Capítulo 23. Rose Weasley.

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Papá debe estar mordiendose las uñas al no saber si soy su hija, mamá debe estar atando cabos y yo... Aquí, comiendo las galletas de la abuela Molly junto con un chocolate caliente casero echo por la abuela Narcissa.

Sonaba raro pero a muchos se les antojo probar lo que estaba comiendo a la chica. Muchas jóvenes miraron a los Weasley, no todos eran dioses griegos por su belleza pero cada uno tenía su encanto, a su extraña manera.

Me llamo Rosebud Jean Weasley, hija de Ron Weasley.

Ron, que había logrado quitarle un pedazo de pastel a George, se atragantó con su propia saliva y comenzó a toser, Harry se apresuró a socorrerlo y, de paso, burlarse. Hermione sintió sus ojos llenarse de lágrimas, bajo la vista y suspiro, Ron se casó, tuvo hijos y sería feliz pero no con ella, pensó en salir del comedor pero eso se vería muy obvio.

No puedo decir mi mamá, lo siento papá. Soy gryffindor, según el jefe de casa seré prefecta y premio anual, soy buena en clases (Pero sin exagerar)

Los presentes alzaron una ceja ante el «Jefe de casa». MacGonagall solo sonrió a sus alumnos, negando.

- Quiten esas caras. - Pidió Minerva con calma. - No soy eterna, habrá un momento en que deberé buscar un suplente para el puesto pero les aseguro que no será un idiota el que eliga.

Los alumnos y padres se sintieron más tranquilo, no deseaban a un imbécil como profesor, de entre todos, la más justa, era Minerva quien no dudaba de castigar a sus leones si es que ellos eran los culpables.

Me gusta el Quidditch pero sin exagerar, tengo novio y sin duda es un chico increíble.

«La rojita tiene razón»

Delfín, sácate de aquí.

«Claro, Rose»

- ¿Quién demonios es Delfín? - Pregunto Ron con curiosidad.

- No sé pero... Creo que es Delphini, su nombre está inspirado en la constelación del delfín. - Respondió Sirius encogiéndose de hombros. - Es una costumbre de la familia Black.

Bien, mis padrinos son Harry Potter y Daphne Greengrass.

Los mencionados agradecieron aunque Greengrass un poco confundida, su familia no era purista extremista pero no se llevaban con los Weasley.

- Los Weasley tienen muchos hijos. - Comento Lyra con curiosidad, Molly y Arthur se sonrojaron por la pena, la menor volteo hasta su madre e hizo un puchero. - ¿Por qué yo no puedo tener tantos hermanos?

Lucius y Narcissa se avergonzarían, Draco tuvo que cubrirse la boca para no reír por las ocurrencias de su hermana, Helga sonrió, le gustaría tener a la chica Malfoy en su casa.

- Lyra, cariño. - Hablo Hufflepuff con suavidad, la menor la miro esperando que hablará. - Muchos padres no tienen muchos hijos ya que a veces, entre hermanos, existen diferencias y cuando son más, cada uno toma un bando y pueden herirse.

Lyra inflo sus mejillas pensando seriamente en las palabras de la mujer para después asentir y seguir escuchando.

¿Qué me falta?

«Lo que olvidó Scorpius»

Oh, eso es cierto. Bueno, lo que olvidó mi querido amigo es que él, Al y yo somos el trío de oro 2.0 lo que significa que también nos metemos en líos.

Las quejas de los padres de estos resonaron por el comedor, Hermione también se había quejado pero tal vez por saber lo difícil que sería hacer entrar en razón a esos jóvenes.

Y última cosa, Victorie, Teddy y Dominique habían querido enviarnos al pasado pero no lo hicieron ya que es peligroso y por qué estamos en medio de una pandemia mundial.

Jadeos fue lo que se escuchó por el gran comedor.

Es un virus peligroso que se llama Covid-19 o coronavirs, ataca a magos y muggle aunque nosotros no tenemos tantas bajas, podemos tratarlo con días de anticipación. Así que si, en San Mungo pueden identificar a un paciente de coronavirs. En fin, no se preocupen, la ministra de magia hace un trabajo excelente pero aviso por si en los recuerdos más recientes se habla sobre «cuarentena».
¡Adiós!

[...]

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Rose se despidió de sus amigos y se encaminó a la mesa Gryffindor, si bien los tres eran amigos y convivían lo más que podían, habían decidido seguir sentándose en las mesas de sus casas.

Al sentarse pudo escuchar su estómago rugir y se sonrojo, había sacado el apetito de Ron.

Amigos, familiares y quienes habían visto comer a Ron suspiraron apenados por la chica, Ron, en cambio, estaba tan rojo que podía confundirse con su cabello.

Solo que ella podía ocultarlo mejor, aunque no puedo centrarse en su comida al notar a un compañero suyo leyendo un libro, sonrió, ese era un clásico «Romeo y Julieta».

– Es fantástico, ¿No? – Se atrevió a decir tímidamente, él pareció no entender durante unos segundos hasta que sonrió.

– Si, aunque me parece innecesario matarlos a ambos. – Comento él con seriedad, ella sonrió ya que pensaba igual.

– Tienes toda la razón, hubiera sido mejor dejar solo uno, así sería aún más doloroso leer como el otro avanza en la vida. – Dijo la pelirroja con calma ya que ella creía que así eran los escritores, te hacían reír, llorar, asustarse y demás cosas. – Sin duda hubiera sido algo trágico que leer.

Él guardo silencio unos minutos donde solo la veía, parecía analizar algo y después sonrió, soltando una suave risa.

– Eres malvada. – Ella se avergonzó ante eso. – Pero tienes toda la razón.

Eso desencadenó una larga charla entre ambos y sin saberlo ellos se convertirían en escritores, escribirían su propia historia con altas y bajas.

[...]

Draco cerró el libro al terminar de leer y lo entrego a Pansy, está quiso negarse pero ante el puchero de la menor y la expresión de Draco que decía «No hagas llorar a mi hermana» termino cediendo.

– Bien, ya que. – Reprochó la bruja pero soltó un suspiro. – El capítulo se llama Albus Potter.

Los Potter mayores sonrieron, su familia sería más grande, no solo sería un solo Potter y ya, sino más, por fin la mansión Potter estaría lleno de ruidos alegres —Aunque James pudo hacerlo él solo en su infancia—.

Este capítulo lo tenía listo desde ayer pero comenzó a llover, se fue el internet y no tenía datos, así que no pude publicar y, para cagarla, lo que tenía escrito se borró. Espero que disfruten la mierda que salió, ¡Adiós!
 


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Capítulo veintitres modificado a la 11:43 pm, día 11 de marzo.

Tercera generación: La oportunidad de salvar vidas.Where stories live. Discover now