Oh, fuck- Lorcan Scamander

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Willow corría por los pasillos en busca de su hermano, James. Comenzaba a pensar que eran eternos, o tal vez estaba bajo la capa de invisibilidad riéndose de ella.

—¡James! —Lo llamo una vez que lo vio en la puerta de una de las torres, al parecer, saliendo de clases.

—Ahora no, Wills, estoy en medio de un gran problema. —Dijo mirando el mapa del merodeador.

—No me interesa ¡Mi dignidad es más importante que eso! —Lo sarandeó tomándolo por los hombros.

—No tienes de eso, Wills, pídele ayuda a Albus. —alzo una ceja viéndola y volviendo la vista al mapa.

—Bien, suerte. —Rodo los ojos y se fue corriendo a la sala común de Gryffindor.

Una vez allí, tomo su teléfono que se encontraba en su bolsillo junto con su varita, marco el número de Teddy. Primera llamada, no contesto, segunda, tampoco, tercera, sí.

—Estoy trabajando Willow. —Dijo el chico del otro lado de la línea.

—Lo se lo siento pero estoy en medio de un gran problema. —Respondio alarmada corriendo histérica de un lado a otro en la sala común.

—Respira, no entiendo absolutamente nada de lo que me estás hablando. —Intento tranquilizarla.

Luego de unos minutos, la chica pudo hablar finalmente.

—Bien, ¿recuerdas a Lorcan y Lysander? 

—¿Los hijos de Luna? —Pregunto confundido el metamorfago.

—¡Exacto! —Dijo sentandose en uno de los sofas.

—¿Que hay de malo con ellos? —Teddy comenzaba a sospechar que estaba pasando.

—Puede que yo haya escrito una carta para Lorcan, demasiado personal, en la que prácticamente me expongo totalmente. —Explico. —y puede también que esta mañana me haya levantado buscándola y no haya estado. —Dijo recordando lo que había pasado.

Teddy había sido testigo de todo aquello, hasta se podría decir que había sido cómplice, ya que la hermana menor de Willow lo había llamado esa misma mañana en medio de una crisis por saber si había hecho lo correcto.

—Bueno, creo que lo mejor sería que hables con Lorcan. —Dijo jugando con uno de los papeles de su escritorio mientras hablaba.

—No puedo, simplemente no puedo, ¡moriría de vergüenza! —Respondió parándose detrás del sofá viendo el fuego de la chimenea.

—A veces me pregunto cómo llegaste a estar en gryffindor. —Dijo con desden el metamorfago, quien sabía que había tocado una fibra sensible en la chica.

—¿Que dijiste? —Pregunto en un susurro a modo de amenaza.

—Digo que si fueras una Gryffindor de verdad ya hubieras ido a hacerle frente. —Sonrio maliciosamente del otro lado de la línea.

—¿Me estás diciendo que no tengo el valor suficiente como para enfrentar a Lorcan? —Dijo queriendo ir al ministerio para matar a su primo casi hermano.

—Si tu lo quieres tomar así...

—¿Ah, si? Bien, iré a hablarle para demostrarte que merezco totalmente estar en gryffindor. —Respondio orgullosa para finalmente cortar la llamada como toda una dramática.

La chica salió del retrato de la dama gorda en busca de James nuevamente.

—¡Hey! —Lo asustó cuando lo encontró escondido detrás de un poste.

—¡LE JURO QUE YO NO HICE NADA LO PROMETO, FUE WILLOW! —Grito hablando rápidamente y cerrando los ojos esperando un castigo.

—Soy yo, idiota. —Dijo rodando los ojos su melliza. —¿Me prestas el mapa?

—¿Para qué? —Pregunto mirándola alzando una ceja.

—Debo encontrar a Lorcan. —Explico rápidamente. —Si me lo prestas te lo explicaré en la cena.

—Trato hecho. —Asintio sonriendo levemente y entregándole el mapa, la chica lo examinó detalladamente.

