Cap 24

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-Creo que quiero que sea de verdad.

Y antes de que Steve pudiera reprocharle algo, lo besó.

Steve se negaba al principio a aceptarlo, pero la sensación de los suaves labios sobre los suyos le hizo olvidar todo y prefirió corresponderlo. Pasando los brazos detrás de su cuello para profundizar más el beso.

Cuando se separaron, miraron al otro a los ojos y sonrieron tímidos como un par de jóvenes dando su primer beso.

- Me gustas- Confesó Tony.

- Tu también- Steve fue valiente para tomar su mano y sacarlo a pasos lentos del agua para acomodarse en el pasto, encima de Tony. Sólo estaban mirándose sonrojados, tímidos ante cualquier cosa- Tony...

- ¿Huh?

- Yo...- Tony lo interrumpió con un beso, no quería seguir hablando. mientras se besaban, metió las manos dentro de su short para acariciar sus voluptuosas nalgas- Hng... Tony... ¡Ah!- Steve lo miró con sus ojos mas abiertos por la sorpresa. Tony sonrió con picardía.

Estaba rozando con sus dedos, su pequeño agujero húmedo.

Tony pensaba que era el único con muy poca timidez hasta ese momento en que Steve pareció desesperarse y les quitó a ambos las prendas que los molestaban que sin parar de besarlo y acariciarlo un segundo guió el miembro de Tony a su entrada para sentarse hasta sentirlo muy dentro de él.

- Aah, aaah- Steve jadeaba sonriente esperando acostumbrarse un momento, colocando las palmas de sus manos sobre el pecho de un asombrado Anthony.

- ¿Quién eres tú y qué hiciste con mi dulce y virginal Steve? - Bromeó, sonrojando al doncel. Al que pareció bajársele toda la valentía.

- Pe-perdón, yo...

- Estoy bromeando, cariño. Me gusta así como eres- Lo hizo inclinarse para volver a besarlo- Eres perfecto, completamente.

Tony acarició desde su espalda hasta llegar a sus caderas para levantarlas y volverlas a dejar caer sobre su miembro provocando un jadeo placentero de ambos. Steve daba movimientos lentos y profundos a lo que su pareja dejaba besos en su cuello, caricias en su cuerpo.

- ¡Nngh! ¡To-tony!- Gimió al sentir como apretaba sus glúteos y los amasaba- Tony- Lo llamó.

- ¿Um?

- Quiero que te que... ¡Ahm! Que te quedes, po-por favor- Pidió como pudo ante los sentones que daba- Ahmmm...

Tony besó una vez más sus labios y lo atrajo para pegarlo completamente a su cuerpo- ¿No crees que es mejor hacerlo así? ¿Abrazados?

- ¡Aaaahhmm sí, así me gusta!- Tony no dejaba de besarlo cuánto podía. Y de ayudarlo moviendo también sus caderas hacia arriba, provocando que Steve viera estrellas- Ti-tienes razón, esta po-¡Aaaah!-sición es más dulce.

Y después de un rato haciéndolo como conejos, por fin llegó el tan anhelado orgasmo juntos.

Terminaron sonriéndose cansados. Steve recostó su cabeza en el pecho de Tony.

- Estás temblando.

- Tu también.

Un silencio tranquilo los envolvió, admirando como las hojas de los árboles tenían pequeños espacios invadidos por los luminosos rayos del sol. Podía distinguirse el canto de los pajarillos dulces en la melodía romántica que el viento parecía regalárselas.

Sus cuerpos tibios, entrelazados aún, no sólo físicamente sino también sentimental. Felices por haberse unido, sintiendo que nada podría molestarlos.

- Steve...

- ¿Hum?

- No los dejaré al menos que tu lo digas.

Tony besó su frente.

- Mi amor, hay que volver con nuestra familia- Dijo Steve.

- Nuestra familia, suena hermoso.


El SinvergüenzaWhere stories live. Discover now