29

1.8K 117 30
                                    

CAPÍTULO 29 | Nuevas oportunidades

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

CAPÍTULO 29 | Nuevas oportunidades

Valentín y yo nos quedamos hablando como dos horas más, de boludeces básicamente. En el momento dónde yo le preguntaba algunas dudas sobre lo que era su carrera pensé que si era bueno tocar temas personales, como si tenía a ambos padres juntos o no, si tenía hermano o hermana, pero decidí no embarrar ese momento con algo personal.

Es decir, me gustó lo que hicimos y el hecho de que el se quedó en bolas prácticamente cómodo y sin pudor de bajo de su sábanas hablándome de cualquier cosa que pensé que tal vez no era momento de entrar en cosas personales. Y que capaz lo nuestro no pasaría a nada personal, sino solo eso... lo que hicimos. Aunque el en un momento me preguntó si veía a mis papás de seguido o no.

Nos dormimos cuando terminamos los temas que podíamos tocar, no personales, creo que el también quería que sea así. No parecía ser muy abierto a contar sus intimidades en la primera vez que me quedaría dormir ahí.

No me molesto eso, pensé que sería mejor así. Era mejor así.

En plena mañana quiero cruzar mi pierna para acomodarme mejor y dormir boca abajo de piernas abiertas como siempre lo hacía cuando siento que golpee a alguien con mi pie; ahí es donde abro, rápidamente, mis ojos cayendo que no estaba durmiendo en mi cama.

—Uhh.. —escuchó un gruñido después de mirar el abdomen descubierto de Valentín, seguido veo como baja sus manos apretándose su parte más privada, dios le pegue ahí—. Que linda manera de despertarse... —anuncia con una voz ronca, muy caliente.

O yo lo estaba por él.

—¡Perdón! —murmuro bajo mirándolo.

El todavía tenía los ojos cerrados y creo que gruñía tomándose su entrepierna, hasta que abre sus ojos para girar un poco su cabeza y verme con los ojos entre medio cerrados.

Que lindo era el boludo al recién despertándose, tenía el pelo levemente levantado y seguía pensando que esa especie de rayo de colores que le cruzaba en el cabello le quedaba divino.

—Esta bien —musita más ronco y se aclara la garganta para levantarse aún sosteniendo su entrepierna, ahí noto que ya tenía puesto unos boxers.

¿Se levantó cuando yo dormía?

—Perdón, pero tengo que usar el baño primero, te imaginaras lo horrible que es levantar con este asunto así... —se gira a verme para reírse, yo también me río un poco y lo veo irse en boxer a su baño.

Giro mi cabeza para quedar acostada boca arriba y me quedo pensando en que dormí bastante bien.

Mis ojos miran rápidamente su habitación ahora que la luz del día podía iluminar un poco mucho.

Tenía una silla de plástico con ropa alado de su tele. Había un placard negro, lindo y en una de las puertas estaba colgado una campera y una gorra. De bajo había zapatillas esparcidas, unos cinco pares, casi y algunas las reconozco porque ya lo había puesto en Valentín, hasta que llegó a su ventana.

Ángel | Cristian Pavón [2]Where stories live. Discover now