Deseo Estar Contigo (#DEC1)

Capítulo 15: "¿Qué se supone que debo hacer?"

Albus estaba que explotaba de alegría. Había pasado toda la tarde con Alice, y ahora eran oficialmente novios. Ella le dijo que lo amaba unas veinte veces, y él no se quedó atrás. Nunca estuvo más feliz. La chica de risos castaños se fue a su cuarto, en la casa de Gryffindor; ambos estaban muy cansados, y el azabache, al igual que lo hizo su novia, se dirigió al suyo, en la casa de Slytherin.

Caminaba por los pasillos vacíos prácticamente saltando. Le faltaba unos cuantos metros hasta su habitación y sentía que flotaba, además, el muchacho era completamente consiente de que tenía una sonrisa de oreja a oreja, pero no le importaba lo que opinen sus compañeros.

De repente, vió que su pelirroja prima, Rosy, caminaba rápidamente hacía él, y lo chocó. Albus se sorprendió de que ella solo le dijera “Perdón”, y se marchara más rápido de lo que ya iba caminando.

Entonces comprendió que algo muy malo estaba pasando. Borró la felicidad de su rostro, y se apresuró a entrar al cuarto. Al hacerlo vió a su rubio amigo tirado en la cama con ambas manos tapándole la cara, claramente lloraba. El azabache se acercó y habló:

-¿Estás bien, Scor? ¿Qué pasó con Rosy? Me la crucé recién y ni me saludó, ella jamás hace eso, a no ser que algo grave pase… -sus ojos verdes miraban al otro chico esperando la respuesta.

Luego de unos segundos de silencio contestó:

-…Me dejó, Al. Mi Rosy me dejó… -el muchacho ni intentó secarse las lágrimas, puesto que era absurdo, ya que no dejaban de brotarle una tras otra de sus entristecidos ojos grises.

-Ella te dijo eso?? –el hijo de ‘el-niño-que-sobrevivió’ tomó a su amigo del hombro, como símbolo de consuelo.

-Técnicamente, no. Pero… Me dijo que necesita un tiempo para pensar, y que por ese tiempo no quiere verme… Albus, yo la amo más que a nada, no quiero, ni puedo perderla. Yo te juro que me muero si no puedo volver a besarla al menos, unas mil veces más. La quiero demasiado. Si la pierdo… -

Albus que lo escuchaba atentamente, le interrumpió la frase:

-No la vas a perder. Ella te ama. Solo tienen que aclarar las cosas… A propósito, qué es exactamente lo que deberían aclarar? –dijo al darse cuenta de que aún no sabía a raíz de qué se habían peleado.

-Bueno… Te perdiste un par de cosas, la verdad. Primero, estábamos besándonos felices en la sala de Gryffindor y aparecieron tu hermano, James, tus primos Hugo, Fred y Louis, y también el imbécil de Frank… -

-¿Por qué ‘imbécil’? Frank es un buen chico… -el azabache dudó al recordar que era amigo de su hermano- …Mejor seguí, qué pasó cuando los vieron?? –

-Imaginate, por poco me matan. Pero Rose interfirió, e insistió para que me fuera, así ella podría hablar a solas ellos. Luego de un rato, la fui a buscar a su cuarto. Y a que no sabes lo que ví?? –su amigo lo miró con los ojos bien abiertos como diciendo “¿¿¿Qué??? ”- Al idiota de ‘Frankie’ (como le dice Rose), sobre ella tocándole la cintura. Estaban en la cama y Rosy se reía como si fuera lo mas normal del mundo. –

El rubio miró a Albus esperando una mirada cómplice que le diera la razón, pero en su lugar, éste le dijo:

-Es que… Para ella es ‘lo mas normal del mundo’, a Frank lo conocemos desde muy pequeños, yo nunca me llevé con él, pero Rosy lo adora. Es como un segundo hermano para ella. ¿¿Pero… vos que hiciste… digo, cómo reaccionaste cuando los viste?? –

-Mal. Bueno, muy mal. Sinceramente, peor que muy pésimo, y me quedo corto… -hizo una mueca como reprochándoselo a sí mismo- Pero es que no lo pude evitar, me puse a los gritos, y al final ella me echó. –

-¿¿Cómo que a los gritos?? ¿Te echó? …No te me deprimas, pero hasta acá el relato no te beneficia mucho. Después de eso, ¿qué paso? –

-¿Qué pasó? …Apareció Sarah Zabini con su estúpida pollerita corta, me besó y llegó Rose. Adivina que sucedió luego… -

-Uhhh… Ahora si entiendo, Rose seguro se enojó, la sacó a rastras, te gritó, se puso a llorar, te dijo lo mucho que te desprecia y se fue… verdad??? –lo mencionó de corrido como si para cualquiera fuera sencillo deducirlo.

-No me dijo que me desprecia, dijo que me amaba y luego que me quería. Y cuando se quiso ir, yo la frené, y por sus zamarreos, terminamos los dos sobre la cama. Sin decir nada, se levantó. Me recordó que ya no quiere verme y se fue tan veloz como llegó. –le contó todo a su amigo con su rostro deprimente, lleno de dolor.

-Tranquilo, Malfoy. Si Rose te dijo que necesita tiempo, dáselo. Esperá a que las aguas se calmen, y recién ahí, aclaren las cosas. Va a ser lo mejor. –

Por muy doloroso que le resultara, Scorpius sabía que su amigo tenía razón.

-…Si no hay otra alternativa, va a ser lo mejor… -dijo el rubio no muy convencido, rogando en su interior que ese ‘tiempo’ transcurriera lo más rápido posible.