—¿Que hace Albus en la oficina de Minnie? —Dijo curiosa mientras seguía revisando el mapa. —¡Ajá, Te encontré! —Exclamo al ver el nombre "Lorcan Scamander" escrito en un cartel en clases de herbología. —Gracias. —Le sonrió a su hermano entregandole el mapa. —Ah y suerte con que Mcgonagall no descubra lo que hiciste con el cabello de Hugo.

—¿Cómo... —Se interrumpió a si mismo recordando que le había contado su plan a la chica. —Oh, claro, gracias. —Rio levemente viendo cómo Willow desaparecía entre los pasillos.

Luego de cruzar practicamente todo el castillo para llegar al invernadero, tocó la puerta y el profesor Longbotton le permitió pasar.

Los ojos de ambos se encontraron, la mirada de Lorcan hizo que, por un momento, Willow perdiera toda la confianza que había juntado en el camino. Una sonrisa apenada aprecio en los labios de la Potter mientras veía los ojos del chico, era evidente que había recibido su carta, también era evidente que la había leído.

—¿Profesor, puede salir Lorcan unos minutos? —Le sonrió levemente.

—Claro. —Asintió a lo que la chica tomó al chico de la mano y lo saco del invernadero.

—Yo... —La voz de la chica poco a poco se fue apagando. —¿Recibiste la carta, verdad?

—Si, comencé a leerla, pero no la termine porque parecía algo muy personal. —Dijo amablemente.

Willow sintió que un gran peso salía de sus hombros, permitiendo salir un largo suspiro de sus labios.

—¡Gracias a Godric! —Exclamó. —Bueno, de todas formas era para ti pero no pensaba entegartela. —Explico simple. —ahora la tienes tú así que supongo que estás en todo tu derecho si la quieres leer. —Ya no sabía que decirle, estaba preparada para declararse o buscarle una explicacion a la carta pero el chico no la había leído.

—¿No te molesta que la lea? —Pregunto asombrado a lo que Willow negó levemente.

—Pero no en mi presencia. —Rio levemente voltendose para irse. —te veo en la cena.

Lorcan volvió a entrar al invernadero y Willow se dirigió a su próxima clase. En esa clase, y el resto de clases que quedaban, la chica no pudo concentrarse en absoluto pensando en cómo reaccionaría el Hufflepuff.

Finalmente la hora de la cena llegó y la chica se encontraba sentada junto con sus dos hermanos en la mesa de Gryffindor.

—Basicamente eso fue todo lo que pasó. —Termino de explicarle a su mellizo que había pasado, Lily había permanecido callada durante todo el relato. —Lily, ¿sabes algo sobre la desaparición de la carta?

La pelirroja volvió en sí y miro a su hermana mayor.

—No, no, para nada, no sé de qué estás hablando. —Se apresuró a hablar la chica.

La puerta del gran comedor se abrió dejándole el paso a Lorcan y Lysander quienes entraron riendo, el primero le susurro a algo a su hermano y se dirigió a la mesa de Gryffindor mientras que su gemelo iba a la de Hufflepuff.

Willow miraba atentamente desde su lugar, estudiando todos los movimientos del Scamander, el mismo se acercaba poco a poco, una vez estuvo casi a su lado la chica habló.

—Leís... —La interrumpieron los labios de Lorcan sobre los suyos.

El chico había tomado sus mejillas y había estampado sus labios contra los de Willow, la Potter, en un principio sorprendida, finalmente correspondió el beso cerrando sus ojos y dejándose llevar por el momento.

Lorcan se separó y dirigió su mirada a la hermana de Willow, Lily, quien se sentaba frente a la chica.

—Gracias, Lily. —Le sonrió pasando su brazo por los hombros de la melliza de James.

—Fue un placer. —Le devolvió la sonrisa la pequeña Potter, orgullosa de su trabajo.

//N/A: bueno, no tenemos fotos de Lorcan pero si tenemos a Andrew Garfield asi que aprecien su belleza//

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