DEMONIOS - (NatsuxSeilah) (Fairy Tail)

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---"UN PASADO QUE CONTAR"---

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El clima estaba más sombrío que de costumbre, y aparentemente, empezaría a llover pronto por las nubes negras que cubrían el cielo.

Bajo el horrible clima se encontraba un extraño hombre caminando muy lento y lastimado por las amplias praderas, el extraño sujeto parecía de todo menos humano, tenía varias marcas negras por todo su cuerpo y encima de su cabeza dos cuernos regularmente grandes que parecían estar hechos de fuego puro, su semblante serio y su aura de muerte hacían que el extraño sujeto de miedo con solo verlo.

Pero había algo más extraño en él, y no hablamos de él respectivamente.

En sus brazos sujetaba algo con mucha fuerza, era una mujer inconsciente sujetada como si fuera una princesa por el hombre antes mencionado. 

La chica era una hermosura, en todo sentido de la palabra, pero tal como su acompañante... parecía no ser humana. De su cabeza salían dos protuberancias en cada lado, parecían ser más grandes que la del chico junto a ella, en su frente y en sus brazos también eran cubiertos de marcas negras, como si de tatuajes se tratara, pero al menos eran más normales que las que tenía el hombre, esas eran asquerosas a la vista.

Estamos viendo una escena de maestro y siervo, dos de los últimos demonios que viven en tierra, más conocidos como "etherias", pero no cualquier demonio, la chica era la mano guía y acompañante más fiel del demonio a su lado, ella era muy poderosa, asesina de miles de almas humanas a lo largo del tiempo, por su actitud fría no había remordimiento alguno cuando lo hacía, no tenía emociones en sí... excepto con su maestro, ella estaba dispuesta a morir por él, ella lo amaba.

Y él, su maestro, era para nada cualquier etherias, el era el más fuerte de todos, el mayor enemigo de la sociedad desde hace muchos años, un maniático, loco, asesino, un verdadero monstruo que solo sabía divertirse con la sangre de los débiles, hermano del creador de su raza, Zeref, el único con el poder para matarlo, tanto a él, como a cierto rey de los dragones. O al menos así fue, desde que perdió su posesión más valiosa... a su amada.

Ella era Seilah, nombre puesto por su amo y señor, y él, era END, Etherias Natsu Dragneel, el etherias más fuerte de todos... al menos de los que aún existían.

Natsu siguió con su viaje cuando cruzó su vista un momento con el inconsciente rostro de su compañera, una sonrisa se formo en su tenebroso rostro cuando lo hizo, había pasado mucho tiempo desde que vio a su querida compañera.

- "¿Cuanto tiempo habrá pasado desde la última vez que nos vimos, Sei?" - se preguntaba a si mismo Natsu mientras veía a su compañera dormir, de repente un rayo sonó por el lugar y una lluvia torrencial cayó sobre ellos - [suspiro] "Necesitamos un lugar donde quedarnos".

Giró su vista hacía un tumulto de rocas cercano, parecida a una pequeña montaña, la roca era lisa y no parecía haber una cueva siquiera para pasar el rato hasta que la lluvia acabe o al menos recuperar energía. Sin haber ningún espacio donde descansar, Natsu hizo uso de su magia una vez más, creo una masa de energía en su mano, hecho de un fuego muy rojo y puro y la lanzó hacía una parte de la montaña.