Capítulo 15

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Los días pasaban muy rápido, las clases y el año se iban junto con ellas, ya casi era verano en Londres y pronto saldríamos de vacaciones. En el campus de la universidad se rumorea que habría un paseo hacía unas cabañas que están fuera de la ciudad a la cual todos irían a pasar todos los meses de receso escolar, Jael y yo nos estábamos preparando porque ambas iríamos junto a Khalil y Jeremías, a este último le tocó casi que arrodillarse para que su mejor amigo lo acompañara y no lo dejara solo junto a la manada de monos, según sus propias palabras.

Hace unas horas atrás...

—Dale Khal, nos vamos a divertir— decía el pelinegro por quinta vez.

—Jeremías, sabes muy bien que a mí no me gustan esas cosas. Yo prefiero quedarme a dormir aquí— decía desde el baño.

—No seas aguafiestas, bro. Nos vamos a divertir muchísimo, además, habrán chicas lindas— dijo pícaro a lo que yo rodé los ojos.

Khalil salió del baño e inmediatamente se posó frente a Jeremías tomándolo por los hombres y sarandeandolo.

—Si te digo que iré, ¿te callas?— dijo soltando su agarre y el chico solo asintió.

Actualmente...

Ya hacía un mes que había llegado a Londres con mi familia y todo había resultado muy bien. Las clases iban de maravillas, era unas de las mejores junto con mi amiga Jael; ella y yo nos hemos vuelto más unidas, salimos a todos lados juntas, nos quedamos a dormir en la casa de la otra y así, típico de las buenas amigas. Con Khalil quedamos en que trataríamos de llevarnos bien porque creímos que era absurdo estar discutiendo siempre por tonterías y, peor aun, si nos íbamos a estar viendo casi todos los días, así que decidimos hacer las pases por no sé cuántas veces más y empezar desde cero.

De Gerónimo no supe más nada desde la vez que estuvo en mi casa y para mí era lo mejor, no quería tener nada que ver con él porque ya todo lo que algún día sentí se estaba desvaneciendo poco a poco.

Eran las 04:30PM cuando mi celular sonó, era un teléfono que no tenía registrado en mis contactos, cosa que se me hizo extraño porque a mí nadie me llama y si lo hacen, tengo que tenerlo guardado. Al tercer timbre respondí la llamada.

—Buenas tardes— respondí seria.

—Vaya, vaya, vaya, con que tú eres la nueva novia de Khalil— dijo desde el otro lado de la línea.

—¿Quién eres tú y por qué tienes mi número?— respondí sentándome en la cama.

—Khalil es mío, niñita. Te veo cerca de él y no voy a tener que ver con nada ni nadie. Cuídate— dijo e inmediatamente colgó.

La voz era la de una chica y puedo jurar que esa voz ya la había escuchado en algún lado, ahora lo realmente importante aquí es saber quién le dijo a esa tipa que yo era novia de Khalil, si él me odia, ¿cómo es que alguien puede llegar a pensar en eso por un momento?

AL OTRO LADO DE LA CASA...

Khalil Michelson

Hoy nos iríamos a la dichosa cabaña a la que tanto dije que no iba a volver, me trae muy malos recuerdos todas las cosas puercas que hice ahí —sonrío recordando—, pero Jeremías me insistió tanto que para quitarmelo de encima le dije que sí. Samay y yo cada vez pasábamos más tiempo juntos y debía admitirlo, la tipa me gusta mucho y tiene una personalidad arrolladora que a cualquiera enamora, cada vez que estaba junto a ella no paraba de reír con las tonterías con las que salía, me encantaba eso. No tenía mis sentimientos claros con respecto a ella, pero sabía que me agradaba muchísimo estar juntos; ella no lo sabía, es más, ni se lo imaginaba porque yo trataba de ser lo más irritable posible y por eso siempre andábamos discutiendo con la más mínima cosa, pero había tomado la decisión de acercarme más a ella y por eso, acepté ir a la dichosa cabaña con Jeremías.

Solo Déjame AdorarteWhere stories live. Discover now