Capítulos II y III: Los Primeros Dias/Visita al Veterinario

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Una vez en casa, todo el espacio vacío se llenó de luz, él era esa luz que nos hacía falta. La primera noche ha dormido conmigo, literalmente.

Ni buen pudimos le compramos comida y como hacía calor, aprovechamos y nos fuimos al patio a disfrutar al máximo el día. Jugamos, tomamos agua, corrimos, comimos y descansamos, no podía ser más perfecto el primer día con nosotros, mi hermana trajo a su perra Cannela. Jugaron un poco pero ella es 2 años más grande que él, por lo que el juego se volvió algo brusco y bruto también.

Cannela y Milo se llevan tan bien. No sólo vino cannela a visitarnos, unos días después fuimos a visitarla, y jugaron toda la noche. Dos días después a Milo se lo ve como muy cansado o deprimido, pues sus energías parecían agotadas o el parecía sin fuerza o sin ganas. Hablando de fuerzas, debíamos de vacunarlo también, ¿serán sus defensas?
Para nosotros era que el extrañaba a cannela y al principio fue así, ya que el no tenía mucha compañía canina.
Días después lo vacunamos. Descanso como tronco, además estaba débil tras la vacuna. Pero nada que la tranquilidad y comodidad no pueda resolver.

Los Días Están LlorandoWhere stories live. Discover now