🥋

1.2K 83 2
                                    



[Rayito]

Estaba en mi cama, durmiendo cómodamente. Estaba soñando en pasteles y armas...

      — N-No te vayas donita... deja que te de un mordisco —Dije mientras perseguía a la Dona. Luego sentí como algo me mojaba, giré la cabeza y vi como un tsunami de chocolate venía hacía mi— ¡Corre Dona! ¡Corre! 

      — ¡Levantate! Siempre tengo que hacer lo mismo —Sentí como mi cuerpo se mojaba por completo. Con rapidez abrí mis ojos sentándome en la cama y vi Pamela con una tanque, ya vació, en sus mano y una pose de diva. 

       — Te ves bien con ese vestido —Le dije con una sonrisa. Me dio un leve golpe con el balde en mi cabeza— ¡Hey! Te digo cosas bonitas y te pones de mamona. 

       — No te doy otro porque le tengo respeto al balde. Ahora levántate que debes irte a bañar, borracho de... —Salió de la habitación.

        — Siempre tan linda con ese mal humor.  —Solté con sarcasmo tirándome de espadas a la cama. — ¡Ay no! —Me levante al volverlo a sentir mojado. 





Ya estábamos en el aeropuerto con las maletas a nuestros pies. Estábamos esperando a Juan, Pamela y yo, mientras tomábamos un café. 

      — Recuerda... Debes estar pendiente de todo lo que pase a tu alrededor... —Miró a otro hablándome— ... Ese hombre puede saber que descubrimos algo raro en su equipaje y pueden haber personas vigilandonos —Mientras ella decía eso, comencé a ver todo el lugar buscando gente sospechosa. 

      — Posiblemente se hicieron pasar por guardias de seguridad, tal vez por eso no hubo problemas al pasar la mercancía —dije.

       — Tienes razón. Más tarde iré a la empresa y le diré eso al jefe —Me miró— Estaremos en contacto.

       — ¡Claro que si! ¡No dejaré olvidada a mi enana favorita! —Despeine su cabello. 

       — ¡No es pregunta! Es afirmación, así que no dejes tu teléfono de lado. —Me dio un codazo—¡Juan! —Saludó caminando hacía él, dándole dos besos en las mejillas. Yo seguía retorciéndome del dolor. 

      — ¡Pamela! —También saludó. Me vio y su sonrisa desapareció— No quiero saber lo que hizo... —Tomó mi café y tomó de él— Vamos que llegamos tarde.


Caminamos hasta la zona de abordaje. Dejamos las maletas en el sitio, no me acuerdo el nombre. Ya estando apunto de pasar por la barra, Pamela nos detuvo del cuello de al camisa. 

       — Recuerden, y te lo digo más a ti Maldonado. Esto no son vacaciones, deben encontrar al tipejo ese y arrestarlo. Y por el amor a Jesucristo, estén pendientes de mis llamadas, les daré leve información sobre Corea del Sur y del narco. Adiós... —Se despidió soltándonos.  

Nos despedimos también. Hicimos el chequeo típico y nos adentramos al avión. 

      — Bueno compadre... Me voy a dormir que son muchas horas de vuelo. Buenas noches —Se acomodo en la silla y a los minutos ya estaba dormido. 

Yo tomé mis audífonos puse música x y me quede un tanto dormido. 






No se cuantas horas llevábamos de vuelo, solo se que me dolía el trasero, tanto que lo ultimo que haría en Corea sería sentarme.

      — Oye, Juan —Lo moví. No se movió— Juan... —Rasque mis ojos. 

El muy hijo de su tía tenía los audífonos al tope y babeaba la almohadilla. Le quite un audifono y lo que escuche me dejó algo traumado. 

       — Puerco... —Salí de mi asiento para poder ir al baño. 




Al fin habíamos llegado a la ciudad de Seoul. Los pasajeros estaban bajando y yo estaba tratando de despertar a la rata de Maldonado. 

       — Señorita —Llame a una azafata. Se detuvo y me miró con una sonrisa— De casualidad tiene una botella de agua —Hice una sonrisa un tanto perversa. 




       — No quiero volver a viajar contigo —Camino, sus pasos eran mojados. Yo solo podía reírme.— Ojala Pamela estuviera aquí para que te de un golpe. 

      — Créeme, ella te hubiera hecho lo mismo —Golpee su espalda mojada y fuimos por nuestras maletas. 

Cuando las encontramos salimos del aeropuerto internacional de Seoul, sí me lo aprendí. Caminamos y vimos a un hombre, era alto y llevaba traje. Se acercó a nosotros quitando sus lentes negros. 

       — ¡Un chino! —Le codee a Juan con una sonrisa. 

       — Soy coreano señor ______ —Habló en español. Quité mi sonrisa y me disculpé— Mucho gusto, me llamo Jeon WooSun. —Hizo una reverencia, lo imitamos. 

       — Soy el agente Maldonado, también es un gusto. 

        — Vamos, el carro nos está esperando —Comenzó hablar en ingles— No se mucho español, así que nos vamos a comunicar en ingles. Deben tener esto —Nos entregó unos micrófonos— Deben usarlos todo el tiempo. 

Entramos al carro. El agente Yeun prendió una pantalla y comenzó a explicarnos. 

       — El hombre que buscan es este. —Lo señalo— ... Ese hombre siempre come en la misma cafetería, cada vez que viene aquí. Los audífonos vienen con micrófonos escondidos solo necesitan estar al menos en la mesa que le sigue y podrán escuchar lo que habla.

      — Listo... ¿Cuándo comenzamos? 

      — Es preferible que comiencen mañana, ya no está a esta hora. Investiguen lo que quieran de Corea del Sur... —Se giró al conductor— Llévanos a la casa (Coreano) —Se giró a nosotros— Bueno... 

Sonó mi teléfono. Era Pamela. Me disculpe y conteste. 

       — Hola Pame —Le contesté en español.

       — ¿Cómo están? ¿Llegaron bien? 

       — Si, estamos todos bien —Sonreí aunque no me viera. Voltee a ver a Juan que hablaba sobre las chicas coreanas. Este tipo está loco. 


________________________

._Rayita_y_Rayito

Gracias a ti... | Rosé y tú • Rayito - TERMINADAWhere stories live. Discover now