el americano.

-es un comunicador de la década de los noventa, pero este tiene una tecnología no conocida por nosotros... su alcance abarca seis galaxias-