Tercera generación: La oportunidad de salvar vidas.

Capítulo 19. James Potter.

Vaya, por fin llegó el ser más maravilloso de todo el universo.

Muchos rieron, Severus rodó los ojos con fastidio.

- Gracias, hijo. - Agradeció James con los ojos brillosos

- De nada, papá.

Soy James Sirius Potter, tengo 16 años, juego Quidditch como cazador. Sufro la maldición Potter en toda regla, si, miope y con amor por una pelirroja, lo bueno es que uso lentes de contacto.

Algunos pararon a ver a los Potter, no comprendían de todo eso de "maldición Potter" pero prefirieron hostigar más tarde acerca del tema.

- Gracias, cachorro. - Dijo Sirius feliz, aún sin querer soltar a Remus quien estaba sentado sobre el regazo del azabache.

- No es nada, padrino.

Mi padre, como es obvio, es Harry Potter y no diré quien es mi madre, al menos no yo. Pertenezco a Gryffindor, no creo llegar a ser premio asnal o prefecto, asco.

Lily frunció el entrecejo, Harry se encogió de hombros ya que no le molestaba eso.

Soy el primogénito, lo cual es un dolor de culo, no me mal entiendan, papá puede ser medio idiota a veces pero nos quiere. No, no es mal padre tampoco, solo que no nos entiende y no lo culpo, ni nosotros nos entendemos.

Harry soltó el aire que retuvo, por un momento había tenido la atroz idea de que era un completo idiota como padre, en pocas palabras un mal padre.

Bueno, ese no es el chiste... Tío Bill (Antes de que maten a papá recuerden que para los Weasley él es uno más, así que ellos son como mis tíos)

Ante esa aclaración que Lucius leyo más rápido y fuerte, evito que los varones Weasley -Menos Ron- matarán a Harry.

Bueno... Tío Bill, yo soy el novio de Dominique, ¡Pero juro que la amo con cada fibra de mi ser, jamás la lastimaria!

- Harry Potter. - Llamo Bill con calma. - Tú no te metiste con mi hermana ¡Pero tú hijo si se metió con mi hija! Pero puedo evitarlo

- ¿Cómo? - Pregunto Hermione.

- ¡Matando a Harry, así no nace su hijo! - Respondió el pelirrojo, cuando estaba por levantarse una pálida y delicada, pero firme, mano se poso en su hombro.

- Bill Weasley, deja en paz a Haggy Potteg, nuestga hija ya es mayog y sabe que haceg. - Reprendió Fleur, lo obligó a sentarse y después suspiro. - Haggy, aún así te adviegto que no dudage en haceglo pagag si lastima a mi hija.

El azabache asintió ante las palabras de la chica, Bill, aunque no quería, tuvo que aceptar lo dicho por ella.

Bueno, dejando a un lado el tema de mi bella y hermosa novia.

«La cual siempre haces enojar»

«Nike, James es nuestro novio»

¡Canuto, fuera! Bueno, yo soy también un merodeador en honor al abuelo James, también portó su apodo, Cornamenta.

James no cabía de felicidad, se había echo a la idea de que Harry no era como él y, aunque le entristecía, lo comprendía pero ahora sabía que su nieto si sería como él. Lily suspiro, que Merlin le diera paciencia a su nuera.

Nadie noto al hombre y mujer que entraron, hasta que estos hablaron.

- No, Fleamont, es estúpido. - Reprendió la pelirroja.