tahtırevan

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Si uno se preguntaba porque ella en ese momento se encontraba indecisa, era simple, era muy dificil decidirse,encontrarse entre delicias y torturas, entre un vaso de vino y un vaso de veneno, entre una dulce caricia o la caricia del acero, para ella el Palacio Real era eso y màs.

Se enconttaba en añorar cuando era inocente pero tambien cuando  perdio su ingenuidad,  eso ocurrio entre esos techos iluminados por cientos de mosaicos y cristales entre las pare.des que enarbolaban en alto los simbolos y hazañas de su antepasados, entre dulces frutas y tambien envenenados dese.os.

Conocio la felicidad, el odio, el amor, la desdicha, el miedo, la esperanza, el temor, el odio, la venganza...los dioses eran crueles en permitir conocer todos los aspectos de la vida en un solo lugar y lo peor a una edad apenas de inocencia.

Se revolvio en su estomago la comida, un poco de faisan especiado con vino de las tierras de Qing, en realidad sintio sequedad en la boca, incluso ahora sentia nerviosismo y emocion de verse en el palacio de su hermano...en realidad se paso una mano entre los ojos, el palacio de su hermano....ya no de su padre, suspiro.

Estiro el brazo hacia afuera, una mano le tendio una copa de vino, se detuvo a mirar los bordes de la copa plateada, era la costumbre de antaño, ahora seria muy raro que le quisieran muerta pero  fue educada aser siempre cautelosa, agito la copa entre sus dedos mientras miraba  el recorrido del vino, despues de girar varias, observo que el color no cambiaba de color, y pudo beber...era un sabor delicioso, vinos de los reinos mogolitas, un sabor dulce combinado con especia...los pueblos indus sin duda especiaban todo lo que tocaran.

Saco su brazo la sirvienta hecho en la copa màs vino, era bueno tener suficiente hielo para poder tener alimentos muy frio.s y mucho mas en ese desierto, bebio varias veces mientras u mente divagaba.

Observo a sus hijos que estaban en su litera, los 2 domian placidamente, era agradable ver que no tenian sus preocupaciones, ella no podria dormir bien...jamas desde que paso esa noche, el grito de espadas y cuchillos, y luego gritos.

Cabeceo siendo vencida por el vino y el cansacio, pero se movio bruscamente, buscando su navaja, se mordio los labios antes que volviera a estar alerta, pero era cierto, estaba muy segura, al menos nadie se meteria con el segundo hombre màs rico del Imperio y la hija de un Sha, una de sus hermanas favoritas...

En realidad no sabia si era su hermano predilecto, era tambien un sentimiento que no sabia que tener,  queria y amaba a Peroz mucho, habia crecido con el desde que paso esa noche, pero tambien tenia un gran rencorcontra el y màs contra su madre...esa mujer era detestable, lo ultimo que supo fue que era arrastrada por un monton de chicas antes de llevarla ante su nueva madre, una madre que tenia hijas de madres asesinadas....para presentarlo a su hermano.

Odiaba demasiado a esa mujer, ambiciosa, cruel y tambien decidida a darle el trono a su hijo, en realidad era muy cruel como las otras mujeres, cada una pensando y tramando, matando y asesinado, unas maneras simples otras osadas...y lo peor que se unio en esos rencores, pelenado con su nueva familia contra las otras chicas, hermanas peleando entre ellas para ver que hermano ponian en el trono-

Sintio un temblor en su palanquin, era la recta final, al final se estaba aglomerando tanta gente que sus esclavos se estaban deteniendo lentamente, miro a los guardias prepararse, al menos 50 hombres le protegian, 15 a los lados y 10 de caballeria enfrente y 10 detras, eso sin contrar los 20 sirvientes, ayudantes, concineros y demas que le seguian y los esclavos era otra veintena que cargaban su palanquin y protegian los objetos de valor, y dirigiendo con camellos y caballos con los regalos y las comodidades que necesitaban.

En realidad hubiera sido preferible que fuera un carruaje tirado por caballos, insensato pensamiento, el desierto era tan traicionero que un carruaje hubiera hundido al momento, ahora penso que hubiera sido preferible tener al menos una centena de guardias, una parte de ella se aterraba de la idea de ser atacada por una multitud...la idea atacaba su mente, pidio mas vino y ni siquiera reviso si estaba envenado, volvio a pedir la copa, antes de volver a llenarse su boca en el sabor del alcohol y las uvas.

Dinastia: Los Leones Del Desierto...Where stories live. Discover now