Epílogo

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Diferentes caminos pueden llevar a un mismo destino...

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Años después…

Esa tarde el patio de la mansión Hale era un lugar bullicioso y adornado con decoraciones coloridas, con la temática de un safari, había globos de colores, figuras de animales, juegos infantiles e inflables, todo esto se debía a que Derek y Stiles en compañía de su familia, manada y amigos, celebraban el cumpleaños número cinco de Caleb una mini copia de Derek con sus mismos ojos verdes, pero de piel blanca, cabello castaño y Claulía (combinación entre Claudia y Thalía, idea de Stiles al recordar el sueño que lo ayudo a enterarse de que estaba en espera de sus polluelos) una morenita de cabellos negros y ojos ambarinos iguales a los de Stiles, sus gemelos, la mayor era la niña y era una veela igual a su papi willi, mientras el niño era un lobo igual que su padre alfa.

Ambos pares de la pareja alfa estaban felices, viendo a sus cachorros o polluelos como les decía Stiles, disfrutando de su fiesta de cumpleaños, jugando con un consentidor hermano mayor Isaac quién ya contaba con dieciséis años, habiéndose convertido en un hermoso jovencito lo que aumentaba los celos de Derek y Scott, cada vez que iba a la escuela o salía con sus amigos, aunque la mayoría de veces prefería arrastrar a su Scotty a llevar a sus hermanos y primos a pasear, hacer comprar o a comer algo rico.

Era difícil tener un papá lobo celoso y un destinado sobreprotector, pero había aprendido de su mamá a lidiar con lobos territoriales y a rodar los ojos cuando se ponían intensos, aunque el también cuidaba de sus hermanos Liam de diez, Claulía y Caleb de 5 recién cumplidos e Ian de dos añitos una copia casi exacta de Stiles pero con los ojos verdes, Isaac si que dejaba respirar a los pequeños.

La manada Hale se había agrandado en esos últimos años, contaba con los dos niños de Lydia y Jackson, una niña pelirroja de ojos azules de tres años cuyo nombre era Aria una Banshee según las pruebas hechas y un niño de un año rubio de ojos marrones llamado Dylan, un lobito.

También estaba Tyler el niño de cuatro de Boyd y Erika, un pequeño lobo morenito claro con heterocromía en sus ojos, quien en ese momento estaba dándole de sus chucherías a Dylan pues era muy consentidor con el pequeño, todos sospechaban porque pero esperaban a que se concretaran sus sospechas más adelante, aunque había poco que aclarar en realidad, Erika estaba en espera de su segundo cachorro, ya contaba con cuatro meses de gestación y sería una niña.

Por otra parte, en cuanto a parejas,  Malia y Cora encontraron a sus compañeros entre los miembros de la manada de Velkan, en uno de sus tantos encuentros que primero se daban por Theo y Liam, pero luego debido a los lazos de amistad que unían a ambas manadas.


La pareja de Malia era una joven oriental llamada Kira y la de Cora un hombre lobo llamado Antuhan, ambas parejas estaban disfrutando su relación antes de pensar en agrandar aún más sus manadas.

Como se había vuelto costumbre, aprovecharon la fiesta de los niños para invitar a la manada del alfa Velkan de visita, quién había encontrado a su compañera en una joven humana llamada Lucero.

La pareja alfa de la manada Raeken tenía un pequeño de dos años llamado Altair muy parecido a su padre pero con los ojos ámbar de su madre, en esta manada también estaba el hijo de Harry y Louis quien hubiera estado en la barriga del segundo en aquella ocasión que ambas manadas se relacionaron por primera vez, un pequeño lobo llamado Austin de casi seis años de edad, con los ojos azules de su “mamá” y el cabello oscuro plagado de rizos de su papá.

En esos momentos Liam estaba con todos los demás niños, muy emocionado por tener de visita a Theo quién ya contaba con trece años e Iris su hermanita de cuatro quien con su media lengua les contaba emocionada a todos los demás niños que tendría un nuevo hermanito que su papi Luka tenía en la pancita para orgullo de Patrick su compañero, quién veía la escena con sonrisa de medio lado pintada en sus labios.

Rubí & PlataWhere stories live. Discover now