Final Alternativo.

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Al llegar vi como la dejaba sobre el suelo y le susurraba algo. De repente fuegos artificiales comenzaron a caer de las plantas superiores del centro comercial. Levante mi vista observando a los demás atacar al Azotamentes con los fuegos que habíamos robado en la tienda. Por cada golpe que recibía Billy se retorcía, estaban conectados a fin de cuentas así que el sentía todo. Intenté moverme pero mi cuerpo estaba paralizado. No sabía que me pasaba, tenía miedo de volver a perder a la persona que amaba.
Todo pasaba muy rápido, la luz de los fuegos molestaba a mi vista. Observe a Summer agarrada de la mano de Steve lanzando fuegos y sonreí. Sonreí porque al fin sabía que iban a ser felices.

No se en qué momento pero Once se escapó y Billy la agarró volviéndolo a dejar donde estaba. Mi cuerpo reaccionó y fui con el. Agarre su mano haciendo que me mirase.

–Vuelve conmigo Hargrove.  –Coloque ambas manos sobre su cara y lo bese. Colocó sus manos sobre las mías e intensificó aquel beso. – No me dejes.

Los fuegos artificiales pararon y un grito desgarrador salió del Azotamentes. Billy me volvió a besar.

–Nunca te he dejado princesa. Te he amado de por vida y lo haré siempre. Ahora por favor perdoname.

Corrió hacia este.
Me quedé parada observando como devoraba las manos del rubio mientras este intentaba frenarlo. Uno de sus tentáculos fue hacia su lado izquierdo clavandose en su cuerpo y lo mismo con su lado derecho. Mis gritos de agonía estaban dejándome sin voz. Los tentáculos no paraban de agarrar el cuerpo de Billy el cual apenas se movía ya. Antes de que un último tentáculo atravesara el corazón de Billy el Azotamentes cayó sontandolo. Rápidamente fui hacia el. Escupia sangre así que se la limpie.

–No me dejes, no ahora Hargrove.

–Quiero despertar contigo todas las mañanas. Ya te lo dije. –Tosio escupiendo sangre. – Gracias por darme los mejores meses.

–No, no te despidas Billy. No lo hagas.

Unas luces volvieron a alumbrar aquello y gente del ejército y médicos entraron. Rápidamente agarraron a Billy y lo montaron en una ambulancia. Después de mucho insistir logre convencerlos de que me dejasen ir con el. Al llegar al hospital lo metieron de urgencia y no me dejaron seguir.

Sentada en las sillas de urgencia me quedé dormida. No sé cuántas horas fueron, quizás fue un día justo o solo veinte minutos pero desperté gracias a que el doctor que le había operado me había levantado.

–¿Venías con el no?

Asentí mirandole. Queria saber con solo ver sus gestos si estaba bien. El doctor Soltó un suspiro y se sentó junto a mí.

–El es fuerte. Ahora mismo está en un coma y no sabemos cuando saldrá de él. Ahora mismo solo te queda rezar mucho.

–¿Puedo pasar a verle?

El medico asintio y me llevo hasta una sala. Al entrar vi a Billy tumbado en la cama. Comencé a llorar y me acerque a él lentamente. Al llegar a la cama agarre su mano.

–Tienes prohibido dejarme Hargrove que lo sepas.

TRES MESES DESPUÉS

Hola cariño. –Mi madre dejó un beso en mi frente y me Observo. – Vengo a cambiarle las gasas te puedes quedar si quieres.

Asentí observando como cambiaba los vendajes por otros nuevos. Observe como las cicatrices estaban ya curadas completamente.

–Su madre dice que puedes irte, que no debes de quedarte siempre.

–Quiero estar aquí.

Cuando termino de cambiarle las vendas mi madre se sentó junto a mí.

–Summer dice que no se va a Columbia sin ti.

–No debe de echar a perder su futuro por mi culpa.

Mi madre se encogió de hombros y se levantó. De repente el aparato al que estaba conectado Billy comenzó a pitar así que me hizo salir de ahí. Después de casi dos horas y que muchos médicos y enfermeras entraran y salieran me dejaron entrar.

Me tumbe en la cama intentando no hacerle mucho daño.

–¿Recuerdas cuando me salvaste de mi padre? Estábamos también tirados en una cama de hospital salvo que era yo la que estaba conectada a todos los aparatos y tu solo habías venido de visita... —Un sollozo salió de mis labios recordando aquello. – Billy por favor, despierta, vuelve conmigo. Te echo mucho de menos.

Me levante de la cama y puse el cassette que me había regalada. Para sernos sinceros puse la canción con la que se identificaba. Volví a la cama y comencé a cantarle la canción susurrando. De repente una especie de tarareo salió de los labios del rubio hasta que dijo boys don't cry...

Me levante rápidamente para observarlo y poder deducir si habían sido imaginaciones mías o no pero no. No lo fueron. Aquellos ojos azules me miraban sonriendo.  Salí corriendo y llamé al médico el cual no tardo en entrar. Apenas unas revisiones más tarde Billy y yo pudimos estar tranquilos juntos.

–Escuchaba tu voz, te escuchaba llorar pero no podía hacer nada. Quería decirte, gritarte que estaba bien.

–No te preocupes. –Levante un poco mi cabeza la cual estaba apoyada sobre su pecho para observarlo mejor. – Ahora estás aquí conmigo y eso es más que suficiente.

–Estoy tan enamorado de ti princesa.

Le di un beso en su mandíbula y sonreí.

–Te voy a amar de por vida Hargrove.

Ephemeral // Billy HargroveWhere stories live. Discover now