𝟏𝟎 Krasivyy

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐙Krasivyy

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐙
Krasivyy

Alek estaba intranquilo, su pie derecho golpeaba el piso

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Alek estaba intranquilo, su pie derecho golpeaba el piso. Ese día sus padres ya iban a salir de la ciudad e iban a pasar por su edificio para dejar a su mascota con él.

Estoy a dos minutos.

El mitad y mitad leyó el mensaje y tomo las llaves del departamento. Cerró la puerta y bajó por el ascensor hasta la planta baja. Apenas y se abrió la puerta pudo encontrarse con el auto de su padre ya estacionado en la acera.

Abrió la puerta principal y troto las escaleras hasta llegar con él.

Papochka¹ buenos días.

Synok², hola, aquí esta Krasivyy —Le entrego la correa—, su comida —La funda con un poco más de la mitad del contenido—, y estos son sus juguetes favoritos.

Alek sostuvo todo en sus brazos, dio una mirada rápida hacia el interior del vehículo, su madre ni siquiera regresaba a ver, lo ignoraba olimpicamente.

Uh... ¿Mamochka³ estuvo de acuerdo? —susurró para él y su papá.

Este rasco su nuca, incomodó y luego negó con la cabeza.

Me insistió hasta el último momento, pero me rehusé...

Espero que no sea un problema más tarde.

Yo también... —El mayor asintió y entró al auto—, nos vemos la próxima semana, synok.

Buen viaje.

Alek espero de pie hasta que el auto se perdió de su rango de visión. Bajo la mirada hasta el perro de sus pelaje café y sonrió amargamente.

—Vayamos adentro, Krasivyy.

Caminó hacia dentro del edificio, jalando de la correa del animal hasta llegar a su departamento. Abrió la puerta y dejó todas las cosas del cuidado del canino en la entrada, luego las movería a la pequeña bodega.

Soltó la correa y Krasivyy olfateó todo alrededor, los muebles, los juguetes y el rascador. Myshka bajó de su lugar habitual y maulló al ver al canino. Alek se acercó a ella y la sostuvo entre sus brazos.

El can se acercó con rapidez y entusiasmo, nunca había visto a un animal como Myshka, quiso olfatearla y lamerla pero Alek no se lo permitió.

El mitad y mitad sabía que sería una larga semana. 

Se encontraba en una videollamada con Kai, habían pasado ya algunos días desde que sus padres dejaron a Krasivyy a su cargo y podía decir que Myshka ya aceptaba al canino.

¿Hablaste con tu madre? —preguntó el contrario.

—... No, ya sabes como es, solo me ignoró, sabes que no me importa demasiado —declaró en un suspiro. Vio la mira de negación de su novio y rió con amargura—... sí, sí me importa, pero ¿qué puedo hacer? Ya la busque demasiado.

Kai asintió, era verdad. Su novio había intentado hablar con su madre durante más de un año y nunca consiguió resultado, quería pensar que el orgullo de rechazar a su hijo la primera vez era lo que impedía que se reconcilien. Solo recordar aquella escena su piel se eriza.

Pero Kai Kamal Huening no iba a rendirse tan fácilmente.

—Intentalo solo una vez más, invitalos a comer ¿si?

—Sobaka, no lo sé...

—Hazlo por mí.

—... Ahg, y-ya veré Krasivyy está haciendo un estropicio, tengo que irme.

—Esta bien, te quiero.

—Bye.

Alek cortó la llamada y cerró los ojos en un suspiro. Tal vez haría algo de lo que se arrepentiría después.

 Tal vez haría algo de lo que se arrepentiría después

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¹: папочка (papochka), papá.

²: сынок (synok), hijo, chico, muchacho.

³: мамочка (mamochka), mamá.

Streamers | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora