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Ya es viernes, genial un día más aburrido en esta casa con silencios incómodos, miradas de odio y ni hablar de las palabras impronunciables de repetir que salen de su boca. ¿Qué mierda significa gaznápiro? Ni mi abuelo ocupa esas palabras.
Como sea, quedan dos días para mi cumpleaños y sigo atrapado en este cuerpo, no se sabe nada la niña para que pueda volver a revertir toda esta mierda.

Espera un minuto, ¿por qué estoy tapada? Lo último que recuerdo es que me quedé en el sofá intentando entretenerme con unos libros y me quedé dormida.
No le tomé tanta importancia, solo seguía en mi mundo imaginando el rostro de mi novio contento de verme una vez más y sabiendo que tomará en serio mis palabras, volver a ver a mis pocos amigos pero está vez sin evadirlos, decirles cómo me siento, decirles que debí haber confiado en ellos. De seguro Hazamada debe estar feliz de que ya no estoy como para verme que los evado una y otra vez desde que vi a Rohan. Todo es culpa de él. Si tan solo no hubiera ido a esa misma hora a la tienda, si no hubiera cambiado mi rumbo a este lugar, si no lo hubiera a ayudado pero si no lo hubiera visto nunca antes, ¿cómo se hubiera sentido mi corazón? Nunca nadie antes me había hecho sentir así, sin olvidar que lo odio y él me odia. Esto es imposible, debo haberme vuelto masoquista.

–¡Josuke!

Otra vez está gritando, de seguro por andar en las nubes nuevamente no lo escuché. Me va a regañar otra vez. Corro la cocina.

–¿Qué quieres?

–El almuerzo estará listo en cinco minutos, pon la mesa.

Voy directo poner el mantel, los servicios, los vaso. Todo, ¿para qué dar más detalles? Lo primero que intenté hacer como he hecho desde que llegué aquí es prender la radio que este ermitaño se niega tanto encender pero esta vez no escucharé ni una sola palabra de él. La encendí, regulé el volúmen y Rohan empezó a quejarse.

–Puse algo de música para que sea más tranquilo el ambiente, estoy harto del silencio incómodo, que me trates como un niño y yo no puedo vivir sin música así que empieza a acostumbrarte, anciano.

Me crucé de brazos y ella me quedó mirando con una mirada que te penetra al punto de querer quitarte los ojos. La cagué, esto es peor que estar con mi mamá. Bien aquí vamos, Dios soy yo otra vez...

–Bien –interrumpe mis pensamientos– pero siguen las mismas reglas de siempre, ¿entendido? Solo en desayuno, almuerzo y cena puedes encender la radio.

Sonreí intentando no gritar de la emoción, el almuerzo seguirá igual como estos días. Callados pero al menos hay música. Aún debo acostumbrarme que debo hablar como si fuera mujer sino la gente me quedará mirando como si me hubiera escapado de un manicomio. Si no me acostumbro rápido no podré salir más seguido o peor, no podré ver a mis amigos y familia otra vez hasta que todo esto acabe.
Comí con más animo que otros días y en eso Rohan me quedó mirando como si hubiera visto un fantasma. Ahora parece que no tengo derecho a ser feliz, ¿o qué?

–¿Puedo hacerte una pregunta, Higashikata?

Asentí dudoso con la cabeza mientras digería la comida.

–Si tus padres están casados, ¿por qué no llevas el apellido de tu padre?

No sé si esta consciente de que es una pregunta personal la que me acaba de hacer pero puede que este sea el único momento en que pueda interactuar con total normalidad hacia él.

–Antes de que yo naciera mi abuelo advirtió que yo debía portar su apellido sino no iba a aceptar el matrimonio. Él siempre ha sido de dejar vivir la vida, no le gustaba la idea que mi mamá fuera la única enamorada en el matrimonio y quería que yo portara un nombre y apellido perteneciente a una familia formada por amor, no por algo forzado.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Oct 22, 2020 ⏰

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