Capítulo 7

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Cuando llegué a casa de Jeremías le conté todo, él ya sabía gran parte de cómo había sido mi relación con Leticia y lo dolido que estuve un buen periodo de tiempo.

- Tu papá se pasa, primero tiene que ver por ti pero no, el señor siempre piensa en él- decía mi amigo alistándose.

Hoy empezábamos la universidad de nuevo, él siempre llegaba temprano y era de los primero, hoy llevaría a su hermana que iniciaba economía con nosotros. Yo era el que llegaba tarde siempre y hoy no iba a ser la excepción, es lunes y los lunes no se va a la universidad, bueno eso dicen.

Mi querido amigo decidió irse con su hermana después de haberme rogado que me fuera con él, no acepté con la excusa de que tengo que ir a ver lo de mi nuevo apartamento, ya en unos días me mudo y quiero saber cómo va todo. El apartamento era tal como lo pedí, cómodo y grande; tenía una vista increíble y no estaba tan lejos de la universidad, podía decirse que era permitido ir caminando ya que la distancia era de apenas tres calles.

¿Cómo es que nadie viene a clase los lunes? Yo no entiendo esa filosofía, pero tampoco era problema mío. Llegué a la universidad y, desafortunadamente, mi primera clase era con Monroe: Formación humanística y ciudadana. La maestra no era mala, de hecho, era la mejor pero no me tenía en buen concepto porque a su clase siempre llegaba tarde, las clases con ella siempre eran en la mañana temprano, me aburrían y por eso siempre llegaba unos minutos después.

Encontré la puerta del aula 225 cerrada, para nada raro, Monroe siempre lo cerraba porque sabía que siempre era el último en llegar. Cuando la abrí todos se me quedaron viendo y entonces la ví; era la chica grosera del aeropuerto, en buen lugar me la pude volver a encontrar. No era fea, al contrario, sus ojos color miel y su hermosa melena pelirroja la hacían ver hermosa. Alzó la vista hacia mí y su semblante cambió, me había reconocido pero en ese momento decidí ignorarla y pasar al lado de ella como si no existiera.

- Señor Michelson, siempre llegando tarde. Adelante- dijo Monroe con evidente sarcasmo.

- Khalil, maestra Monroe, Khalil es mi nombre- dije sin importancia.

Pasé al lado de la chica y luego me senté en mi lugar de siempre, y en los siguientes 60 minutos, no estuve prestando atención a nada pensando en mi padre y la relación con esa familia tan desagradable para mí. No lo soportaría, ella en el mismo lugar que yo, arruinaría mi día a día por completo.

Cuando acabó la clase, me dispuse a salir del salón y de camino, me encontré una escena muy familiar. Este es mi momento de la venganza.

-Fíjate dónde pones tu maleta, niñita- le dije y de inmediato pude notar cómo se tensaba.

-Yo no la puse ahí, se me cayó- dijo intentando recoger todo rápido.

- Me está estorbando el paso, niñita- dije en un tono sarcástico.

Me daba risa la cara que ponía y los gestos que hacía cada vez que habría la boca, eso me animaba a seguir jodiendola más.

- Pues lo siento, el piso no es tuyo. Además, ¿acaso eres ciego o es que no te das cuenta de que hay más espacio?- dijo terminado de recoger sus cosas.

Los demás se quedaron boquiabiertos ante su forma de hablarme, me daba risa porque se notaba que era su primer día y no tenía ni idea de quién era yo.

-Recoge tu maleta y déjame pasar- dije interponiendome.

Llevaba un vaso de jugo, en mi mano. Me tomé un sorbo saboreando su sabor y sin decir palabra alguna lo dejé caer sobre su mochila que estaba en la silla. Su cara lo decía todo, no se lo esperaba y yo no paraba de reír en mi mente.

- Pero, ¿qué coños te pasa?- dijo tratando de limpiar la mancha que el líquido rojo había dejado, la mochila era blanca y puedo decir que va a ser difícil sacarle esa mancha.

- Mira, siento mucho haber derramado el jugo en tu maleta, pero para la próxima, ponla donde no me estorbe- dije con cara de ganador para luego caminar en dirección a la puerta.

- ¿No podías usar tus propias palabras?- dijo, sabía que estaba recordando el suceso en el aeropuerto.
-Pelele- la escuché decir.

Este inicio de semestre me ha encantado, me divertiré mucho haciendo enojar a la fósforito, si, así la llamo: La fósforito.

¡Hola mi gente linda, mi gente bella! ¿Cómo me los trata la cuarentena?

Aquí un nuevo capítulo de Adore You, espero continúen conmigo hasta el final de esta historia que comenzó su travesía en 2014.🥺

Espero les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirla, dejan sus votos y comentarios por fis, sería de mucho agrado para mí.

Dios los bendiga.

Saludos desde Colombia.

Nos vemos el martes.💜

Solo Déjame AdorarteWhere stories live. Discover now