Harry Potter y el Verano del Cambio

Capítulo 37

"Lumus*

Harry Potter y el Verano del Cambio

-CAPITULO 37-

El sol se deslizó por el horizonte cuando el nuevo día se mostró a la gente de Gran Bretaña. La mayoría de los muggles abandonaban sus casas bonitas y ordenadas y se subían a sus vehículos limpiamente lavados para luchar contra los otros viajeros que hacen exactamente lo mismo. 

Los carros tocarían la bocina, la gente se agitaría, las palabras se hablarían con ira y, sin embargo, el sol aún ascendía hacia el cielo a medida que las nubes ligeras y esponjosas se desplazaban lentamente hacia el este.

El mundo mágico también se movía. Las brujas y los magos abandonaban sus excéntricas casas para trabajar o se sentaban a desayunar con sus hijos unas últimas veces preciosas antes de regresar a Hogwarts por otro año. Se escucharon risas vacilantes cuando los padres se preocuparon por los suyos. Se preocuparon el uno por el otro cuando la madre y el padre de familias afortunadas hicieron contacto visual. El futuro era tan desconocido y el miedo corría desenfrenado.

A medida que se escuchaba el ruido de los búhos voladores y varios chirridos o chillidos en las cocinas Mágicas de todas partes, se levantó un grito de culpabilidad. Se escribieron cartas, se hicieron llamadas flu y se planificaron visitas a medida que se difundían las noticias. Una familia en particular abrió la mejor botella de champán que tenían a mano y se regocijó porque la venganza finalmente se había logrado, incluso si no la habían repartido.

Cuando Tonks se dio la vuelta, el sol le dolió tanto en los ojos que gimió. Mientras se preparaba para abrir los ojos, Nymphadora estiró los brazos y las piernas, sintiendo al hombre que estaba a su lado. Encontró la sensación reconfortante de la carne y se acurrucó ansiosamente. Finalmente sus ojos se abrieron y vio las nubes hinchadas perezosamente rodar por la ventana. "Hermoso día, hoy".

Harry escuchó sus palabras y suspiró mientras la acercaba a él. "Eso solo significa que algo malo sucederá, Nymph".

"Brillante rayo de sol eres", reprendió Tonks. "¿Te importaría prenderme fuego también mientras estás tan alegre? Podría ser una buena distracción para tu visión optimista del día".

"Solo digo ..." Harry trató de arreglar el estado de ánimo, pero los labios de Tonks lo sofocaron.

"Silencio, cosa sexy", lo regañó Tonks antes de atacarlo. Los acontecimientos de esa noche todavía estaban en su mente y le debía su vida a Harry. Cuanto más lo pensaba, más se sentía atraído por Tonks. "No hay mejor excitación que tener un hombre sexy salvando tu vida".

Cuando Harry se dio cuenta, procesó lo que se había dicho. "¿Y si hubiera sido feo?"

Tonks se rió en su cuello mientras ella lo acariciaba. "Gracias a Merlín que no pasó."

"¿Realmente?" Harry presionó.

"Podría haberte dado un beso y dejarlo así", bromeó Tonks. "No es tan divertido como follar , ¿verdad?"

Harry respondió de la única manera que pudo en su esperanzado estado mental, "No".

Las bromas y los besos juguetones continuaron hasta que Hedwig apareció en la habitación. Llevaba algunas cartas y una copia del Profeta y una mirada aburrida y un poco molesta por Harry. 

Él sacudió la cabeza e intentó convencerla de que se acercara a él. Ella resistió sus esfuerzos al continuar con su mirada. Harry no estaba realmente motivado para leer lo que le habían enviado desde que había notado el filo del Diario El Profeta pero la había llamado de todos modos. Sin cesar, Hedwig hinchó el pecho una vez y finalmente voló hacia Harry. Se quitó la carga y las hojeó. Mantuvo la carta de Hermione y Ginny a su lado de la cama antes de dejar caer el papel y otra carta en el regazo de Tonks.