Capítulo 8

77 8 0
                                    

La mañana siguiente inició violenta con el sonido del llamador de bronce.

El castaño fue alerta hacia la puerta mientras yo me retiré a buscar algunas armas, este llamado era mucho más ansioso que el que Erskine había realizado hace dos días.

-agente Barton, usted y su esposa deben venir con nosotros, hay una reunión de urgencia- dijo un joven cabo.

-por supuesto déjenos desayunar y vamos- soltó algo desconfiado.

-allí desayunarán... señor es urgente-

-okey. Ahora vamos-

-Nat, tenemos una reunión de urgencia, cámbiate y vamos- me dijo mientras buscaba su chaqueta militar

-qué pasó? -

-no tengo idea-

(...)

Tras unos 30 minutos, estábamos entrando a la instalación no tan secreta de Brooklyn.

Nos condujeron hasta una mesa redonda donde se encontraban el senador Brand, Peggy, Philips y el castaño que operaba la maquina cuando intervinieron al mini Rogers. Tras los rutinarios saludos comenzó la reunión.

-que haremos con el experimento? –

-coronel Philips, con todo respeto, el cabo Rogers no es un experimento-

-oh claro senador, usted quiere al único súper soldado como una corista-

-como un símbolo coronel-

-es mejor ser un símbolo?-

-es mejor ser un símbolo que un alfiletero en Alamogordo- Añadió Peggy

-concuerdo con la agente Carter. Steve merece algo mas-solté ganándome más de una sorprendida mirada.

-discúlpeme, como es su nombre señorita? – preguntó el castaño que se había mantenido callado hasta ahora.

-Natalie Rushman, y usted es? -

-un placer, soy Howard Stark- respondió sacándome una leve sonrisa, con que él era el famoso y mujeriego padre de Tony Stark.

-el placer es mío Howard-

-basta de hacer sociales, estamos aquí por algo serio-

-bien dicho Barton- habló el coronel mientras Stark me devoraba con la mirada, esto sería muy divertido, en especial por poder burlarme de Tony cuando volvamos a nuestra época.

-usted cree coronel que valdría la pena invertir los millones de dólares que se utilizaron para que Rogers sea un conejillo de indias- afirmó Stark sin dejar de verme a los ojos.

-bien... está bien...- suspiró rindiéndose –pero debe cumplir con un requisito-

-lo que usted ordene coronel- habló emocionado el senador

-Rogers tendrá como guarda espaldas al agente Barton-

-perfecto por mí-

-pero no para mí- interrumpió –no dejaré sola a Natalie- añadió sacándome una sonrisa

-descuide agente, podré costearlos a ambos-

-pues bien... todo arreglado, Carter conmigo debemos partir hacia Europa- ordenó Philips saliendo de la habitación, Peggy se despidió con una sonrisa y salió tras él, el castaño se fue a gran velocidad mientras que yo me retiré caminando con el padre de Tony a mi lado

-es una pena que no podamos conversar más señorita, pero debo ir al frente, con los hombres de verdad, quizá en algún momento pueda invitarla a degustar un fondue- definitivamente era tan mujeriego y coqueto como su fama decía.

-por ahora no, pero gracias por la invitación- lo rechacé sutilmente.

-cuente siempre con ella- finalizó besando el dorso de mi mano... me reiría mucho de Tony cuando volvamos...

Al subir al auto me encontré con Steve releyendo los documentos de lo que pasará en estas dos semanas.

-con que él es el famoso Howard Stark?-

-si. -

-me agradó- respondí viendo una triste mueca en su rostro

-...-

-Steve estas bien?? – pregunté tras unos segundos.

-solo estoy cansado Nat...- sabía que eso era mentira, pero él no lo aceptaría ni me diría que le sucede en realidad.

-seguro... oye te acuerdas la vez que...- cambié el tema rápidamente alivianando el ambiente en aquel auto.

El día siguiente presencié la primera obra del "capitán américa y su escudo poderoso"

-qué opinas de mi espectáculo Nat? – me preguntó mientras salíamos del teatro en búsqueda del rubio Rogers

-eres un completo ridículo Steve... al menos apréndete las líneas- repliqué entre risas

-eran muchas líneas...-

-irin michis liniis-

Así comenzaron nuestras dos semanas, para mí fue una experiencia espectacular, aunque ver al rubio hacer tonterías día por medio fue muy divertido, lo mejor fue compartir con Steve todas estas situaciones, lentamente la misión fue pasando a un segundo plano.

Cada rato libre que teníamos nos íbamos a recorrer las ciudades o caminar por algún parque... se suponía que no debía alejarme de Steve, y cumplí esa misión, pero con el Rogers equivocado...

(...)

-Rogers, cuando tendremos un poco de acción? -

-tranquila Nat, si mal no recuerdo solo unos días-

-genial, estoy cansada de saber "quien con honor y vigor salvará a la nación"-

-pensé que te gustaba mi acto- respondió fingiendo estar indignado.

-me gustó las primeras 4 veces, ahora lo detesto...- solté mirando fijamente sus ojos azules, estas semanas solo ayudaron para enmarañar más mis confundidos sentimientos, cada día era más difícil convencerme de no intentar estar con él, de no arriesgarme una vez mas...

-disculpen por la interrupción señor y señora Barton- dijo Steve entrando corriendo a la habitación –pero tengo grandes noticias- añadió.

-cuales son Steve? – pregunté sin dejar de pensar sobre lo que sentía por el castaño a mi diestra...

-Europa... hoy al anochecer partimos a Europa- respondió sin poder contener la alegría.

Él no era el único contento con esta situación, al fin tendríamos algo de acción...

La MisiónWhere stories live. Discover now