Capítulo 31

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Entro a casa bastante cansada del día, pero feliz porque hace rato no lo pasaba tan bien, compruebo que papá no está en casa y como en efecto, no ha llegado así que mejor no ha podido salir mi huida de la cárcel-casa que me he buscado recientemente, nunca pensé aborrecer tanto mi rincón preferido pero supongo que todo esto es transitorio, cuando tenga a mi bebé buscaré un trabajo para independizarme y ya veré como terminar la carrera, lo importante es estar vivos y tener buenos momentos como el de hoy, solo espero que algún día papa me perdone y empiece a sentir un poco de emoción por su nieto que viene en camino, acaricio mi vientre liso aún y camino hacia la cocina, suelto el bolso en la mesa y bebo un poco de agua. Por el rato que llevo aquí sin sentir algún ruido sé que no hay nadie en casa, sino Emily ya hubiera dado señales de vida, me viene un mareo momentáneo y tomo aire para que pase, vuelvo a respirar y luego de que pasa se me antoja unas papas fritas. Saboreo mi plato, al que decido añadirle ensalada de último momento y busco los libros que tengo tirados en la sala desde el sábado en la mañana para seguir estudiando cuando me recueste un poco.

Muerdo el tapicero interesada en los bacteriófagos y su utilidad para eliminar los procesos infecciosos pero varios minutos después mi interés por el texto se esfuma al escuchar que la puerta de casa se abre, entra mamá y detrás Emily, bajo mis pies del sofá y me giro hacia la entrada

-Hasta que llegan, ya empezaba a sentir mucha soledad-digo en tono dramático y Emily pone los ojos en blancos

-Holaa Oso, ya le diste de comer al osito- le apunto al plato sobre la mesita a modo de respuesta y le recalco

-Que crees, que soy una madre desnaturalizada y lo dejaré morir de hambre- mi madre me abraza y cierro los ojos para sentir su olorcito reconfortante

-Buenas cariño, ¿Cómo te ha ido hoy?-Emily toma el control remoto y se acomoda a mi lado para ver su serie favorita (Juego de Tronos)

- ha sido perfecto, bueno aunque mejor sino me hubiera visto a Daniel.

-¡Daniel ha estado a...-Emily interrumpe la exclamación asombrada de mamá y molesta se queja

-Ya empezó la serie, si van a cuchichear vayan a la cocina que no me dejan escuchar después con tanta risita- alza el volumen para concentrarse en el televisor y mi madre la regaña

-Emily... baja el volumen, no seas grosera, sino quieres que te molesten pues ve a verlo al cuarto

- Mamá, en la cama me duermo enseguida.

-Entonces tendrás que aprender a convivir en familia.- Emily refunfuña y se tira en el sofá con los brazos cruzados, agarra el control remoto y bajo protesta anivela en volumen nuevamente. El timbre de la puerta suena y nos miramos extrañadas, quien podrá ser a esta hora un domingo, Emily suelta un chasquido con la lengua bastante molesta

-Será posible que en esta casa hoy no tenga tranquilidad para ver nada- mamá la mira de reojo y le dice

-Sé que estas en la etapa de la adolescencia pero por favor compórtate- camina hacia la puerta para ver quién es y yo le sigo detrás preocupada, ella mira por el orificio de la puerta y se voltea a mirarme con cara alarmada.

-¿Cómo decía aquel dicho del Rey de Roma?- frunzo el ceño por su pregunta y abre la puerta dejando ver a Daniel vestido en su magnífico traje caro.

-¿Que quiere señor Hopper?- pregunta mamá con tono bravío

-Hablar con su marido, claro está, ahora mis asuntos son con él- me observa con un semblante sombrío y aclara- Aunque también deseo hablar con Allison-

- Mi esposo no ha llegado aún y a mi hija déjela tranquila, Ally no quiere saber nada de usted- Pone una mano en la puerta para cerrarle pero Daniel la aguanta con mano de hierro y con una mueca de desagrado dice

Tolerada PrepotenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora