Capítulo IV: Dudas y Dudas

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Luego de unos días, Milo se sentía mejor de a ratos, jugaba muy poco y descansaba demasiado, ya habían pasado 72 horas de la vacuna. El efecto según nosotros ya tendría que haber pasado ya. Pero al parecer a él le afectó mucho. Eso queríamos creer.

Las dudas crecen y la inquietud aumenta también ¿algo habremos hecho mal? ¿Habrá sido muy temprana la vacuna?
Pasaban los días y Milo seguía "cansado". No obstante llegó cannela a salvar el día. Al igual que el otro dia, el pobre can seguía jugando muy poco. Vivía prácticamente en su camita. Al día siguiente, milo se paró a comer, cuando de pronto, sus patas tanto traseras como delanteras le temblaban, al punto que no resistió y cayó acostado, rápidamente todos notamos eso y fuimos con el Veterinario.

El veterinario nos dijo que podría tratarse de dos cosas totalmente diferente, o tiene algún problema físico (huesos) o carece de vitaminas, con lo cual empezó con la opción vitamínica, le inyectó otro vacuna para darle energías.
Si no resultaba, había que traerlo nuevamente.

La nueva inyección dio resultado los primeros días, no tanto pero sirvió un poco, había recuperado sus energías de poco pero seguía tambaleándose y cayéndose a veces.
Depresión sabíamos que no era. Falta de vitaminas empezábamos a pensar que tampoco ya que seguía cayéndose. Pero decidimos esperar a ver como evolucionaba Milo.

Seguía sin dar resultados positivos firmes. A lo que lo llevamos nuevamente con el doctor.
Él estuvo investigando los posibles problemas de huesos. Y posiblemente era un problema de hueso, pero según él, era extremadamente rarísimo que el perro los tuviese.
Pero antes de dar ese gran salto, nos dio una cita con una mujer que hacía rayos x, para ver su columna y huesos.

Los Días Están LlorandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora