Regresando a nuestro mundo

004: Ya estamos aquí, ¿Y ahora qué?

Me sentía algo cansado, como si recién me despertara, pero al mismo tiempo, me sentía con mucha energía. Era algo extraño, sin duda, pero de alguna manera, sentía que ya estaba acostumbrado a sentir eso.

Aiko: *moviendo un poco a Naruto* Despierta, Naruto-nii. Ya se está haciendo tarde.

Naruto: *somnoliento* Cinco minutos más, mamá...

Aiko: *suspiro* No tienes remedio...

Si me levanté mucho más rápido de lo usual, es porque sentí un poco de agua fría caer en mi cara. Al espabilar, vi a Aiko con un vaso vacío en la mano.

Naruto: *molesto* ¡¿Cuántas veces te tengo que decir que no me despiertes de esa forma, Aiko?!

Aiko: *le pasa una toalla* ¡¡¡Es tu culpa!!! ¡Te dije que no te quedaras entrenando hasta tan tarde!

Naruto: *se seca la cara* No fui yo, fue el yo de este mundo...

Aiko: *confundida* ¿Pero ese no eres tú ahora?

Naruto: *depresivo* Supongo que sí... *se recupera* Por cierto, ¿Me puedes recordar qué íbamos a hacer hoy?

Aiko: Pues, por lo que recuerdo, íbamos a hablar con el abuelo para que nos inscriba en la academia.

Naruto: Ya recuerdo. Falta una semana para que sea el día.

Aiko: ¿Qué haremos mientras tanto?

Naruto: Creo que lo más prudente es ir a hablar con Sakura y Sasuke. Si la gente nos ve hablar ahora, no sospecharán mucho de nosotros más adelante. Aunque también tendremos que cuidarnos de Danzô.

Aiko: ¿Tan peligroso es ese ancianito?

Naruto: No llegaste a ver la historia completa, Aiko. Ese 'ancianito' es uno de los más peligrosos que existen en este mundo.

Aiko: *se cruza de brazos* Me cuesta creerlo. No parece tan fuerte.

Naruto: Seguro que no. Yo también creía eso, pero cuando lo vi pelear contra Sasuke luego de la cumbre Kage, se me quitaron todas las dudas respecto de su poder.

Aiko: ¿Y cómo lo evitaremos?

Naruto: Aún no se me ocurre ninguna idea. Necesitaría un tiempo para planearlo.

Kurama: Lo mejor es que le pidas ayuda al viejo Hokage.

Naruto: *se sobresalta un poco* (¡¿Kurama?! ¡Me asustaste! ¡Avísame cuando vayas a hablarme!)

Kurama: Tendrás que acostumbrarte.

Naruto: (Aunque esa es una buena idea. También tengo que buscar la manera de entrenar con tu poder sin levantar sospechas.)

Kurama: Te dije que seas moderado, idiota. Si uso solo un poco de chakra para curarte o ayudarte a ganar resistencia, no será visible, y los Jōnin solo creerán que es el poco que se filtra del sello en todo momento.

Naruto: (Entonces... ¿Qué sugieres?)

Kurama: Has lo que me dijiste. Habías planeado recrear técnicas de otros mundos con el chakra. Inténtalo.

Naruto: (A decir verdad, aún no sé cómo lo haré, pero lo intentaré. Gracias, Kurama.)

Todas las veces que Kurama me habla causa una sensación extraña. Es como si el tiempo solo avanzara para nosotros, pero para los demás no. Una hora que hable con Kurama es un segundo en la realidad.

Claro que hay ocasiones en que puedo evitar eso, pero aún así, siento que eso me trae algunas ventajas. Más aún considerando que, si bien soy muy impulsivo, no soy tan idiota como el Naruto original.