Epílogo

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𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎

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𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎

Alek entró a la casa cargando una caja, detrás de él venía Kai en compañía de las personas de la agencia de mudanzas que traían algunos muebles y demás cosas de su antigua departamento

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Alek entró a la casa cargando una caja, detrás de él venía Kai en compañía de las personas de la agencia de mudanzas que traían algunos muebles y demás cosas de su antigua departamento.

Habían pasado siete años desde que hicieron la promesa de estabilizarse y seguir formando una vida juntos.

Kai iba a cumplir 24 ese año y Alek ya había 26.

Decidieron mudarse juntos cuando Kai consiguió un intercambio en una universidad de Berlín, entonces tuvieron que buscar un apartamento más grande y después de meditarlo mucho terminaron mudándose a Estados Unidos.

La casa era preciosa, de dos pisos y un sótano en el que tenían planificado poner un billar y un cine en casa.

Kamal se acercó a Alek y le abrazó, el mitad y mitad respondió dejando un beso en su mejilla.

—¿Quieres ir a ver la piscina?

—Estaba esperando que dijeras eso —Sonrió y caminaron de la mano hasta la puerta corrediza y de cristal que conectaba la cocina con el patio.

El césped verde y cortado perfectamente, unas tumbonas estaban al lado de la piscina. En una esquina estaba la parrilla que los anteriores dueños habían dejado allí, por suerte estaba en perfecto estado y Alek ya podía verse asando carne.

—Se ve mucho mejor que la última vez que vinimos —comentó Huening Kai acercándose a tocar el agua cristalina.

—Sí..., en nuestro baño hay un jacuzzi —añadió Alek mirándolo pícaramente.

—No se porque insististe tanto en un jacuzzi.

—Sí lo sabes, quiero que estrenemos la casa allí —susurró en su oído.

—Eres caprichoso, Gatito.

Se quedaron un tiempo allí hasta que una de las personas de la agencia les llamó para indicaciones.

Era en las oficinas de cada uno, sus canales de Twitch habían crecido mucho con el tiempo y eran conocidos por ser la parejita gay del medio, no les molestaba en realidad les gustaba tener una comunidad que los soporte en casos de odio.

Casi tres horas después la mudanza había terminado. Tanto Alek como Kai se habían dividido secciones de la casa para organizar, Alek se adueñó de la cocina en primera instancia y es que había cumplido lo que le prometió a Hyuka: aprender a cocinar.

Descubrió su gusto por las especias cuando su madre le regaló el libro de recetas de la abuela que era un recopilatorio del conocimiento de las mujeres de la familia materna del joven.

La noche había caído, ambos jóvenes estaban cansados, se habían pasado arreglando y combatiendo con el polvo de la propiedad y las alergias de cada uno.

Kai había terminado de instalar los equipos antes que Alek así que se dirigió al baño para tomar un merecido baño de burbujas.

—Oh no, no creas que te vas a salvar del cojidon que te voy a meter, sobaka —dijo Alek entrando de golpe al baño.

Le sonrió y comenzó a quitarse cada prenda que impedía su desnudez. Entró al jacuzzi junto al chico castaño y comenzó a besarle, sus lenguas trazaban un baile en conjunto que parecería de campeonato.

Alek atrajo el cuerpo del menor sobre su regazo y sus manos comenzaron a viajar por su cuerpo, su espalda se sentía genial al tacto y sus glúteos eran tan suaves como nubes, los amaso en sus manos y redirecciono uno de sus dígitos a la entrada de Kai.

Él gimió ante la inesperada intromisión, sus dedos fueron a parar en las hebras bicolores de Alek, las jalaba y hacía pequeños rulos de cabello.

Los besos del mayor empezaron a descender, por sus mejillas, su cuello donde succiono hasta el punto de dejar una marca, mordió las clavículas y lamió el lugar.

Las manos de Hyuka se dirigieron bajo el agua, hasta el pene del ruso, topó la punta y envolvió el falo con sus manos, creando un suave vaivén que respondía a sus instintos más carnales y primitivos.

Alek dejó el torso de su menor en paz y le miró a los ojos, notando el sonrojo de Kai y su expresión lasciva.

—Voy a meterlo —avisó dejando un beso en los belfos rosados e hinchados.

—Si mañana me duele vas a lamentarlo —devolvió a lo que Alek rió y mordió su labio inferior.

—Ya veremos sobaka.

El bicolor dejo un beso en sus labios y dirigió sus manos a su propio miembro, lo alineó en la entrada del menor y dejó que él hiciera el resto.

El agua chapoteaba bajo la piel de Huening Kai y sentía el pene de Alek golpear demasiado en su interior. Alek también estaba ocupado, su mano masturbaba a Kai y su boca estaba concentrada en los pezones rosas del chico.

—Ah, ah... ahg —gimió Kai al correrse, sus movimientos comenzaron a disminuir y Alek dejó un beso en sus labios, él lo abrazó y dejó su cabeza en la curvatura del hombro del mayor.

Las manos del bicolor se dirigieron a sus caderas, se aferró a ellas antes de comenzar a embestir su entrada salvajemente, los gemidos de Kai retumbaban en sus oídos y los jadeos de Alek se escuchaban en el baño.

—Ah, Kai... —gimió cuando se corrió en el interior del chico.

Siguió embistiendo bajando su velocidad progresivamente. Beso los labios del menor y unieron sus frentes.

—Te amo, Alek.

—Yo te amo más, Kai.

Finalmente ellos iban a casarse en tres meses y no podían estar más felices.

¡Hola a todes! Como sabrán el sorteo ya ha llegado a su fin, he decidido aumentar un ganador más al sorteo y los dos usuarios ganadores son ¡Im_marixa y hyulallenamemoria! Me estaré poniendo en contacto con ustedes para enviarles el pdf y demás

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¡Hola a todes! Como sabrán el sorteo ya ha llegado a su fin, he decidido aumentar un ganador más al sorteo y los dos usuarios ganadores son ¡Im_marixa y hyulallenamemoria! Me estaré poniendo en contacto con ustedes para enviarles el pdf y demás.

¡Un beso!

Streamers | Huening KaiWhere stories live. Discover now